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NATALIA LA AMIGA DE MI HIJA

Mi nombre es Mauricio, soy separado y tengo 1hija, Michelle, de 20 años.

Cierto día llegué a casa del trabajo, escuché ruido en la ducha y supuse que era mi hija Michelle que se estaba duchando, me estaba orinando así que no pude esperar. Cuando entré en el baño, me encontré a la rubia compañera de mi hija, Natalia, duchándose, no había corrido la cortina por lo que la pude ver totalmente desnuda, pude ver sus pechos medianos con su pezones rosados, también pude ver su cuquita totalmente peladita y todo ese cuerpo mojado,  todo ello en una fracción de 2 segundos, el tiempo en el que ella me vio y se tapó. Le pedí disculpas mil veces y salí del baño,  no sin antes mirarla de arriba abajo, la chica estaba buenísima.

– ¿Papa que haces? – me dijo mi hija.

– Creía que erastú la que estaba en la ducha y tenía que entrar a mear, no sabíaque Natalia estabaen la ducha - le contesté.

Michelle me pregunto , Natalia  ¿Se puede quedar a dormir?

– Claro no hay problema, debiste advertirme que no estabas sola cuando llegue, anda ayúdame a preparar la cena.

Y juntos bajamos al primer piso a hacer la cena.

Al rato bajó Natalia toda colorada y apenada, ni se atrevía a mirarme a los ojos.

– no le pares bolas a mi papa él es muy acelerado dijo mi hijasoltando la risa.-

.

Qué pena que me pillo en la ducha y sin poner seguro en la puerta, pero quien se iba a imaginar que llegaríaasí, creí que era Michelle porque estábamos solas y no le vi problema – dijo ella, mientras se sentaba en la mesa de la cocina.

–yo estoy más apenado de veras, siento lo de la ducha- le dije

– Está olvidado- dijo ella sonrojándose.

– Chicas pongan la mesa, les prepareun par de ricas hamburguesascon todo.

Mi hija y su amiga Natalia cogieron los platos y los vasos para ponerlos en la mesa, yo me fijé en el trasero de Natalia y en su cuerpo antes desnudo pero ahora con un pantaloncito corto ceñido que marcaba su trasero ysu chochita, llevabauna camiseta corta que dejaba poco a la imaginación marcando los pechos y dejando a la vista su ombligo.

Tras la cena las chicas recogieron,limpiaron los platos y se fueron arriba a la habitación de Michelle, yo me quedé viendo la tele abajo.

Eran cerca de la una de la mañana cuando apareció Natalia en la sala donde yo veía televisión.

– Hola.

– Hola – la saludé – ¿la tele está muy alta?- le pregunté.

– No – dijo ella mientras se sentaba en el sofá separada por un cojín de mí – ¿que está viendo? –

– fútbol sala japonés. Le respondí.

– Ok, ¿y con quién va? – me preguntó

– Con los rojos, te diría el nombre pero no sé pronunciarlo.

– Ja ja ja ja – ella se rió.

Estuvimos largos minutos en silencio viendo el partido de fútbol.

– ¿Puedo hacerle una pregunta?- me dijo.

– Claro.Le respondí girando mi cuerpo hacia ella.

– ¿está mal que a una chica le gusta un hombre? – me preguntó

– Pues es la ley de la naturaleza que a las mujeres le gustan los hombres. –le respondí.

– No, digo una chica y un hombre maduro ¿está mal?– me preguntó

– Supongo que no, ¿por qué? ¿Te gusta un hombre maduro? – le pregunté

– Sí.

– ¿un compañero? – le pregunté

– No, él es mayor que yo.

– ¿Un profesor? – le dije y observé que su respiración se acelera al igual que su pulso.

– No, él es más mayor.

– pues no sé.

– ¿Está mal que me guste el papa de una amiga?- me dijo y yo me quedé sorprendido de la pregunta.

– supongo que no está mal, siempre que el sienta lo mismo por ti y eso sí que no sea casado. – ella había aumentado su respiración y su pulso y no se atrevía a mirarme a la cara, el hombre del que hablaba me dijo entre murmullos más que palabras, era yo...

– Perdón, quizás sea una estupidez – diciendo esto se levantó del sofá y salió corriendo hacia la puerta pero antes que llegara a la puerta, la tomé de la mano he hice que se detuviera. Luego hice que se girara, ella seguía sin poder levantar la cabeza por vergüenza, con mi mano en su barbilla conseguí que levantara la cabeza,

– Tranquila chica, no está mal que sientas eso.

Le quise dar un beso en la mejilla para que se terminara de tranquilizar. Pero ella giro la caraen el momento y me besó. Le solté la mano y ella la colocó sobre mi pecho, yo me quede mirándola azoradopues pensé que podría gritar, pero ellame tomo de la mano y me beso de nuevo tiernamente, entonces respondí su beso y mi manobajo por su cuerpo hasta su trasero y comencé a apretarlo, lo que hacía que su cuerpo se apretara contra el mío donde ella podía sentir mi verga gorda chocar contra su chochita.

