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Diré de mi que me llamo BRIGITTE tengo 26 años, vengo de una familia numerosa donde las mujeres somos el factor clave y ponemos la fuerza para mantener la familia, soy una de la mitad, me considero muy superior a lo normal en belleza modestia a parte, soy blanca cabello castaño largo liso hasta mi cintura, mis ojos son color entre verde y miel claros, mis senos no son grande pero mis pezones cafés claritos de aureola pequeña pero pezón pronunciado y muy muy sensibles, mi cuerpo es bonito pero no hago mucho ejercicio la verdad y mi cola es redonda carnudita de las que son ricas azotarlas por el movimiento oscilante; Nunca fui ingenua ni mojigata, más bien curiosa y con el tiempo bi-curiosa al descubrir que hay placeres que no te puedes negar o ignorar, sin embargo siempre había manejado una personalidad discreta y un poco conservadora ante mi familia y algunos amigos, pero mi mente siempre quería buscar más y explorar mi sexualidad.
Me case muy joven como a los 20 teniendo un hijo y una relación que no funciono por infidelidad con una de mis hermanas, pero eso es otra historia, y eso me llevo a soltarme y explorar más mi vida sexual sin terminar haciendo cosas de las que pudiera arrepentirme más adelante, conocí un chico especial con el que nos enamoramos al que llamare Andrés, el es increíble y aunque le he demostrado lo delicioso que me gusta estar con él y explorar la sexualidad juntos Andrés es muy tímido e inseguro al momento de hacerme suya, les aclaro no es que no sepa como hacerme excitar o dar placer, sino que siempre es muy tímido, me trata suave con cariño muchas caricias, sus palabras durante el acto son lindas haciéndome sentir amada y protegida muy rosa diríamos las mujeres, como me penetra es cortes y suave así como cuando me ha de hacer sexo oral besa mis labios vaginales con mucha delicadeza y ternura al punto que nunca he logrado he logrado que me haga venir solo con sus lamidas o con sus dedos los que me mete con mucha suavidad, y al terminar a veces lo hace dentro de mi y otras lo saca y se viene en mi abdomen o mis nalgas si me giro para que me penetre en forma de perrito que me encanta esa pose.
Me encanta ver videos porno, algo a lo que le cogí gusto después de que mi primera pareja me fuera infiel y darme cuenta que me hacia falta mucho placer en la intimidad o descubrir que había infinidad de formas de disfrutar en pareja, con Andrés el sexo siempre ha sido delicioso pero sentía que algo me faltaba o debía explorar y ojala fuera con él que me demostraba amarme y aceptar mi vida común o poco extrovertida hasta ese momento; Gracias a los videos porno y charlas con mis amigas sobre sus experiencias sexuales entendí que Andrés nunca tomaría la iniciativa para abrir nuestras mentes y hacer lo que mis amigas llaman juegos sexuales en pareja, así que decidí entonces tomar yo la iniciativa y comenzar al insinuarle como quería ser yo tratada a veces en la intimidad y las cosas que deseaba me dijera mientras lo hacíamos o que me tratara rudo, fuerte algo salvaje para avivar nuestra pasión, bueno la mía que quería más placer y la de él que de seguro como todos los hombres buscarían al darse cuenta que deseo más pasión, quizás tratarme como su muñeca sexual o como puta (pensar en esa palabra mientras la escribo me eriza la piel imaginando que cuando esta cogiéndome me la grite a mi cara haciéndome sentir sucia para él).
MI estrategia se basó en provocarlo e insinuármele para mantenerlo caliente y con deseo de querer explorar más conmigo, al principio fueron cosas que debí explorarlas o haberlas hecho cuando era más niña, ¡comencé a enviarle mensajes como “! que rico cuando me penetras con tu miembro ¡”, o “! quiero que llegues y me dejes mamarlo bien sabroso amor ¡” y al principio no me los respondía pero ese día llegaba del trabajo muy excitado y apenas acostábamos al niño comenzábamos a hacer el amor, me quitaba la ropa con delicadeza y comenzaba a besarme todo el cuerpo muy tiernamente y apasionado pero no lograba que me hablara fuerte o me dijera cosas subidas de tono como lo deseaba; Un día se me ocurrió ponerme falta y dejarme sin ropa interior y así tomarme una foto desde abajo mostrándole mi vagina bien depilada y muy mojada por la excitación de lo que estaba haciendo, puse un dedo en mi boca y tome la foto ¡ ufff ¡ confieso que tuve que tocarme mientras miraba mi foto, mi primera foto sexual y fue tan excitante que hasta no llegar al orgasmo no pare de masturbarme y luego me tome la foto con las piernas completamente mojadas de mis fluidos y luego tome otra mostrándole mis dedos llenos de fluidos y luego una cuarta metiéndomelos en la boca.
