Inicie una relación con Julián, no de novios, sino de amantes que se encontraban furtivamente todas las tardes, se había convertido en habito esperarlo en un parque y enseguida íbamos a su casa-cuarto. Pasados mes y unos días Julián saco una copia de la llave y me la dio, por consiguiente después de salir de clases iba directo teniendo cuidado que nadie me viera a su casa-cuarto.
Empecé a jugar con estilos diferentes de esperarlo y sorprenderlo al momento en que él llegara. Hubo días sencillos, en donde simplemente lo esperaba desnuda en la cama, otros días usaba ropa interior sexy que Julián me había regalado, y días en que me encontraba masturbándome.
Todo esto y más me permitió en aquel entonces tener mi primera pareja sexual estable de la cual aprendí algunos gustos y trucos; principalmente comprendí mejor la anatomía masculina, además de explorar constantemente con mi cuerpo. Esto ultimo fue fundamental, ya que hasta ese entonces solo me dejaba llevar y no me concebía como una amante que tiene un papel protagónico.
Salí de clases un viernes, y como de costumbre no me detuve a hablar con persona alguna, tenia hambre y pase por una tienda a mirar qué se me antojaba.
-me ha abandonaste- dijo una voz gruesa en tono de reclamo.
Gire mi cabeza y me encontré con una mirada casi inquisitiva.
-ehhh jummm- hice una mueca extraña que pretendía ser una sonrisa.
-pensé que teníamos algo, y algo buenísimo- menciono Cesar con entusiasmo disimulando firmeza.
-pues si... Ce... profe- respondí como disculpándome.
-¿y que tal si vamos a mi casa?-
-uhmm bueno... si- lo dije sin tener seguridad.
Mientras íbamos a su casa, pensé que: bruta¡ para qué dije que si, y ahora cómo me escapo. Entramos a su casa, la cual se sentía como una trampa para algún animal, porqué no tuve la valentía de negarme, volví a pensar.
-¿es por lo de la ultima vez cierto?, es que estaba arrechísimo- tratando de iniciar la conversación en tono sereno.
-pues si, no me gusto lo ultimo- respondí tímidamente.
-no fue mi culpa, es que ese culo me vuelve un animal, y es que llevaba años que no hacia algo asi-
-me dolió mucho- dije a modo de necesidad de consuelo.
-si, la cague, perdón, pero no quiero que nos alejemos al tiempo que se sentó a mi lado y ponía su mano en mi pierna.
-era mi primera vez por atrás, y...- me interrumpió con evidente intención de evitar el tema.
-he extrañado mucho tu cuquita y tus téticas- y con la mano que estaba en mi pierna la subió rápidamente a mi vagina.
-¿Si?-
-empelótese y te lo demuestro, esas ganas que le tengo a esa cuquita- hacia movimientos lentos y circulares estimulando mi clítoris.
-pero por atrás nada- dije firmemente.
-solo quiero cuquita y téticas- abrió mi blusa, dejando mis senos al descubierto.
-esta bien-
-uffff estoy bien cargado por tu culpa- se levanto, termino de quitar mi blusa, me saco mi panty, y todo lo demás.
Mi vagina se humedeció rápidamente, Cesar me tomo de mis tobillos y puso mis piernas en sus hombros, apoyándome en el sofá principal de su casa.
Su pene entro con gran facilidad en mi vagina y no pensó en iniciar despacio, más bien empezó con un ritmo casi frenético.
-¿te.. seguisteee poniendo laaa … inyección?- me pregunto casi ahogado.
-siiiii- le respondí en un gemido largo casi desesperado.
Fue claro para mi que también lo extrañaba, fue el primer hombre de verdad en mi vida, y mi cuerpo... mi vagina, lo necesita. Enseguida Cesar se sentó en el sofá, me agarro de un brazo e hizo que me hiciera encima de él. Su verga palpitante la sentí casi hasta mi garganta.
-ufff que rico, ¿Dónde aprendiste eso?-
-por ahí- le dije traviesamente, moviendo mi cadera dibujando pequeños circulos.
-qué bueno estaaa, has estado como culiando ártico por ahí, ¿no?
No dije nada, y a continuación Cesar empezó a buscar mi culito con sus dedos.
-¿dedito si se vale?- buscando mi aprobación.
-mmmm mmmm si- logre expresar entre gemidos.
Sentí entrar su dedo y con sus manos empezó a empujar mi cola para que el ritmo fuera mas intenso, a la vez que la oscilación facilitaba que su dedo entrara más y más en mi culo.
-sii, así, muévase putica, que rico-
Su dedo entro casi por completo, me deje ir hacia adelante para que tuviera a su alcance mis senos, movimiento que él entendió y comenzó a chuparlos con desesperación, en ocasiones me daba pequeños halonazos apretando mis pezones con sus labios, y en otros momentos pequeñas mordidas.
-¿ya me puedo venir?- me pregunto mirándome a los ojos.
-unnnn poquitooo mas- señalándole que quería venirme primero, y que no faltaba mucho.
Mantuvo un dedo en mu culo, y con la otra mano apretaba mis nalgas, empujándolas para marcar el ritmo, ambos estábamos ya empapados de sudor, y me excitaba la sensación de fricción húmeda entre nuestros cuerpos.
No tarde entonces en sentir que mi cuerpo se estremecía, venia el corrientazo y la perdida de control sobre mie cuerpo, seguido por una humedad que salía a chorros de mi vagina, como si estuviera orinando... percibía que me abandonaban mis fuerzas cuando me sorprendió una repetición de esa primera sensación, que me ahogaba en un gemido-grito que salió por si solo.
Cesar también había terminado, esta vez no fui consiente de aquello, y me deje caer sobre él, mientras ambos recuperábamos el aliento.
-ahora si cuéntame ¿Quién le esta enseñando?-
-es un secreto-
Es la primera vez que dejo plantado a Julián, pensé.