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Segundo encuentro con Kelly

Sucedió una mañana, desde el día anterior habíamos quedado de vernos, pues las ganas eran cada vez mas desde que nos conocimos.

Planeamos encontrarnos a la salida de su colegio pues ella ese día salía mas temprano que de costumbre, y así podría volarse de sus padres unas dos horas.

Eran las 10:30 y yo estaba a una cuadra y media de su colegio, en mi mente ya soñaba con su piel blanca, delicada, sus senos en mi boca y su manjar húmedo, ella no había llegado y yo tenia mi pene a reventar. No se tardó en llegar, se podía ver tan inocente en su uniforme de jardinera de cuadros, y una blusa blanca, me saludo efusivamente mientras se comía un helado, la miraba como chupaba ese helado y anhelaba que terminara pronto para ver como chuparía mi pene.

Empecé a conducir buscando un motel, el mas cercano quedaba mas o menos a unos 30 minutos, hablábamos, ella termino su helado y me dio un gran beso, fue tal la emoción y las ganas que teníamos que me sugirió que aparcara en un lugar no muy transcurrido, así que eso hice, al parquearme me dijo mira lo que tanto te gusta, subió su pierna izquierda sobre el asiento, posicionándose en frente mío, levanto su jardinera y empezó a acariciar su vagina por encima de un tierno panty de Hello Kity, con su otra mano desabotono tres broches de su blusa, quito el broche de su brasier blanco que era de los de adelante y dejo salir sus tiernos senos. No podía creer que esta chica, virgen, y apenas iniciando en el mundo sexual, no se apenara tocándose frente a mi, mirándome a los ojos y provocándome.

-Dijo: “Te gusta mi conchita”

-Yo: “Me encanta, pero me gusta mas verla humedecida y ganosa de verga”

Inmediatamente corrió ese pequeño panty y paso su dedo desde su hoyito hasta su clítoris, a la vez mordía sus labios y me dijo: “Te vas a quedar mirándome? O por fin hoy me quitaras la virginidad”.

Le pregunte si quería que lo hiciéramos ahí, en el carro, aparcados en mitad de una calle. Me dijo: ”Lo único que deseo es sentir tu pene dentro de mi y no aguanto mas”.

Me le abalance encima, besaba su boca de labios gruesos, mientras tocaba esos ricas tetas, a pesar de ser no muy grandes, eran redondas y su pezón rosadito, al verlas provocaba chuparlas, seguía besándola mientras bajaba mi mano por su abdomen hasta llegar a su conchita, ya estaba algo mojada y suavecita, con la yema de mis dedos empecé a tocar su hilito húmedo y a llevar aquella humedad por toda su vulva y su clítoris, lo hacía suave y ella cada vez estaba mas mojada.

De pronto cogió su mano y la puso sobre la mía y dijo “mete un dedo, no aguanto”. Me apretó la mano y mi dedo pudo entrar fácilmente, tenia su vagina caliente, ubique su punto G, poco tiempo después me pidió que intentara introducir un dedo mas, era delicioso ver la respuesta de su cuerpo al sentir como era penetrada por otro dedo mas, sus gemidos eran suaves y placenteros a mis oídos, yo besaba fuertemente ese par de senos y sentía como se contraía su vagina en mis dedos, ya cuando estaba muy humeda y lo suficientemente dilatada como para recibir mi pene me posicione frente a ella y empecé a sobar mi glande con su clítoris, sobando desde su cuevita hasta su clítoris.

Empecé a tratar de meter mi pene pero no se si era por la posición o aun estaba demasiado apretadita pero no lograba entrar mi pene, ella me decía que le dolía un poco y me pidió que me acostara y que ella se haría encima para intentarlo. Pues así fue, me relaje en la silla del carro, ella tomo mi pene con su mano derecha y empezó a jugar con el en su conchita, poco a poco fue introduciendo mi verga en esa conchita rosadita subía y bajaba sobre mi glande, era deliciosa, se sentía caliente, húmeda, suave y apretada.

De pronto cuando iba por unos 5 centímetros se dejó caer sobre él, apretó sus piernas, me agarro fuerte y pude notar como salía una lagrima de sus ojos, estuvimos unos instantes inmóviles, pero se le notaba en su respiración lo caliente que estaba, poco a poco fue moviendo sus caderas, me dijo lo mucho que deseaba ese momento y que le encantaba como se sentía un pene adentro.

Ya cuando ella se estaba moviendo como poseída por el deseo y su dolor se había ensordecido por la excitación fui yo quien tomo el control, le empecé a dar unas embestidas como animal y ella cada vez gemía más duro, no se cuanto tiempo paso hasta que pude sentir que sentir que llegarías juntos al orgasmo.

Descansamos un poco, nos organizamos, la acerque a su casa y ella se bajo del carro como si nada hubiese pasado, una dulce e inocente chica de colegio.

Desde ese día, ella me pedía que la recogiera una vez cada 8 o 15 días a la salida del colegio, o en algunas ocasiones nos veíamos antes de entrar a clases, siempre lo hacíamos en el carro pero esas son historias para otra ocasión.

andres0713x

Soy hombre heterosexual

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Categoria: Jovencitas
Fecha de Publicación: 2020-09-19 16:28:22
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