MI NOVIA DICE QUE LO HARÍA DE NUEVO CON ELLA O CON OTRA...(parte 1)
Esta es la historia de cómo mi novia paso de negarse a compartir las mieles de nuestro amor con otra mujer, por temor, pudor y celos a disfrutar de un lindo cuerpo femenino y de toda su pasión entre las sabanas de una suite.
Antes una pequeña descripción de mi amor, ella es una mujer madura de más 35 y menos de 40 años, heterosexual, de piel blanca y cabello rubio un poco más arriba de la cintura, de ojos verdes y unas facciones finas en el rostro, de labios delineados, dentadura muy bien cuidada con una bonita sonrisa y de nariz simétrica, su cuerpo es normal no es una atleta ni una modelo pero en cambio sí tiene unos bellos senos talla 36b muy bien formados de aureolas rosadas y pezones tamaño ideal, sus caderas son redondas muy naturales y sus piernas tienes una linda línea que le hace lucir muy bien una minifalda, le encanta vestir muy femenina y sensual, le gusta mucho la lencería de encajes y las mallas, sus uñas siempre están impecables y nunca lleva pantys cuando está en la casa, bueno a veces en la calle tampoco y si los lleva en ocasiones se los quita en el carro sólo para ver mi cara..!
Ya en alguna ocasión, la verdad, no recuerdo de que hablábamos cuando mi amor me increpó diciendo, "pídeme lo que tú quieras menos hacer un trio porque no soportaría verte con alguien más..."el tema desde ese día fue descartado de tajo. Y así transcurrieron creó que años hasta volver a tocar el tema...
En todo caso amig@s siempre acostumbró leer los relatos de tríos los usuarios de la guía y luego de eso los que consideró ardientes o sensuales se los envió a mi amor para que los lea. Me dijo que los relatos le habían parecido muy buenos, que eran muy eróticos y que se había excitado mucho mientras los leía. "Hablan tan profundo de todo lo que hacen y lo que sienten que es difícil como mínimo no mojarse al leerlos!!!" exclamó mi amor. Pareciera que su forma de pensar había cambiado con los años o que al menos ahora le asaltaba la duda o la curiosidad.
“Amor esos relatos lo ponen a pensar a uno...” ¿qué piensas dime? “Ya no estoy segura antes veía todo diferente y nunca me había mojado! leyendo o viendo a dos mujeres acariciándose (Esta simple frase amig@s vasto para que un escalofrió recorriera mi cuerpo de pies a cabeza, la picardía se apoderaba de mi mente, y un pensamiento lóbrego endureció mi mirada, ya quería saber más…) O “será que soy muy inmadura para aceptar que me gusta pero me da miedo que me cambie!”. O ¿será más bien que en el fondo te gusta pero no quieres que te guste?... "Será!!!".
Luego de esa aseveración de mi amor se abrió la puerta al dialogo, era la oportunidad de abordar el tema, el tópico seria sexo alternativo, compartido, lésbico quizás ¡Ssssss!!! Que hombre no quiere hablar de ese tema con la mujer que ama, era el momento y la hora exacta para esculcar en su socarrón interior y ver que retorcidos pensamientos embargaban su hasta ahora impoluta conciencia.
…Las cartas estaban echadas, ella estaba receptiva y presta a satisfacer mi morbosa curiosidad, en verdad no sabía distinguir muy bien que era lo que más me apasionaba, si la idea de que mi amor considerara la posibilidad de ese anhelado encuentro tríptico o el imaginar su inexperiencia seducida por otra mujer que lujuriosamente se la quisiera devorar en la cama. “la tienes muy clara son ganas!!!”. Seguía increpándome, sin duda ya tenía claro a donde iba a parar esta charla! …“¿Mmmm y que te gustaría que hiciera? ¿…pues con otra mujer?, ¿qué te gustaría ver?”. ¡Al fin! Todo estaba consumado pensé… ¿había cedido? mejor no lo pudo decir, ¿sería esta la puerta salón de la lujuria desenfrenada, ese misterioso salón donde todo se vale, donde no importa el género sino el pleno goce y el deseo, donde los cuerpos sucumben las más bajas pasiones, donde solo importa entregarse y disfrutar de los placeres terrenales…? era quizá la pregunta más esperada del mundo, era como tener la joya de la corona.
“Que podemos hacer entonces, que sugieres?” Sssss!!! Lo ven alguien superior a mí en el cielo o no sé dónde es benevolente conmigo.!!! Era su venia para que de una vez enrostrara mi lujuriosa fantasía! ¿Estarías dispuesta a dejar que pase no quiero meterte en cosas que no te parecen? “Mmmmm no estoy segura ya te había dicho que no pero la verdad ya no sé, el caso es que la idea ya no me parece tan descabellada, ¿qué te gustaría ver?... preguntó por segunda vez. En verdad no me esperaba esa pregunta, ni siquiera creí llegar hasta este punto en la charla.
