Ese viernes habia amanecido arrecho y no habia tenido la oportunidad ni siquiera de masturbarme en los ultimos dias. LLegue tempranito a la finquita y me sorprendio ver  a una campesina que estaba de visita, pues el mayordomo vive solo, y me ha contado que a el lo visitan muchas campesinas para que les ayude economicamente a cambio de unos polvitos. La muchacha resulto conversadora, me ofrecio un tinto y nos pusimos a conversar. Al rato me pare y dije que me iba a coger unos mangos. Adicionalmente llego un visitante y se puso a conversar con el mayordomo y la campesina mientras yo cogia los mangos. Luego vi que la muchacha se puso a barrer y desde lejos la llame para que me ayudara a coger los frutos. Cuando llego, le dije a quemaropa. Le quiero hacer una propuesta. Cual? es que me da pena. Tranquilo, que no hay, problema, proponga lo que quiera. Le dije. Es que quiero que me haga un masajito, aqui mismo y yo le ayudo con una platica. Listo, de una me contesto. empezo a tocarme el paquete por encima del pantalon, luego me desabroche y empezo a mamarmelo. Se sento en el balde que lo poso boca abajo, y me tocaba por todos los lados. Tambien me pido que le chupara las tetas y le tocara la chochita. Asi lo hice. Estabamos en el campo abierto, rodeado de un maizal y detras de la marranera, aunque aclaro hace muchos meses no tiene marranos, asi que no olia a nada. Luego ella se termino de desnudar y me pidio que la penetrara. Me fue imposible porque era bajita y  estabamos de pie. Total, me dijo que me le viniera en la barriga. Asi lo hice. Fue una sensacion increible, sentirse en el campo abierto, con temor que alguien nos estubiera mirando desde el maizal. Y saben con que se limpio el semen la muy traviesa?. Con unas hojas de un arbusto. Bueno, todo este relato me sucedio a los 61 años de vida. todavia me quedan cartuchos y muchos.