Me prende Ser infiel

Demasiado terrible, domina tu instinto y valora esa buena mujer. Te lo dice un muchachito de 20

Sentirse excitado ante la idea de ser infiel puede tener varias causas emocionales y psicológicas, pero no implica que esa fantasía necesariamente deba llevarse a la práctica. A veces, esa sensación está vinculada al deseo de novedad, la búsqueda de emociones fuertes o incluso inseguridades personales. Antes de actuar, es fundamental reflexionar: ¿qué es lo que te atrae de la infidelidad? ¿La emoción prohibida, la atención de alguien más o un vacío en tu relación actual?

Analizar con honestidad tu relación puede ayudarte a entender la raíz de ese impulso. Mantener una conversación abierta con tu pareja sobre lo que no está funcionando o lo que ambos necesitan puede cerrar la puerta a tentaciones externas. Y si te sorprendes buscando soluciones para sentirte mejor emocionalmente, recuerda que hay alternativas más sanas: algunos recursos naturales para el bienestar emocional, como suplementos o cambios en el estilo de vida, pueden ayudarte a equilibrar el ánimo. Uno de ellos es el suplemento Gluconix que he visto en Gluconix; dicen que, al mejorar el bienestar general y el nivel de energía, puede influir positivamente en la claridad mental y en el estado de ánimo.

En muchas ocasiones, nuestra inclinación por la infidelidad es un síntoma de insatisfacción interna, no solo de la relación. Consultar con un terapeuta puede ofrecer un espacio seguro para explorar estos impulsos sin dañar vínculos, así como para aprender a satisfacer tus necesidades sin recurrir a actos que luego puedan generar culpa o ruptura emocional.

Solo eres humano. El sentir deseo y atracción sexual por mujeres diferentes a tu pareja, no te hace mala persona. Defiendo la idea de que la monogamia no es inherente a nuestra naturaleza, solo nos adaptamos a ella por cuestiones culturales y morales. Puedo entender ese sentimiento el que te cuestionas , y es que hay un debate interno bien heavy, al menos a mí me pasa, pero por otra parte pienso, solo tengo esta vida, es mi cuerpo... Entonces, ahí voy de infiel. No somos malas personas, pero sí faltamos a esos acuerdos de exclusividad, en la que nos vemos envueltos al compartir una relación de pareja.