Fue la primera vez que probé como sabia mi corrida y era una sabor ácido fuerte pero a la vez con un dulce a caramelo, deje mis dedos limpios y a mi mente llego una iluminación, si mi corrida sabía tan delicioso quizás si dejo que Andrés termine en mi boca lo voy a disfrutar mucho y en ese momento le envié a mi hombre la primera foto con una frase que decía “! Así te estoy esperando en casa para darte tu mejor mamada ¡”, Andrés no me respondió nada en la primera hora, así que decidí enviarle la segunda foto con mis piernas lavadas (aquí debo confesar que era mi primera vez con un orgasmo tan prolongado y húmedo pues mis piernas temblaron un rato mientras mis fluidos goteaban y mojaban las piernas que estaba enviando en la foto); Al enviarle la foto a Andrés le envié un mensaje diciéndole “! Mira como me mojo pensando en cómo me vas a clavar ¡” pasaron dos horas esperando que me respondiera algo en los mensajes y sin embargo solo me envía emojis de asombro o de estar sudando, pero lo que yo quería era que me dijera que deseaba hacerme suya o que me enviara una foto como la que le enviaba mostrándome su pene completamente duro y eso nunca paso.
Mi ansiedad me tenía en vilo al ver que no me respondía así que me prepare para recibirlo cuando llegara pues esta vez sería yo quien lo recibiera al entrar y acosté al niño temprano, me quedé con la falda y me quite el sostén dejándome cubierta por una chaqueta que al abrirse dejaba ver mis senos, me pinte la boca de un rojo carmesí puse una silla al frente de la puerta de acceso a nuestro apartamento y allí me situé con las piernas abiertas mientras lo esperaba pues ya era la hora en la que siempre llegaba, no sin antes enviarle la foto donde me chupe los dedos diciéndole “! Así te la quiero mamar ¡”, mire por la ventana lo vi ingresar por la portería e inmediatamente me situé en posición de perra en celo con las piernas abiertas y sin bragas con la chaqueta medio abierta cosa que lo que viera de primeras fuera mis tetas al aire y mi vagina sin calzones ya húmeda por la excitación.
Cinco minutos de ansiedad pura fueron suficientes para verlo abrir la puerta y quedar petrificado ante la visión de su mujer en celo lista para ser follada como una puta; Así quería que me viera como su puta, Andrés me miro de arriba a bajo y sus mejillas se colorearon al contemplar que no llevaba bragas ni sostén que solo tenía mi falda y una chaqueta dejando ver mis tetas al aire, sus piernas flaquearon claramente y lo que llevaba en las manos lo dejo caer al piso. Yo me sentía poseída por la lujuria pues al verlo así estupefacto me excito tanto que procedí a hincarme ante él en cuatro y quitándome la chaqueta para que mis tetas se bambolean comencé a gatear hasta el lugar donde se quedo petrificado, de manera lenta y pausada me le acerque hasta quedar arrodillada delante de sus piernas y como si fuera una experta desabroche su pantalón hasta arrancarlo por completo observando ante mi su miembro que como buen caballero ya se había levantado ante mis asechanzas y lujuria, solo lo mire a los ojos de la manera más pervertida y puta que podía imaginarme pues nunca se me ocurrió ensayar mi mirada ante el espejo para ver cómo podía seducirlo mejor; Cogí entre mis manos esa herramienta de placer y le dije algo que nunca imaginé ó pensé que saliera de mi boca pero que sí había escuchado una par de veces en las películas porno que miraba y me parecía muy sucio referirse así a un hombre antes de empezar una felación “! Quiero mamarte la verga hasta que me la llenes con tu semen ¡”.
