Cerca a mi casa, hay un lugar en que en las noches se paran travestis ofreciendo sus servicios. 

Cuando uno hace el pare, sacan provocativamente la lengua, muestran sus culos, acarician sus tetas, lanzan besos y piropos. De ver algunas trans bellas, de bellos senos y fenomenales culos, fui alimentando la fantasía de ir a la cama con una de estas chicas.

La primera experiencia se limitó a un buen oral, pues ella era muy distinta a su foto.

La segunda fue con una chica de ademanes muy femeninos, que era más gay que travesti. Su largo oral fue maravilloso y me gustó mucho como me cabalgó.

La tercera con una trans negra, trozuda, amante espectacular, que me acarició de manera maravillosa. Pero aún estaba yo con muchas limitaciones y desafortunadamente no volví a encontrarla.

Luego encontré a Spanic. Viste muy femenina, de gran elegancia, una sensual lencería. Llegamos al motel y me regaló deliciosos besos, mientras se quitaba su vestido y quedaba en lencería. Yo sentado, ella de pie y mis manos recorrían sus piernas y nalgas. Se arrodilló, besaba, lamía, chupaba, se tragaba mi verga. Y yo, después de lubricarla con ky, metía un dedo en su culo. Gemía y se movía con delicadeza. Me puso un condón y empezó a cabalgarme de frente. Me extasiaba viendo su bello rostro, acariciaba sus nacientes senos -se aplica hormonas-, apretaba sus nalgas. Fue girando y quedó de espaldas a mi. Un bello culo, pequeño, redondo era mi panorama y la música su suave voz y sus gemidos. A punto de llegar, se bajó y mi leche quedó en su vientre, la recogía con las manos y la llevaba a su boca y me besaba.

Hablamos un poco, me contó que era totalmente pasiva y otras cosas.

Pasamos al diván. Me hizo oral de nuevo, se puso de espaldas para clavarse, pero la levanté de manera que su culo quedó en mi boca. Empecé a lamerlo y chuparlo. Ella se tragaba mi verga, se deslizo y de frente a mi se clavó mi verga y con fuerza se movía… otro delicioso polvo.

De nuevo en la cama, me besaba y acariciaba de pies a cabeza. Yo estaba recostado a la cama y comenzó estando de lado a mamar. Nunca había visto a alguien mamar con tanto gusto, mientras yo metía dos dedos en su culo. Mi verga llegaba a su garganta, su cara de placer era maravillosa. Que hijueputa, me dije. Y la acomodé de manera que pude chupar su culo, cogía su verga con mi mano y me decidí… empecé a besar y lamer su verga, la metí a mi boca y la chupaba con fuerza como ella a mi. Se puso entonces en cuatro y la clavé con fuerza. Sonaba mi pelvis al chocar contra sus nalgas, ella se movía rápido, mi mano por debajo la masturbaba y sentí como salía su leche. Ufff. Me tiró a la cama, empezó a mamar y masturbar, recibió mi leche en su boca. 

Estuvimos dos maravillosas  horas más. A los pocos días ella me buscó y nos juntamos de nuevo. Empezamos a vernos con alguna frecuencia y la semana pasada me hizo un regalo. Llegó con una negra divina. Ya les contaré.