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Mi trió con los gemelos fantásticos

“J”

Ha pasado un largo tiempo sin escribir, la verdad hemos estados muy ocupados porque la empresa está pasando por una auditoria que vino desde Bogotá y que nos ha tenido a todos corriendo; gracias a esta, hemos tenido flujo de nuevo personal en la oficina; un auditor, el señor “PI” que es muy estricto y quiere todo a la perfección y sus colaboradores los hermanos “LU” y “LA” que hacen parte del control de documentos y revisan que todo este como al señor “PI” le gusta.

Como secretaria de la señora “D” tengo que estar al pie con ellos para entregarles toda la documentación que ellos exijan. Debido a ese contacto me hice gran amiga de “LA”, es una mujer súper divertida y no tiene mucho reparo en decir las cosas, de paso que es muy bella, con un cabello rojo como fuego, tanto que parece tinturado y un cuerpo que, aunque no es delgado tiene las curvas exactas para ser sexy y como es alta se ve estilizada y elegante, sinceramente desde el principio me pareció divina.

Con “LU” me pasó todo lo contrario, él es un hombre mucho más serio y de poco hablar, solía mirarme como si fuera un bicho raro y debido a mis comentarios según el “pocos maduros”, tendía a resoplar y exasperarse cada vez que decía algo, así que intente no involucrarme con él; no se puede negar que es igual de sexy a su hermana también y comparten ciertos atributos físicos como el cabello, la forma de la nariz entre otras cosas, pero lo que más sobresale en él, es el cuerpo, este hombre es un adonis, me recuerda a ese tipo de la película de los strippers... el que se casó con Sofía Vergara, un completo macho construido en un gimnasio, sexy como él solo y fornido por todas partes; debajo de ese traje que se trajo de Bogotá, sin conocer el clima, era casi imposible ocultar ese cuerpazo, que aun todo sudado se veía como de película para adultos se ve súper hot como en plan de obreros caliente.

El ultimo día del proceso de auditoria decidimos salir todos en una fiesta de integración, ya después de mucho trabajar estábamos que nos moríamos por salir de la oficina, fuimos a un restaurante primero, todos cenamos y el señor “PI” compartió unas palabras con nosotros, donde nos deseaba suerte con los resultados y concejos de cómo mejorar los procesos, sinceramente no escuche mucho, pues me la pase hablando con “LA” todo el tiempo y casi ni le entendí al señor, durante la cena todos nos entonamos con unas bebidas, esta oficina es de alcohólicos, siempre termínanos más contentos después de dos cervezas o más, así que el señor “A” sugirió ir a un bar a terminar la noche, todos fuimos menos el señor “PI” que dijo que tenía cosas que hacer; sinceramente no soy mucho de bares y las fiestas de la oficina por lo general son en cabañas, apartamentos, hoteles, pero en bares pocas veces hemos ido.

Al llegar al bar y sentarnos en una mesa pedimos una botella de tequila y comenzamos a bailar, a mí me saco el señor “Y” a bailar, por lo general siempre bailamos los dos porque los demás bailan muy mal y el señor “Y” es un experto bailarín, así que nos gozamos la noche los dos, ya entrada más la noche todos estaban muy tomados, la señora “D” estaba inquieta y mirando a cada rato el reloj, el señor “A” estaba besando a una desconocida en la barra y el señor “JO” con la señora “N” hablaban con “P” sobre un encuentro futuro o una salida pendiente, no logre entender muy bien,los demás bailaban y tomaban, “LU” se había ido y me encontré bailando con “LA” en medio de la pista, esa mujer me volvía loca, se me pegaba, se agachaba, me tocaba, y yo ni corta ni perezosa, la abrazaba, nuestras bocas se rosaban, entre tanto toque y toque ya comenzaba a sentirme excitada, mi pequeña amiguita se estaba comenzando a humedecer y latía como loca, “LA” me sugirió irnos a su hotel para seguir la fiesta allí, les confieso que tenía mucho tiempo sin que alguien me tocara, mi última experiencia fue en el avión a Canadá y no había podido salir con nadie más que valiera la pena, así que accedí a ir a su habitación de hotel con la ilusión de volver a sentir lo que sentí esa vez en el avión.

