Me llamó su esposo, quería ir a otro nivel y probar algo más erótico y “heavy”. Le pregunté: ¿Has intentado amarres, tortura, sadomasoquismo?” Su respuesta fué No. Entonces, planeamos todo con mucha precaución y aquel día llevamos al motel a su esposa, ella no sabía que le ocurriría.

1.    Crea una situación y personaje

¿Quién eres? invéntate un nombre, unas características de personaje y una historia. Puedes ser alguien que ha estado obsesionado con ella por mucho tiempo y por fin la tienes en tu poder o puedes jugar a que eres un desquiciado sin sentimientos o simplemente un desconocido que fue contratado para generar otro tipo de placer.

Procura decorar el espacio, prender velas, tener cuerdas o un látigo, usa ropa negra, preferiblemente de cuero. En la tienda Guia Cereza venden varios Kits muy efectivos para esta situación. Recuerda usar música acorde con la situación, por ejemplo Rammstein, The Cranberries o para ser más sutil Enya.  

2.    Juega con su mente y sentidos

Más que someter o causar dolor como lo hacen los sadomasoquistas reales. Te aconsejo jugar con la mente. Tapa los ojos de la persona sometida y acerca a sus oídos sonidos de tijeras, cuchillos, electricidad. Puedes usar inclusive tu celular para buscar estos efectos. Mientras le ordenas con tu voz que no se mueva y teniéndolo amarrado de manos y pies ya sea con cintas, cuerdas o esposas, háblale de que lo vas a quemar o si se mueve la vas a cortar. Obviamente, no es real, pero creerá que así lo es.

Importante, no debes cortar la circulación ni atar muy fuerte. Prohibido el cuello, lo importante es causar la sensación de estar indefenso, más no generar dolor o incomodidad. 

3.    Aplica algo de tortura

Utiliza objetos que parecen corto punzantes pero no lo son, por ejemplo los palitos con que se revuelven los cocteles o tijeras de punta redonda. Algo muy efectivo pero de cuidado es usar un encendedor, el sonido cerca de su cuerpo creará la idea de que lo vas a quemar. No dejes que la llama salga, es el sonido lo importante.

Usa hielo, plumas y tiras y pásalas por el cuerpo. Mueve a la persona de una lado a otro, hala un poco el pelo, di cosas al oído que causen algo de temor.

Ten claro que antes de todo esto es importante que le expongas a la persona que será sometida que si algo no le gusta o no quiere más puede pedir PARAR el juego. El respeto, los acuerdos y los límites son lo más importante.

4.    Final perfecto

Después de jugar con los sentidos a tal nivel, es importante que finalices en excelencia te comparto dos opciones que dependen de la lectura que hagas del disfrute y deseo de la persona sometida:

1.    Estilo sado: Después de estimular la zona genital y tener a la persona dispuesta puedes tenerla amarrada y hacer el amor salvajemente.

2.    Estilo amoroso: Suelta al sometido lentamente, acaricia su cuerpo, da besos lentamente, manda mensajes de seguridad y tranquilidad. Quítale la venda de los ojos y haz el amor con calma. El cambio de ritmo es algo interesante de explorar.

Felices noches sado!!

Nota: Si deseas indagar en un tema más refinado, te recomiendo el arte japonés del Shibari. Te advierto, sé sutil, no hagas nudos alrededor del cuello o zonas en donde puedas causar daño si apenas estás aprendiendo y compra una cuerda adecuada que no lastime con su textura. 

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