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En las escaleras de un edificio 2019-1

Recordaré una tarde de jueves con mi novia de entonces Denisse y su amiga Marisella.Las describiré para que puedan imaginar lo sucedido lo más realmente posible: Denisse era bajita 1.60 aproximadamente, súper blanca y un poco pecosa de cara, era de esas gorditas medio tiernas medio diablas y obviamente con un par de tetas bien jugosas gracias a su contextura. Marisella era su antítesis: 1.67, delgada; de piel delisiosamente bronceada, tenía unas piernas largas y firmes que esa tarde hicieron mis delicias. Su cabello era castaño oscuro, delgado y liso y unos intrigantes ojos verdes que jugaban con su nariz aguileña. Denisse estudiaba en el Lausana por lo que su uniforme constaba de un saco beige  cuello en v y falda café cortica. Marisella no recuerdo donde estudiaba, creo que en el Rochester su saco igualmente era cuello en v pero rojo y su faldita era roja a cuadros azules, colores que le quedaban muy bien. Las dos vivían en el mismo conjunto de apartamentos en el salitre en  Bogota. Esa tarde estábamos como tantas otras sentados en las escaleras del edificio de Denisse (vivía en un quinto piso), escuchando música en un radio conectado desde su apartamento y hablando cosas sin importancia. Las escaleras eran totalmente oscuras sin importar si era de día o de noche ya que no tenían entrada de luz, solamente cuando alguien subía o bajaba se prendía el interruptor automáticamente por un minuto pero a esa hora (4pm) no eran muchas las personas que circulaban por el edificio y al estar el apartamento de Denisse  en el ultimo piso nadie subía hasta allí ya que su madre llegaba tarde, y el otro apartamento del piso estaba desocupado.

Mientras hablábamos la conversación se iba poniendo cada vez más caliente. Pasamos de hablar del estudio y las tareas a quienes estaban buenos, que sabíamos de las vidas sexuales de los demás y un poco de las nuestras. Marisella se divirtió bastante cuando le contamos que la mamá de Denisse nos había pillado en pleno ajetreo en su propia cama. Eso fue justo el día del cumpleaños de Denisse y como cayó un martes la mamá le dio una serenata y una pequeña reunión ya que la gran fiesta por ser el cumpleaños más importante para las adolescentes en Colombia seria el sábado. El caso es que todos los invitados eran amigos de la oficina de la mamá por lo que Denisse y yo habíamos decidido hacer nuestra fiesta aparte. Nos fuimos a la habitación de la mamá y en su propia cama empezamos a besarnos, de allí pasamos a las caricias y pronto al manoseo, casi sin darnos cuenta resultamos desnudos por completo y teniendo una muy buena sesión de sexo hasta que entró la mamá y se armó.Antes de esa tarde yo no había hablado nunca con Marisella pero me pareció bastante arriesgada y divertida y me causó curiosidad que al estarle contando la anécdota en la cama de la mamá nos pidiera detalles explícitos sobre lo que hicimos y como lo hicimos, Es mas en un momento en que se prendió la luz vi como me miraba fijamente e incluso con algo de excitación mientras le narraba lo sucedido.Una vez nos quedamos nuevamente en tinieblas Denisse quien al parecer también se había excitado un poco recordando esa noche empezó a besarme  lo que hizo que nos olvidáramos de su amiga. Como a los cinco minutos se prendió la luz y sonreímos los tres al ver la escena: Denisse con su camisa medio desabrochada y yo con la cremallera abajo. Me recosté contra el muro y Denisse contra mí mientras Marisella se sentó un escalón más arriba. Se volvió a apagar la luz y continuamos en lo nuestro, Nuevamente me vi excitado por las caricias de Denisse lo que me llevó a buscar involucrar a Marisella en el jueguito ya que supuse si después de lo que vio no se había ido es por que quería participar, así que mientras Denisse me besaba y mordisqueaba mi cuello yo con mi mano izquierda acariciaba su espalda buscando el broche de su sostén y con la derecha buscaba a tientas a Marisella.Lo primero que encontré fue su tobillo el cual toqué muy suavemente como simulando un roce desprevenido, Como no lo quitó fui subiendo muy lentamente mi mano por la parte baja de su pierna mientras la acariciaba; Al llegar a su rodilla noté que la corría pero mas que para alejarse era para facilitarme el camino. Supongo que Denisse sospechaba algo de lo que estaba pasando por que a pesar de estar concentrada en lo nuestro, de vez en cuando intentaba seguir el rastro de mi brazo derecho lo cual yo sutilmente le impedía mientras hacia malabarismo con mi mano izquierda. Ya había desabrochado hasta la mitad su blusa y abierto el broche de su sostén con lo que había liberado sus pechos y comenzaba a chupárselos alternadamente. Eso bastó para que se olvidara de mi otra mano y me dejara hacer.Con el camino libre y la ayuda de Marisella continué mi exploración rumbo al norte llegando a la parte media de sus muslos y el borde de su falda. (Los que hayan tenido el placer de la situación recordarán que ese punto es sublime). Lentamente fue abriendo sus piernas como autorizándome seguir adelante. Mientas tanto Denisse no perdió el tiempo y ya había metido sus manos entre mi bóxer comenzando a sobarme suavemente como sabe que me gusta: Primero las bolas como jugando con ellas a pesarlas y rotarlas y luego el pene en un suave sube y baja que me arrancaron unos gemidos involuntarios los cuales excitaron tanto a Denisse, la que me apretó fuerte, como a Marisella quien cerró sus piernas aprisionando mi mano; Pero todavía me faltaba la mitad del camino  así que como serpientes fui moviendo mis dedos con rumbo fijo hasta las puertas del paraíso.Debo confesar que al llegar a la siguiente base no me encontré con mi material preferido para la ropa interior (algodón), sino con una tanguita de licra y algo de bordado, pero que con lo húmeda que estaba me gustó mucho igualmente. Fue fácil hacerla a un lado y dejar que primero mi conquistador dedo índice explorara el terreno: Una vulva larga y delgada con poquísimo vello que contrastaba con la que acariciaba ya con mi otra mano: Denisse no se depilaba y además como era bajita y gordita su vagina parecía una reproducción a escala, era cortica, abultadita, como para comérsela a besos. Con una mano en cada pubis de esas dos amigas era conciente que era lo máximo a lo que podría aspirar por esa tarde ya que Denisse no había dado muestras de querer compartirme con su amiga y se que a regañadientes y para no perder el placer que estaba sintiendo en ese momento aceptaba lo que podría y suponía que estuviera pasando con Marisella y mi otra mano.Yo mientras tanto y a pesar de la penumbra absoluta cerré mis ojos y me dediqué a disfrutar del momento: mover en circulo mi dedo índice sobre el clítoris de Marisella mientras la penetraba suavemente con el dedo medio y con la otra mano apretar y rozar la vulva de Denisse mientras ella me masturbaba en un crecendo que hizo que me viniera entre los sordos gemidos de los tres.Cuando retiré mi mano de la entrepierna de Marisella y sin que Denisse se percatara, Marisella pasó rápidamente su mano sobre mi miembro recién derramado limpiando lo que pudo llevándose los dedos a su boca para saborearme.

fateman

Soy hombre heterosexual

visitas: 2198
Categoria: Jovencitas
Fecha de Publicación: 2019-02-21 05:47:06
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