Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

Mi vecina y mi verga

Ya se acercaba el fin de mes y como mi vecinano conseguía que alguien leprestara el dinero del arriendo de su aparta estudio, se le ocurrió venir a mí, un hombre maduro de 53 años de edad, insignificante para su gusto, con anteojos, mediano de estatura y delgado. Además, da la casualidad, que cuando me voy a trabajar siempre está subiendo las escaleras y en más de una oportunidad le he visto las tangaspor debajo de su falda.

Sabiendo mi debilidad por ella, decidió venir a mi puertaa pedirme el dinero. Tenía la idea de que si me ponía reacio a prestárselo tendría que utilizar sus encantos para lograrlo, además las chicas saben bien que es lo que inflama el morbo de un hombre como yo, solo que a veces se hacen las desentendidas.

En la mañana cuando me iba a trabajar, ella sabía que estaría esperándola debajo de la escalera, así que al cruzarnos, me saludo con una sonrisa y me dijo que en la noche iría para pedirme un favor. Un poco tartamudeando, le dije que estaría encantado.

Cuando toco la puerta, salí a recibirla, mi apartamento es acogedor y limpio cosa que le agradó. Al parecer también se había bañado pues su perfume del cabello estaba fresco aun en su cuerpo. Le invite a sentarse y al hacerlo cruzo suspiernas dejándomever sus hermosos muslos.

Me senté frente a ella y pudever más de la cuenta, ella llevaba unas braguitas negras chiquitas, que le cubrían solo la rajita , pero casi nada por detrás y una minifalda de vuelo, de esas que con un viento se levantan. Llevaba también una blusita corta, que dejan ver el ombligo y sin brasier, de tal modo que pudiera ver su par de senos talla 36, y sin medias por el calor que hacía a esa hora.

Se sentó frente a mí y le dije que había sido toda una sorpresa el que me hubiera querido visitar. Le mencione que siempre la había visto por el edificio y como éramos vecinos era bueno que nos conociéramos para cualquier eventualidad. Me contó que era soltera y que hacía apenas unos meses que vivía ahí y mientras hablaba, yo le recorría con mis ojitos detrás de mis gruesas gafas, desde sus zapatos hasta la punta de sus cabellos.

Le ofrecí algo de beber. Gaseosa estará bien, me dijo. Solo tengo trago, olvide traergaseosa, pero si deseas puedo ir a comprar. Acepto tomar un trago de whisky que le ofrecí.

Déjame ayudarteme dijo, agachándose parasacar la botella , solo que olvido que no traía brasier y debido a la estatura de ella y por el ángulo en que se encontraba, le vi las tanguitas y sus pechos por debajo de la blusa. Cuando se incorporó con la botella en la manome vio pálido, obviamente por la visión que acababa de tener. Para mis adentros me dije, esto va a ser pan comido.

Bebimos unos cuantos vasos de trago, mientras yo pensaba cuál sería el momento oportuno para sentarme a su lado yporque no, meterle mano.

Al fin ella me dijo, porque no te sientas acá y charlamos más cerca?La verdad que ella seestaba calentandotambién, ya que hacía algún tiempo que no tenía sexo y se le estaban subiendo los colores al rostro.

Me senté a su lado yal hacerlo puse una de mis manosen una de sus piernas. Se quedó quieta en el sitio sin voltear, seguramente pensando que reacción tener, imagine que me mandaba a volar.

Cuando volteolentamente ymiro, se quedó atónita y paralizada de la impresión de lo que estaba viendo. Yo me había bajado los pantalones y los calzoncillos hasta los tobillos y sabiendo que tenía una verga que parecía la de un burro, le ordenecon vozautoritaria , mámala, y fue como si esa orden la hubiera puesto en trance, se arrodillo frente a míy comenzó a acariciarme la verga en una deliciosa pajapara luego introducirla en suboquita humedeciéndome la verga.

Mientras me chupaba, ledesabotonela blusa, dejando sus pechos al descubierto y me deleite sobándolos con mis manos. Seguidamente se puso de pie con el torso desnudo y le dije, así me gustan las tetas en una mujer, las aureolas grandes y los pezones en punta. A estas alturas ellaya había mojado sus tanguitas y como yo era de baja estatura al acercarme a ella, quede a la altura de sus pechos succionándolos uno y otro como bebehambriento. Se quitó la falda y jalo sus tanguitas hacia abajo, quedando de rodillas y entonces desde atrás, me arrodille yempece a lamerlesu rajita mientras le agarraba las nalgas.

La lleve de una mano hacia el sofá, la coloque en cuatroy abrí sus piernas y con dos dedos frote sus rosados labios vaginales y la preparé para recibir mi verga gruesa yerecta. Ella la agarró y la hacía mover sobre la entrada de su raja a modo de lengüetazos y yo me derretía esperando el momento deintroducírsela. Cuando empezó a meterla sentí como se abría para mí, mi vergaentró hasta la base y empece a meter y sacar repetidas veces hasta quesentí un río de leche llenar suraja, acompañado de un prolongado orgasmo de ella.

Se sentó en el sofá, agarro mi verga que aún chorreaba leche y la limpiocon su lengua mientras me miraba a los ojos, para vercómo me relamía de placer. Cuando termino se hecho hacia atrás y yo comencé alamerle la rajay le pasaba la lengua por elano también, haciéndola sentir en el cielo.

Luego de esa culeada que ledi,no se la quise meter por el ano, porque no sé si hubiera aceptado y no quería perder ese momento feliz, para terminar lelamí los dedos de los pies subiendo por suspiernas y dejándole el cuerpo impregnado de mi saliva.

Se vistió sedespidió dándome un beso en la boca, en agradecimiento por los orgasmos que había tenido esa noche.

Al día siguiente, la encontré nuevamente y esta vez, ella me invitóa cenar en suaparta estudio.

Mientras prendía el carrocaí en la cuenta que ella no me había pedido nada a cambio. Seguro me lo pediría prestado en la noche y yo le daría lo quepidiera…ya me había pagado por adelantado y de qué forma…

ConejoCaliente_45

Soy hombre heterosexual

visitas: 2889
Categoria: Jovencitas
Fecha de Publicación: 2018-07-22 22:06:29
Más Relatos Por ConejoCaliente_45
Compartir en:

1 Comentario

Buena imaginación

2018-07-23 21:21:13