En la tarde tuve una breve migraña. Todos los que sufren de esto saben que eso prácticamente te daña buena parte del día, y dependiendo de la intensidad, la semana; al llegar a casa le escribí a Fernando, le mencione que estaba algo cansada, estresada, y en ese sentido necesitaba relajarme. Llego a mi casa alrededor de las 9, nos desnudamos y nos acostamos en mi cama, puse mi cabeza en su pecho velludo y canoso, y paso toda la película acariciando mi cabello, mi cabeza. Él tiene esa característica, sus manos tienen esa magia. Me hizo un delicado masaje en la espalda, no hablamos, yo me concentre en relajarme y él en ayudarme a eso.
En la mañana me despertó su mano, estimulaba mi clítoris, metía y sacaba delicadamente sus dedos de mi vagina, los lamia y los volvía a meter; con delicadeza me penetro, tuve dos orgasmos, él se vino en mis senos, la migraña apenas si la recordaba. Se fue, entre a ducharme, me toque, me vestí, elegí jeans y una blusita. Esta noche no deseo salir, no quiero ni cerveza, ni vino, ni música a alto volumen, solo mi cama, aun no sé si sola o acompañada. SI decido estar acompañada deseo un Fernando, pero él no puede hoy.