Cuando íbamos en el taxi, tocándonos, besándonos, “LA” sobaba mis senos suavemente, no me importaba lo que pudiera pensar el señor del taxi, yo solo quería que ella metiera ya su mano dentro de mi ropa interior, así que como ella no lo hacía yo fui directo a donde quería llegar y metí mi manos bajo su falda, sobe tiernamente su hinchado clítoris, que sobre sus bragas ya se sentía en llamas, ella jadeo mientras nos besábamos y abriendo mi camisa logro sacar mi pezón por encima del sostén y así pellizcarlo, fue tanto lo que sentí que tuve que soltar su boca y jadear fuerte por lo rico que se sintió. Estábamos a punto de quitarnos la ropa cuando el taxi paro frente a su hotel, nos acomodamos la ropa lo más rápido que pudimos y en todo el camino íbamos riéndonos de lo bochornoso que nos sentimos cuando el señor del taxi nos dijo que ya habíamos llegado, mientras subíamos en el ascensor nos besábamos de una manera súper apasionada, al llegar a su habitación realmente no me pare a observar el lugar simplemente seguí besándola y tocándola, logre quitarle la camisa y ella arranco la mía, dejándola sin dos botones, ya estando desnudas de la parte superior tome sus senos y los masajee, primero suavemente y luego duro, pellizque esos pezones con la intención de darle un relampagueo de placer, ella rodo los ojos y arqueo su cuerpo como respuesta a mi toque, era la primera vez que hacía que una mujer se sintiera bien en mis manos, ya no era la única que recibía, eso me emociono mucho, mordí sus senos y chupe con mayor ímpetu; mientras ella jadeaba y se retorcía en mis manos; mi pantalón lo tenía completamente húmedo y ella con su mano estimulaba mi clítoris por encima del pantalón. Comenzóa ser más activa, me besó el cuello, pasando por mis senos, jugando con ellos, los chupo, jalo, mordió, soplo, en cada cosa que hacia yo sentía una corriente que pasaba de mis senos hasta la punta de mis dedos del pie y mientras su mano se adentraba en mi pantalón, hasta llegar a mi clítoris estaba muy lubricada, con un solo dedo me penetro, sacando mis jugos jugando con su dedo en mi clítoris por un tiempo, no sé en qué momento me quito el pantalón, ni en qué momento ella se quitó la falda pero las dos estábamos besándonos, tocándonos hasta lo más profundo y jadeando justo en el borde de su cama y yo todavía no sabía ni como se veía el cuarto.

De repente ella me empuja en la cama y me abre las piernas; sentir ese calor delicioso que salía de su boca, solo con tocar mi vagina fue suficiente para hacerme llegar al primer orgasmo, grite fuerte aunque fue un orgasmo un tanto corto, tenía mis manos en su cabeza, mientras ella hacia su trabajo en mí, fuertemente chupaba mi clítoris y metía y sacaba sus dedos; podía sentir como dentro de mí se hacía un ruido con mi humedad y entre más sonaba más húmeda me ponía, “LA” mordió mis labios fuertemente y eso me llevo a un orgasmo súper intenso en el que no pude evitar llorar y gritar hasta que me quede sin aire. Yo también quería hacerlo así que cambie de posición con ella y comencé a hacerle sexo oral, era la primera vez que lo hacía y su vagina se me hizo tan deliciosa, que quería seguir lamiendo ese clítoris como el chicle más dulce que haya probado en mi vida, metí mis dedos y mirándola a los ojos, los chupe degustando su sabor indescriptible con mi lengua, ella se veía sonrojada, excitada y con su mirada me decía que quería más, así que seguí metiendo mi dedo índice, primero suave, luego más rápido, ella comenzó a jadear fuerte así que introduje un dedo más, mientras con mi otra mano estimulaba su clítoris, frotándolo fuerte, ya podía sentir que se acercaba su orgasmo; cuando explotó, llego junto con un chorrito de líquido caliente, se agarraba de la cama con tanta fuerza, arqueaba su cuerpo; podía ver sus venas en el cuello sobresalir y su grito tan extremo, que fue la mejor experiencia de mi vida, ver como ella lograba su gozo y apretaba mis dedos dentro de su vagina.

Cuando estaba a punto de seguir la faena con mi nuevo descubrimiento, de lo rico que me parecía su vagina y seguir intentando chuparle el clítoris, sentí unas manos se posaban en mis caderas, junto con una presión de algo en mi vagina, sin dar mayor aviso fui penetrada fuerte, di un salto por la sorpresa, me sorprendí aún más al darme la vuelta y ver que el que me estaba penetrando era “LU”, estaba desnudo, con los ojos de maldad, lamiéndose los labios, diciéndome “sigue, yo también te hare volar” y comenzó a penetrarme duro, ahí fue que me di cuenta que los hermanos compartían habitación y que “LU” había visto todo lo que estaba haciendo con su hermana.

Mis experiencias con las penetraciones han sido desastrosas, pero no sé si es porque estaba ya sobre excitada que no me importo lo que él me estaba haciendo, se sentía delicioso y los jadeos de “LA” me estaban volviendo loca, “LU” comenzó a sobar mi clítoris, frotándolo fuerte mientras me penetraba, y yo comencé a jadear con el clítoris de “LA” dentro de mi boca, comencé a tener un orgasmo, pero no me separe del clítoris y lo mordí inconscientemente, en ese momento llegamos las dos fuerte al orgasmo pero “LU” seguía penetrándome, sobando mis senos, eso combinado con mi orgasmo anterior estaba por volarme la cabeza y “LA” para no quedarse corta en lo que me estaba haciendo “LU” me comenzó a mordisquear los senos, llego a un punto donde ya no podía más y explote fuertemente, pude sentir como salía de mi chorros y chorros de algo liquido mientras “LU” me penetraba, grite tan fuerte hasta que me quede sin voz y me derrumbe en la cama.

Pasamos toda la noche dándonos placer los hermanos y yo, puede que mi primera experiencia teniendo relaciones con un hombre no haya sido nada placentera y más bien traumática, pero lo que pase con los gemelos fue inexplicable, totalmente sin palabras, una experiencia que espero volver a vivir en muy poco tiempo y también creo que comienzo a volverme adicta a esto del sexo.

Los de la oficina

Soy hombre heterosexual

visitas: 1623
Categoria: Tríos
Fecha de Publicación: 2019-05-07 22:30:07
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