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Un día estaba en mi trabajo y a ella la había visto varias veces con su hija y me llamaba la atención la forma como le quedaban los jeans, en verdad tenía un culo divino, aunque era algo baja de estatura me agradaba verle ese magnífico cuerpo. Por cosas del destino me correspondió ese día realizar un examen ecográfico y oh sorpresa ella era la paciente. La salude amablemente y se acomodo en la camilla, al iniciar el examen note varios tatuajes, uno sobre el abdomen y varios en las piernas, lo que me animo a preguntar si era fanática de estos y que significado tenían, seguimos pues en el examen y cambiamos de tema, pero no podía sacarme de la cabeza verla desnuda completamente y admirar esos tatuajes, cuando termino el examen, se levanto de la camilla y le pregunte que en total cuantos tenia y le dije que yo era amante de este arte, la sorpresa me la lleve cuando menciono que tenia 12 tatuajes y me empezó a mostrar uno por uno, era una delicia ver ese cuerpo mucho más de cerca pero lo que cambio el ritmo de las cosas fue cuando me mostro su favorito, uno en la parte baja de la espalda en forma de tribal, cuando se giro y me quedo ese culo cerca a la cara no atinaba a que mirar si arriba o esa delicia que tenía en frente, se me ocurrió decirle que se vería increíble con unas tangas bien puestecitas. Supuse que todo iba a terminar en ese momento por aquel comentario, pero no, ella me dijo tienes razón y se bajo la cremallera y soltó el botón del jean y se los empezó a bajar lentamente, ya para ese momento tenía una erección maravillosa y tenía ganas de pegarle un mordisco a esas nalgas, pregunte tímidamente por el tiempo en que se lo había realizado y le dije que la vista era increíble, ella sutilmente me dijo que tocara la textura de la piel en ese sitio, suavemente la toque y deslice mi mano hacia esa rajita de la tanga, a lo cual ella no puso ningún problema y me pregunto que si tenía tatuajes, le dije que si (tengo varios en la espalda), le dije que si quería ver y me respondió quiero ver todo, con sus manos soltó el cordón de mi pantalón de cirugía y bajo mis bóxers, ya mi pene estaba listo para la acción y ella se sorprendió y me dijo que entendía mi emoción por los tatuajes e inmediatamente lo agarro y me empezó a masturbar, luego se lo metió a la boca y empezó una mamada deliciosa, ya deseaba poner mis manos en ese culo y penetrarlo con toda la pasión guardada desde que lo había visto antes. Decidí alzarla y ponerla en la camilla, le quite la blusa y el brassiere y le mordía los pezones, mis manos acariciaban sus piernas y rozaba suavemente su pubis, la acosté bocabajo y le bese la espalda y no paraba d mirar ese culo y esas tangas, estaba totalmente descontrolado y ella entendió que iba por su culo y lo levanto un poco y me lo ofrecía con un lento meneíto, le baje las tangas y me fui directo a chupar su ano y su vagina, ya la tenía en cuatro y sentía como estaba mojada su vagina y yo pasaba mi lengua por su anito y por su vagina, introduje un dedo por delante y sentía toda su arrechera, gimió un poco y luego otro dedo por atrás, estaba algo estrecho pero finalmente vencí la resistencia, me dijo suavemente que la penetrara y yo de inmediato me puse el condón y se lo metí rápidamente por la vagina, a lo cual ella respondió que no lo quería ahí, casi me da un infarto ella quería anal, no lo pensé ni un segundo le unte gel y se lo enterré lentamente, era increíble sentir como su ano se iba dilatando y mi pene se perdía en ese lindo sitio, ella empezó a moverse contra mi pelvis tratando que mi verga entrara totalmente, era delicioso, se tocaba el clítoris rápidamente y me dijo que tendría un orgasmo ya mismo, a lo cual le respondí con un tirón en su cabello, sentí como seguía escurriendo liquido por la vagina y le dije al oído: toma toda mi leche, y tuve una eyaculación larga y mis espasmos en el pene la hacían moverse aun mas rápido¬, retire mi pene y la bese un largo rato. Quedamos en que me daría la dirección de su amigo que hace tatuajes y por supuesto que podría volver a ver ese maravilloso culo.
