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Quien Calla Otorga...

Tengo una amiguita, hace más de 3 años he visto su desarrollo físico e intelectual.

A menudo vamos al mar, de unos meses para acá, cada que jugamos dentro del agua he sentido algo particular, antes los roses de sus nalgas sobre mi pene eran accidentales, no notaba nada extraño y no le había mirado con morbo, hasta que una tarde jugando con un balón note su delicadeza e intensión de frotar la nalga contra mi parte delantera.

Ese día comprendí, y no les niego que hasta ese momento mis miradas cambiaron, después en un juego con un flotador descubrí mis sospechas, estábamos jugando a tumbar a quien se montaba sobre el flotador. Ella decidió hacer equipo conmigo  y quedarse en el agua, para ese momento mi verga ya andaba un poco dura, observaba su próximo acto, le mire por mucho rato y disfrutaba de su vestido de baño de dos piezas, para su edad ya tiene unas tetas muy grandes y su nalga verdaderamente  hermosa.

Me encontraba sujetando el flotador, de repente sentí que entre el flotador y yo alguien salió, era ella, me corrí  un poco hacia atrás para darle más espacio, pero no me solté, ella quedo entre mi cuerpo y el flotador, empezó el juego ella movía sus glúteos hacia los lados, para ese momento mi verga ya estaba muy irrigada y tenía mi pantaloneta templada, cuando descubrió eso, rápidamente volteó y me miro como cerciorándose de lo que pasaba.

Subía y bajaba para sentir más mi bulto en sus nalgas, decidí dejarla hacer su antojo, así jugueteo con sus nalgas y mi verga por más de 15 minutos, yo estaba muy ganoso quería participar, pero sentía temor que mis actos le asustaran, mi verga ya estaba lubricada, podía sentir lo babosa que estaba, por un momento ella se soltó y empezó a nadar, luego regreso, pero esta vez se metió dentro del flotador y quedamos de frente, no me miraba a los ojos,  pero se dibujaba una sonrisa en su rostro, de repente sentí  que abrió  totalmente las piernas dentro del agua, yo quede dentro de ellas, me apretaba con sus piernas, logró bajarse un poco hasta poner de frente nuestros genitales, allí estaba de nuevo el juego, ahora podía sentir parte de su abultada vagina, en una fracción de segundos cuadré mi verga hacia arriba para que le quedara fácil de acariciarse la vagina con mi pene.

Inicia su juego, yo me había convertido en su maniquí de sexo, allí estaba una linda señorita saciando su curiosidad de sexo, subía lentamente, frotaba la vagina con gran fuerza tenía una verga bajo su control, por instantes hacia movimientos pélvicos muy fuertes, luego retomaba la calma y así se auto complació por más de 10 minutos, mi verga ya no aguantaba más, mis pensamientos ya eran otros con ella, pero yo también quería disfrutar con toda la calma  siendo espectador mudo del acto de  esta linda mujercita y sus ganas de vivir la sexualidad.

Para este momento ella ya estaba muy caliente, se notaba en su rostro, sus boca se veía más roja y sus labios irrigados, salía nadaba y regresaba, se sumergía y empalmaba sus genitales con los míos, hacia movimientos pélvicos muy rápidos ya estaba consciente de sus reflejos y podía sentir como me tomaba por la cintura para poderme tener y sobar fuertemente su pelvis contra la mía. Ya sabía que yo me estaba dejando  y era el cómplice de su aventura.

Sus mejillas ya estaban rosaditas, no se sabe si era el bronceado del sol o la sangre en su cuerpo que irrigaba la piel, pero esta niña transpiraba sexo, estaba completamente poseída por ese poder mágico que emanan las mujeres cuando su libido gobierna su existencia, ella tenía el control de todo, se sumergía y se frotaba fuertemente, al mismo tiempo  apretaba mis glúteos, salía tomaba aire y miraba al cielo, sonreía y se quedaba por un rato flotando boca arriba como  extasiada de su experiencia.

Así grabé en mi memoria la última imagen que vi de una mujer gobernar al instinto, una niña siendo mujer por su voluntad y con total control. Todo ha sido silencio total, no le he cuestionado nada, ni tocado tema alguno. Lo único que sabemos es que cuando nuestros cuerpos van al mar, la amistad entre una linda jovencita y un hombre mayor cambia, suceden cosas, pero como si fuéramos seres mágicos cuando tocamos tierra de nuevo la amistad que habla de cualquier tema y juega cosas normales regresa. Y en el  silencio quedan guardados  todo lo que pasó dentro del mar.

El próximo relato describo otras imágenes.

pablitoqlion

Somos pareja swinger

visitas: 2890
Categoria: Sexo con maduros
Fecha de Publicación: 2016-08-22 16:07:57
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1 Comentario

Mágico relato

2018-01-06 07:24:55