Soy “T” una de las mujeres de esta experiencia, soy de las que Siempre me ha gustado leer y voy a ser la pionera en publicar un relato personal para que mis compañeras se animen y sigan con esto.
Recuerdo desde muy niña escaparme a casa de mi tía y leerme todos los libros de la biblioteca hasta los prohibidos, en mí casa había una gran colección de libros y entre ellos encontré mi primer libro erótico, a pesar de ser una niña, ya sabía todo lo referente al sexo, pues me había encontrado una colección de libros de educación sexual en mi casa y como buena niña curiosa me los leí, no puedo describir lo emocionante que fue y lo excitada que me puse muy a pesar de mi corta edad, después de eso comencé a buscar más temas sexuales en los contenidos literarios que pasaban por mí mano, recuerdo leerme más de 10 libros en mis vacaciones eso era comer y leer y cambiar mis braguitas constantemente pues siempre me ponía toda mojada y con mi vagina latiendo, por eso cuando conseguí novio a los 16 años no me fue difícil dejar que me tocará como el quisiera, me encantaba o me encanta el “maniculiteteo”, que me soben toda metan mano bajo mi camisa soben mis pezones hasta hacerlos doler o que me froten una verga hasta q salga fuego entre mis piernas y culmine con una eyaculación prematura de ese novio adolescente amateur pero emocionado.
Mi primera vez fue en un motel con ese adolescente amateur, fue mágico y no lo digo por el lado romántico, sino porque puse a prueba todo ese conocimiento adquirido y me encanto, además ahí fue cuando me enteré de lo fascinante que es tener un pene enterrado en mi vagina, está se hizo para “guardar” ese miembro viril, grueso, largo y erecto; hasta lo más profundo de mi, dándome tan duro cómo policía a un maleante q se escapa, no hay como describir esa sensación de placer que se siente cuando el pene te golpea en lo más hondo y tú no sabes si rendirte o dejar q siga doliendo. Puedo decir con orgullo que me encanta q me duela… y mucho; así como me encanta tener mi boca llena, ese es mi mejor alimento, sentir un pene en mi boca es indescriptible, puedo durar chupándome un pene por horas como si fuera un bombón Boom delicioso, ansiosa por llegar al centro gomoso y que esta fuera mi mayor meta. Es que el pene es el símbolo de mi placer, me encanta que me la entierren duro, suave, agresivo, como ametralladora, empapado, tieso, con condón o sin él; pero q me la entierren y si el hombre sabe cómo manejar mi clítoris tiene el cielo ganado y a esta bandida en bandeja de plata, porque mis amores aunque me encante el pene los dedos son un plus y no hay como mis mil orgasmos producidos por los dedos, ver estrellas inalcanzables porque me estén enterrando esos dedos y no saber dónde están tocando, que tú clítoris arda y sientas un dolor agudo pero delicioso de tanta estimulación, es la sensación más enloquecedora de mi vida, conseguir al hombre que me haga todo eso es lo que necesito, ¿te crees lo suficientemente hombre para eso?