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Una semana después de la fiesta de Navidad, noté que la jefa se veía muy desmejorada, tenía ojeras, caminaba pensativa por los pasillos, ya no siquiera nos presionaba, una vez, incluso me pareció verla llorar en su oficina. Al principio no le di importancia hasta que empezaron a circular los rumores, decían que se había puesto muy borracha en la fiesta y que había terminado encamada con alguien, su marido se enteró y decidió dejarla. Tarde un par de semanas en saber la verdad, resulta que se día, varios compañeros aprovecharon el revuelo para adulterar su trago, antes de que la droga hiciera efecto y fuera más evidente, se ofrecieron a llevarla a su casa porque no podía conducir. En lugar de eso, amaneció en un hotel de mala muerte, completamente desnuda, con las tetas escurriendo semen y las piernas abiertas. Horrorizada, se dio cuenta de que habían abusado de ella. Al principio quiso denunciar, pero cuando vio los videos donde la tenían encamada, profanando su cuerpo mientras le amasaban las tetas, decidió que no quería escándalos. Los compañeros, tipos de entre cuarenta y cincuenta años, siguieron extorsionándola. Lo supe porque una vez entré al baño en silencio y escuché a alguien en el retrete, era uno de esos bastardos, tenía a la jefa de rodillas chupándole la verga, haciéndole una rusa mientras se burlaba de ella. Los videos de su violación circularon por varios de la oficina, solo gente de confianza, así fue como me enteré. Desde entonces sabemos que todos los viernes, esos tres cabrones se la llevan para jugar con ella toda la noche.