Mis manos empezaron a subir por su cintura subiendo su camiseta, llegando a descubrir sus pechos, lo que hizo que ella se la terminara de quitar por encima de la cabeza. Viendo esos dos pechos comencé a besarlos y chuparlos mientras que mis manos volvía a apretar su culito, ella acariciaba mi cabello con sus dos manos, comencé a bajar por su pantaloncito descubriendo su trasero a lo que ella separándose de mí terminó de quitárselo, yo mientras aproveché para quitarme la bata que traía puesta, pues pensaba irme a dormir después del partido, dejando a la vista solo mi bóxer, que parecía una carpa ahora. Cuando Natalia se dio cuenta que mi verga estaba parada, se quedó con la boca abierta. Tomé una de sus manos y la puse sobre mi verga, y ella empezó a acariciarla, luego tomé su otra mano y la puse también en mi verga .ella movía sus manos de arriba abajo mientras que yo acariciaba su cuerpo y buscaba con mis labios sus labios. Volví a besarla, ella aceptaba mis besos luego pasé de su boca a su cuello, ella seguía disfrutando del grosor de mi verga, moviéndola de arriba abajo, comencé a besarle el lóbulo de la oreja y le susurré

– Quiero que me la chupes.- le dije mordiendo su lóbulo con mis labios – ¿quieres?- ella no respondió solo asintió con la cabeza.

Me separé de ella y ella me miró a los ojos y luego fijó su mirada en mi verga. Se puso de rodillas en la sala de mi casa y comenzó a besar a mi verga ya erecta. La humedecía y la lamia con la punta de su lengua y luego se la introducía en su boca poco a poco, estando dentro de su boca ella seguía jugando con su lengua sobre mi verga, mientras con una de sus manos acariciaba mis testículos dándome placer.

– ummmm, que bien lo haces Natalia.se siente muy rico, ya lo has hecho antes - le decía.

Al momento comenzó a aumentar el ritmo y se introducía la verga entera más profundamente y más rápido, la chica parecía muy tímida pero una vez que se desataba, era una fiera. Me di cuenta que mientras me estaba mamando, ella empezó a tocarse con sus dedos su chochita, metiéndose un dedo,excitándose a sí misma, eso me puso más arrecho todavía.

– Para – le dije, ella se detuvo. Hice que se levantara y se sentará en el sofá abriéndole las piernas. Me puse de rodillas y comencé a chuparle su chochita húmeda y suave de pocos vellos, sabia a dulce néctar, su aroma me enloquecía. Con dos dedos hice que se abriera y luego comencé a besarlo, y a jugar con mi lengua en su rajita, algo que le gusto, a juzgar por la forma de estremecerse y de gemir, luego le metí un dedo mientras que con mi lengua le excitaba el clítoris.

– mmmm sí Mauricio, sí Mauricio.- decía, mientras yo seguía dándole placer en su cuquita

Al rato de estar chupando su rajita, yo ya estaba muy excitado, me incorporé un poco y le introduje suavemente la verga, despacio, sin afán, mientras nos mirábamos a los ojos.

– Con cuidado por favor que aún no he hecho el amor muchas veces y tupene estagrande y grueso.- Me dijo. Quizás debí acabar la cosa ahí, pero tenía el cuerpo de una jovencita frente a mi completamente desnudo y estaba muy caliente.

– Quiero que me hagas disfrutarlo, quieroque me hagas el amorbien rico.- me dijo. No me lo pensé más y continúe la acción.

– Tranquila, cariño seré muy dulce contigo.- le dije.

Comencé a meterle la vergadentro de su apretada y bien cerradita cuquita, ella al principio ponía cara de dolor y no le estaba gustando, pero poco a poco esa cara de dolor se estaba convirtiendo en una cara de placer, ya no estaba tan tensa como antes, y empezaba a disfrutar del placer de la penetración.

Al poco rato de estar bombeándola, tuvo un orgasmo que disfruto clavándome sus uñas en mi pecho, yo seguí embistiéndola hasta que me vine dentro de su raja, nos miramostragando aire y luegojuntos a la vez aflojamos la presión, hasta separarnos y descansar en el sofá.

Luego ella subió a la habitación de mi hija a dormir y yo me quedé en la sala un poco más antes de subir a dormir.

A la mañana siguiente cuando bajé a desayunar estaban ambas desayunando en la mesa y Natalia, de espaldas a la puerta, saludé a mi hija con un beso en la frente y luego a Natalia.

Me ofrecí a llevarla hasta su casa a lo que ella accedió de inmediato, cuando llegamos me despedí de ella con un beso en sus labios y apretándole el culo, ella por su parte también me besó y cogió mi verga por encima de mi pantalón.

Desde ese día, Natalia muchas noches se ha quedado a dormir con nosotros.

ConejoCaliente_45

Soy hombre heterosexual

visitas: 7730
Categoria: Jovencitas
Fecha de Publicación: 2018-06-13 18:28:17
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1 Comentario

Qué suerte la verdad

2018-08-28 22:28:51