Todo comenzó un día, como casi todos los jueves, que ella sale temprano de su trabajo yo la recojo y vamos a motelear a diferentes moteles de la ciudad (Nos gusta variar). 

Ese día fuimos a un motel que da en frente de un edificio resistencial. El motel tiene ventanas polarizadas cosa que los de afuera no ven hacia dentro, pero desde dentro si vemos a los de afuera por la luz del sol.

Ya llevabamos varios polvos y alcanzabamos a ver la gente en los edificios, pero sabíamos que ellos no nos observaban... Ya como tipo 6:30pm que se estaba oscureciendo, ella enciende la luz y pues obvio los de afuera nos podían ver, así que yo me levanté a correr las cortinas y ella con cara pícara me dice que no las cierre. Yo me quedé: –En serio, los de afuera nos ven... Y ella me dice: –Pues rico, no? Al oir eso sentí una excitación gigante y la comencé a besar, la coloqué de frente a la ventana y le pregunté: –Te gusta que te vean (mientras le acariciaba el clítoris) ella responde:–Sí, quiero que vean como me haces tu perra.

Comenzamos a besarnos apasionadamente (ella dando la espalda a la ventana) cuando alcance a ver un tipo en un balcón hablando por celular. Inmediatamente la giré y le quité el brasier y le dije: –Mostremosle esas tetas tan ricas que tienes! Ella estaba muy excitada y se levantó de la cama y abrió la ventana – Para que vea mejor nuestro amigo. Se puso en 4 dejando su rico trasero a la vista del tipo del balcón y me lo comenzó a chupar. En ese momento me dí cuenta que el man sí estaba viendo y se ponía la mano el paquete sobre el pantalón, eso me puso a mil. 

Ella se subió a mi verga y comenzó a mover el culo más de lo normal, y de vez en cuando miraba a nuestro amigo... El tipo sin dejar de acariciarse sacó el celular y estaba como grabando, eso creo. En eso le digo: –Así mi amor, ese tipo se está masturbando... Y ella más se movía hasta que se vino y se retorcía del orgasmo tan rico. Ahí mismo la puse en cuatro cosa que el man la viera de frente. Ella se miraba de vez en cuando para allá y se excitaba bastante. Ahí yo me vine a chorros ( Y eso que era ya el cuarto o quinto polvo). 

Al final ella se levantó y corrió la cortina lentamente, mientras se agarraba las tetas para el deleite de nuestro vecino.

Desde ese día, me encanta que los tipos la morboseen en la calle, en el mercado, a cualquier lado que va conmigo y que sabemos que habrán muchos desconocidos, le pido que se vista sexy. Ahora los jueves vamos a un almacén de cadena, ella se cambia en el baño, se pone su ropa sexy y compramos así sea 4 cervezas, solo para el morbo que nos da y luego ir a culiar bien rico.

Después les cuento cosas que hemos hecho en lugares públicos.