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Nos encontramos en el río, Con una botella de licor y con nuestro relatos eróticos bajo el brazo, Un poco embriagados e iluminados por la luna, le hablaba de mí amado, el me hablaba de la suya, entre tanta ausencia y dos almas solitarias bajo la sombra de un Saman, abrí mis 4 labios temblorosos...nos poseimos hasta el amanecer.