Hace 5 años llego a mi barrio, tiene un granero se llama Lucy,  mide 155  buen cuerpo,  ojos color miel y una sonrisa encantadora, su marido fue víctima de la delincuencia y quedo viuda, 25 añitos, solita y sin hijos. YO acostumbrado a visitar a mi vecina la del granero solo por intentar hacerla reír un poco después de su pena , una mañana a eso de las seis de la mañana llego ella en una carcacha vieja que traía sus corotos de corabastos la central mayorista de víveres de Bogotá y lloviendo y sin nadie que le ayudara me dijo.; Don Luis me puede colaborar a ver si puedo abrir la puerta y no se me dañe el mercado , yo en sudadera y sin ningún afán le dije claro lucecita ni más faltaba venga le ayudo y ella se afano en abrir y yo con bulto en hombro colaborándole a la viuda en pocos minutos termine con mi labor ,ella cerro el local porque abría a las 8.oo am y me dejo encerrado . Le dije lucecita debo irme y me respondió como se le ocurre irse no ve que está lloviendo además le voy a dar tinto para que se caliente, quítese esa chaqueta que se le mojo y le da gripa, y yo como apenado le hice caso me senté en la sala de su casa, muy ordenadita y cálida.

Llego con un tinto delicioso ella era del eje cafetero y sabia como preparar un delicioso y aromatizante tinto lo cual le alague y se puso roja, AY don Luis no es para tanto halago me dijo, más bien cuénteme de usted cómo le va, sus hijos como están y esa soledad como va.

Yo empecé a narrarle cosas de mi vida y respondí todas sus preguntas cuando de pronto empezó a oler a quemado en la cocina y ella dijo ¡ay!  Se me quemaron las arepas y yo le dije  se le daño el desayuno lucecita, en el correr hacia la cocina ella cayó al piso, ya que  estaba encerado y se dio un golpe terrible en la rodilla yo me acerque a ella y le dije espere no se mueve se pudo haber fracturado me decía eso no es nada no te preocupes. OH! eso sonó a una alerta yo empecé a sobar su rodilla y ella en su rostro reflejaba dolor pero más allá veía yo un placer escondido que ella no notaba, así que muy lentamente acaricie sus piernas y ella no se resistía poco a poco se fue inclinando hacia mí me abrazo y me dio un beso en la mejilla, que rico se siente Luis hazme más, sóbame otro poquito al oído me susurraba, inmediatamente mis cables nerviosos llegaron a mi pene y se para ese animal dios mío… y lucecita no pudo evitar la mirada y con una risa a carcajadas me dijo, se le parao el mercadito jajajajajajaj y de inmediato se abalanzo a él me toco y me dijo huy la tienes gruesa que rico .yo no decía nada solo me daba una risa nerviosa. Bajo mi sudadera hasta la rodilla, rasgo mis calzoncillos y se metió esa verga en su boca como una tigresa que debía llevar varios días sin probar bocado, empezó a lamer la punta de mi glande y poco a poco deslizaba la telita de mi miembro, lucecita había aprendido a mamarlo rico tenía una forma de cogerlo y no soltarlo se lo chupeteaba como una colombina y lo introducía hasta el tallo de mis huevas ,se asfixiaba y no le importaba quería más profundo hacia miles de cosas para saborearlo ,me decía sabe rico y se volteo quedamos en un 69 que yo solo lo que hice fue bajarle esos calzones y pegármele a ese chochito que estaba bien mojadito y deseoso de comerse una verga gruesa como la mía, sentí mucho olor a loción en especial a melocotón supuse que ella se untaba una crema y era riquísimo. Ese chochito  depilado y tierno que me estaba saboreando en un cuningulus impresionante empezó a dar sus frutos y esta se meneaba y meneaba hasta que no aguanto las embestidas de mi lengua y orino en mi cara sin ningún remordimiento y gritando como una verdadera puta en celo  a la que el placer la dominaba. No le importo mojar mi cara seguía con sus movimientos y yo mojado no tuve más remedio que seguir en mi faena de lengua y hacerla estalla en líquidos hasta que no pudo más.

Se volteo me puso esa chocha rosada y mojada como en bandeja, se veía como una pechuga y yo solo quería ensartarla me decía Luisito penétrame no aguanto penétrame ya por favor. Y esa frase fue como  maquiavélica para mis sentidos y aproveche para hacer de las mías y desquitarme de la miada que me había pegado. Le metía y le sacaba mi verga a poquitos y ella me decía maldito penétrame ya, y yo jugaba con su cuca, al ritmo que yo quería  me decía groserías  y más lento me ponía cuando ya deje de jugar con ella la embestí de una forma que soltó mil orgasmos en uno y se contorneo lloraba de felicidad de volver a tener una verga que la poseyera y la hiciera delirar de placer. Sus jugos vaginales venía a chorros transparentes y blancudos y yo más me metía esa verga no paraba, la castigaba por haberse orinado en mi cara y que mejor para ella porque no dejaba de bramar y gritar en su celo. Fue un polvo espectacular jamás me hubiera imaginado culiarme a lucecita y más en una mañana fría y lluviosa, la tenía agarrada de las patas encima del sofá y le daba verga que daba miedo hasta que hizo un movimiento de cadera que me hizo estallar de locura e inmediatamente lo saque y se lo derrame en su cara en venganza a lo que había hecho, mi semen corría por su cara y resbalaba en su boca y esta lo saboreaba con una perversidad que se notaba lo culeona y puta que era en su interior. Terminamos la faena nos colocamos la ropa y yo sin calzoncillos ya que ella los había dañado, le dije como siguió de la rodilla y me contesto no me paso nada solo quería tener sexo contigo y por eso la arepa se me quemo en la cocina jajajjajaja , reía y reía se veía feliz como hace mucho tiempo no lo hacía  desde que su marido se había ido. Nos acomodamos en el comedor note que se lavó su cara después de tanto semen que tenía, lavo sus manos se sentó al lado mío, conversamos desayunamos  y me dio las gracias un beso y un no te pierdas. Eso lo recibí como un vuelve que quiero que me surtas el negocio. Nos  dimos un beso, le cogió la tarde para abrir su negocio pero quedo con una cara de satisfacción que le duro varios días. Espere la segunda parte de esta maravillosa historia a la cual llamo la viuda del granero gracias.

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