Solo me quede impávida unos instantes como intentando comprender porque le dije eso que no había pronunciado nunca aunque muchas veces lo quise hacer mientras lo hacíamos juntos pero me daba pena, pero al ver su cara de ansiedad y deseo sin miramientos introduje la cabeza de su pene entre mis labios sin perder la lujuria que me provocaba portarme tan puta como lo estaba haciendo en ese momento, chupe y lamí con deseo al punto que por momentos perdía la razón y me lo metía hasta el fondo de mi garganta y luego jugaba con sus bolas entre mis manos masajeándolas pero veía que a veces me pasaba y lo lastimaba, solo me lo sacaba para lamer todo su tronco y chupar uno o el otro testículo como nunca lo había hecho, volví a mamársela completa hasta atragantarme y mi instinto me pidió bajas una mano y frotarme el clítoris dándome placer mientras tragaba esa rica verga, no se cuanto tiempo pasaría hasta sentir como sus piernas flaquearon y lo vi agarrarse de la pare del pasillo mientras mi garganta recibía una descarga de semen, un segundo disparo que me atraganto haciendo producir un gemido gutural que no supe de donde me salía, pero Andrés en un momento de lucidez intento sacarme su miembro de mi boca haciendo que la siguiente descarga fuera sobre mis tetas, eso me molestó porque yo quería todo su semen en mi boca así que intente volvérmela meter pero Andrés frenaba mi cabeza impidiendo que me tragara y sus disparos terminaron pegando en mi barbilla, me sentí frustrada al ver que al hombre que había decidido entregármele completa dudaba en lo que yo quería teniendo que mirarlo fijamente y decirle “¿no me vas a dejar limpiarla?”, estupefacto ante mis palabras Andrés dejo de hace fuerza y pude volvérmela a meter en mis labios pero ya había derramado varias gotas de lujuria, seguí lamiendo y mamando hasta sentir su dureza entre mis labios y guiándolo con una mano lo lleve hasta aquella silla que esperaba en el pasillo para ubicarme con el culo en pompa y pedirle muy seriamente “! la quiero en mi culo ¡”.
¡Su cara parecía un poema mientras con mi mano guiaba ese pene a mi entrada anal la que quería que desflorara allí en esa posición!, lo veía dudar sin decidirse a tomar el regalo que le ofrecía y mostrándole que esa noche quien mandaba y dominaba sería yo y no él posicione su glande en mi entrada anal y girando mi cabeza le sentencie “! Sino lo haces yo busco quien lo haga ¡” había cruzado el limite de actuar y portarme como puta, la que se arrepentiría unos instantes después al notar como Andrés no se si por la orden o por rabia me penetró de forma violenta introduciéndome la mitad de su miembro sin contemplación, se que mis ojos se blanquearon y mis piernas comenzaron a temblar mientras un gemido mas de dolor salía de mi garganta para no alcanzar a recuperarme cuando el resto de su pene entro hasta tocar con sus huevas mi clítoris y luego sacarla toda, me sostuve firme a aquella silla y apenas exhale sentí como volvió a metérmela sin contemplación completa hasta chocar mi clítoris nuevamente; Andrés me follo mi culo así una y otra vez por los diez minutos más largos de mi vida y solo hasta cuando se vino en mis entrañas sentí la llegada de un orgasmo diferente al que había sentido siempre en la intimidad al punto que perdí la fuerza de mis piernas y quede sostenida solo de su miembro y sus manos que agarraban mi trasero violado por mi propia voluntad.
Su miembro salió de mis entrañas y yo caí sentada en aquella silla ante la mirada de Andrés que solo hasta ese momento se percató que no me podía sostener ni recuperar el aliento; No se como explicar lo que sentí pues una parte de mi se sentía violada o abusada, pero había otra parte de mi que por primera vez se sentía usada y deseada, tan sucia y feliz que a pesar del dolor había alcanzado un orgasmo que me acababa de llenar así como estaban mis entrañas llenas de su semen que debo confesar no tenía un sabor agradable, pero tampoco me había dejado un sin sabor para no volverlo a repetir con el mismo placer de esa tarde noche lujuriosa. Unos minutos después logré recuperarme y ponerme de pie intentando besarlo pero Andrés me corrió la cara pidiéndome que me lavara pues aún tenía rastros de su semen en mi boca y mentón, su reacción me desilusionó pues si yo acababa de tragarme su semen el porque no podía darme un simple beso, cogí mi ropa y entre al baño para asearme mientras confundida pensaba en lo que acababa de pasar, si era que lo había hecho mal o si las mujeres al desear algo así como lo vivido no éramos dignas de placer y entrega total.
