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Ella es un volcán dormido, es una explosión de sabor dulce y salvaje. Lejos de ser explicita, más bien, guarda en su ser un lado sensual y suave pero a su vez, una parte atrevida y misteriosa. No le urge lo evidente, el sexo puede esperar... Su voz es sutil pero imponente, es franca pero sensible, es de ojos claros y mal geniada, pero a su vez suspicaz y conciente.
Es arriesgada pero consecuente, escoge el sexo anal antes que el vaginal, es mente abierta pero limitada, es una muñequita, pero no inmaculada... Es solo ella.