Voy a pensar en algo para hacer los dos y será una sorpresa para ti le dije ¡espero que seas capaz de hacerle frente...! “Espero que la sorpresa sea para los dos” ¡Sí!… ¡Será para ambos! Asentí.
Mi maquiavélica conciencia nuevamente esbozaba sus morbosas y taimadas pretensiones, era obvio que la llama de su lésbica curiosidad crecía lentamente igual que mi libidinosa fantasía de verla en brazos de otra fémina, pensé entonces en algo que fuera de su agrado, mejor del agrado de ambos, algo que pudiéramos disfrutar en compañía pero que además siguiera en la senda de lograr que mi amada desnudara su mente y se entregara la pasión que en su tiempo hizo famosas a las acunadas en la isla de Lesbos.
Concluí entonces que sería muy erótico, sensual y placentero un masaje, no uno terapéutico ni descontracturante, sino más bien un masaje sensitivo, uno que hiciera exaltar los sentidos, pensé en olores, colores, sabores, sonidos, texturas, tacto… mucho tacto, algo que hiciera erizar las piel, que subiera la temperatura, que aumentara el ritmo cardiaco paulatinamente, algo que hiciera suspirar de placer, de deseo, de apetito no propiamente de un alimento, que hiciera estremecer todas las zonas erógenas de nuestros cuerpos, en fin algo muy relajante pero también excitante. ¿Pero cuál era ese masaje?, Es mas ¿dónde podría yo obtener algo así tan especifico?.
Me puse en la tarea de averiguar sobre sitios de masajes y donde más sino en la guía, como tod@s sin duda lo han visto en la parte inferior de la web se exhibe información de muchos temas pues por allí empecé, miraba salas de masaje y sus características, las hay para todos los gustos y estratos, allí la variedad de sus prácticas y técnicas lo dejan a uno en el principio, pues luego de escuchar sus ofertas uno no sabe que sitio escoger y menos que tipo de masaje tomar eso sin mencionar que por el nombre de cada masaje no podía distinguir de que se trataba, lo único que hacía eco en mi mente era la palabra final feliz que muchos de ellos ofrecían…
Entonces contextualice mi idea, quería que el masaje lo practicara una mujer, una que fuera muy guapa, que tuviera un lindo cuerpo después de todo los masajes que ofrecían los practicaban mujeres muy ligeras de ropas, que esa mujer fuera blanca, ojala rubia y sobre todo muy muy femenina, pensé en un lugar acogedor y solemne, uno amplio de luz tenue no más de la que ofrecen las velas dispuestas estratégicamente en el entorno, donde el aroma a lirios orientales embriagara el ambiente, una habitación decorada con sedas de color escarlata del techo al piso que sugiriesen pasión y que tal vez las notas de una melodía de origen árabe (Nitin Sawhney – Homelands) apenas se escuchara como susurros en todo el lugar.
Imaginaba entonces esa bella hembra poniendo aceite entre sus manos para luego posarlas sobre el cuerpo de mi hermosa amada, imaginaba a esta profesional del relax recorriendo cada rincón de su piel apretando, frotando, estimulando para que la sensibilidad se hiciera presente, recordé un masaje llamado Nuru su nombre se debe a un el gel muy, muy viscoso que emplean para hacerlo, allí la masajista pone el gel en el cuerpo del interesad@ y luego con su cuerpo desnudo se posa sobre él o ella, se de desliza de adelante hasta atrás logrando un perfecto contacto piel con piel. Imaginar a mi amor en esa escena hacia que me embriagara la testosterona. Imaginaba esa bella masajista luego de estimular todo su cuerpo y alertar sus sentidos vertiendo a granel el gel sobre su dermis para después unir sus cuerpos, sin duda sería la primera vez que otra mujer estaría tan cerca de mi enamorada, pero cuanto ansiaba ver ese erótico cuadro, sus senos frotando su espalda y caderas, su abdomen y pelvis dibujando las curvas del derriére de mi amor, sin duda sería imposible que mi novia ignorara ese rose.
Visualizaba a mi amada excitándose lentamente dejando que su piel se fundiera con la piel de su consentidora deseaba que estuviera muy receptiva y disfrutando cada contacto, imagine que luego de eso se diera la vuelta y quedaran cara a cara ambas musas. Que aquella mujer aun desnuda repitiera el ejercicio, que nuevamente derrochara aceite en la tez mi rubia y hábilmente empezara con sus caricias, en su cuello tal vez, en sus hombros y en sus redondos y hermosos senos caricias sugestivas que hicieran hinchar sus pezones y que se detuviera allí para consentirlos por un momento, naturalmente haría que apretara sus piernas y mordiera sus labios, sin duda sus manos ya inquietas comprimirían la mesa de masajes o tal vez, solo tal vez se atreviera a tocar el cuerpo de aquella masajista…
¡Uffffffff, como quisiera que aquello sucediera! el masaje seguiría por su abdomen lento y suave, inevitablemente bajaría hasta su pelvis, las yemas de sus dedos recorriendo su monte de venus perfectamente depilado, el aceite allí cuidadosamente colocado aria que brillara esquicito y provocativo. Sus largos y delgados dedos se colarían entre sus muslos, la humedad allí se confundiría con aquel aceite, y cadenciosa pero enérgicamente el masaje se dedicaría a su feminidad esa que reposa entre los labios mayores, cada vez más cíclico y frenético, veía a mi amada alongando su cuello como queriendo escapar, su mentón al senil, sus ojos cerrados y sus dientes mordiendo el labio inferior con el único fin de obtener el bálsamo que brota del interior de su ser cuando su cuerpo y sentidos sucumben al éxtasis dejando escapar el elixir de mujer que yace en el interior de su pubis.
Pero allí no terminaría todo, aún faltaba poner el gel en la parte de adelante, ¡Sería la mejor parte, la más ansiada por mi morbo! Aquella bella mujer nuevamente dejando caer una generosa cantidad del viscoso lubricante en cada rincón de la silueta dorada de mi sumisa novia; expectante no veía la hora de verla encima de ella, dominante, imponente y atrevida imaginaba aquella complaciente mujer sosteniendo los brazos de mi amor por encima de su cabeza y tomando sus antebrazos como soporte para balancear su aceitado cuerpo de adelante hasta atrás sin dejar de frotar ni un centímetro de piel a su paso, desearía que sus miradas se encontrarán y se estudiaran detenidamente, mi amor inmóvil como conejillo de indias ante la bestia salvaje y su verduga devorando su lésbica virtud, ¿sería el alfa de un camino que ambos deseamos recorrer en compañía de otras pieles femeninas?
...Mi amor fijaría su mirada en su boca, esa boca de labios carmesí brillantes cual cereza en almíbar que se convertiría en un provocativo mangar que no podría resistirse a probar, sus senos se encontraría y danzarían unos contra otros en un sublime deleite de eróticos roces, sus piernas a horcajadas con las de ella permitiendo el máximo contactos entre ambos sexos, hermosa danza de lujuriosa seducción.
Allí estaban ambas amazonas, divinas deidades dedicándose la ternura inherente de las féminas. Y yo a su lado observando inmutable el espectáculo inédito con mi falo eréctil entre mis manos sintiendo el pulso en las venas de su cuerpo cavernoso casi a reventar, como aquel que impávido se petrifica observando la aurora boreal, majestuoso fenómeno celeste, Cual efímero sería ese encuentro pero que trascendental recuerdo dejaría en mi mente…
¡Haaaaaaa que deleite! Puedo escuchar como aumenta su respiración, cada vez exhala mas rápido y corto, jadea y jime entre dientes como reprimiendo sus ya incontrolables ganas, sus bocas apenas separadas por milimetros sintiendo cada una el aliento de la otra, cuanto desearía ver que se fundieran en un apasionado y sensual beso, ver sus lenguas jugueteando frenéticas y recorriendo sus labios… la respuesta biológica de y carnal de mi amor no tardaría, su cuerpo experimentaría involuntarios espasmos, y miles de pequeños corrientosos que harían reaccionar cada terminación nerviosa de su cuerpo para estallar en un interminable suspiro que la dejaría sin aliento y con un gran derroche de humedad en su ser desde su flor hasta sus delineados muslos ¡Juuuuummmm! es mas de lo que podria merecer, aquel espectaculo que solo es real en mi mente lo siento tan real en mi cuerpo como ahora mismo mientras lo escribo.
…Interminables días transcurrieron sin que aquel anhelado encuentro acaeciera, tampoco habíamos vuelto a hablar del asunto hasta esté día pero nuevamente estábamos allí face to face… expectantes, sé que para este punto ambos queríamos hablar del tema. Entonces desnude mis oscuros deseos, era el momento para expresar los detalle de aquello que deseaba y la oportunidad de indagar hasta donde sería capaz de llegar mi amor, tratar de conocer sus límites o al contrario despertar ese lado bisexual que todos tenemos así lo neguemos toda la eternidad y que otra cosa es que no nos interese explorarlo.
Obvio le hablaría del masaje o de lo que sería ¡un masaje!, aunque ella ignoraba lo que mi solapada conciencia maquinaba que fuera, ella casta, en absoluto sabía que yo deseaba que aquella sesión transcurriera como ya lo había fantaseado, solo esperaba que aceptara mi propuesta...