Pasaron los días y si nuestras relaciones cambiaron para bien pero no eran tan efusivas como esa noche y menos la iniciativa o propuesta llegaban de su parte, le propuse un par de días otros juegos sexuales en algunos me decía que si pero en otros no se pronunciaba y solo me dejaba con ganas de más; Nuestras vidas continuaron y yo sentía que debía buscar un empleo para salir de esa rutina de ama de casa con apenas 23 años, después de buscar por varias semanas encontré un anuncio que solicitaban mujer jóven para trabajar en una oficina de abogados como asistente personal y supe que ese era el empleo que deseaba así que envié mi hoja de vida, pasó muchísimo tiempo sin recibir una respuesta o llamada de hecho se que pasaron meses.
Una tarde que me encontraba donde mi madre de visita recibí una llamada un señor de voz madura preguntando si aun me interesaba trabajar en una oficina de abogados como asistente, a lo cual sin pensarlo le dije que, sí y de inmediato me citó para el día siguiente a su oficina en las horas de la mañana, me emocione tanto que mi madre se asustó por mis gritos y emoción como si ya me hubieran contratado y solo iba a una entrevista.
Esa misma noche hable con Andrés quien me dijo que él me acompañaría pues no me dejaría ir sola sin saber donde sería o con quien, le agradecí pues no había pensado si sería algo serio o no después de tanto tiempo; A la mañana siguiente me levante temprano me bañe como diosa Juno y escogí me mejor vestido algo que era curioso por que Andrés me acompaño en camiseta y pantalón muy normal pero igual me acompañaba que era lo importante, al llegar descubrí una casa en un barrio de Bogotá muy bonita y al golpear salió un señor de unos cuarenta y algo calvo de cuerpo robusto y barba poblada, a mi me pareció demasiado serio y como malgeniado, pero al tratarme fue muy querido y simpático, la casa estaba distribuida en oficinas, en el primer piso estaba la recepción y la sala de juntas, al lado otra oficina que era su privado muy grande con dos escritorios una sofá un televisor y una biblioteca allí me recibió mientras Andrés me esperaba afuera en la recepción, al principio como todo me pregunto cosas de mi vida y mis aspiraciones, como estaba compuesta mi familia y mi hogar, y después el comenzó a hablar contándome en que se basaba el trabajo, lo cual era para ser su asistente, aprender a revisar procesos judiciales, archivo y documentos en el computador que sería mío en mi puesto, la entrevista duro menos de media hora y al finalizar el señor que llamare Doctor Alberto me dijo que no quería llamar a nadie más y que si yo aceptaba el puesto sería mío, al salir me emocione tanto que impulsivamente lo abrase en agradecimiento delante de Andrés tomando por sorpresa a ambos a Doctor Alberto y a Andrés, solo le pregunte si debía venir vestida de alguna manera especial y el doctor me dijo que cómoda pero así de bonita sin verme elegante, cumplido que le agradecí con una sonrisa.
Al día siguiente muy a las 830 después de dejar a mi hijo en el jardín y despachar a mi pareja me encontraba en mi puesto de trabajo, acordamos que llegaría a esa hora y me iría sobre las 430 para recoger al niño sin problema, ese primer día estuve al lado de Doctor Alberto escuchándolo y aprendiendo lo que debía hacer normalmente, el me decía “mi niña” para llamarme y eso me gustaba, su olor a perfume varonil me enloquecía y la forma como atendía o me presentaba a los clientes que fueron ese día me tenía encantada, me sentía realizada pues era mi primer empleo formal y donde todo el tiempo aprendía algo del Doctor Alberto y en verdad disfrutaba las conversaciones que teníamos, una de las reglas que el Doctor me pidió desde el comienzo fue que sin importar quien preguntara lo que pasará en la oficina se quedaba en la oficina, al principio no entendí muy bien pero no le vi problema; Pasaron los días y cada uno me hacían querer trabajar con gusto al lado de este señor, pero lo que más me gustaba era cuando salíamos a almorzar, pues en ese espacio de tiempo no hablábamos de trabajo sino de nuestras vidas y a veces me contaba historias del trabajo y me parecía genial, de hecho era muy especial ver que se interesaba por saber de mi vida y mi familia no como un formalismo sino que de verdad me ponía cuidado inclusive en medio de la confianza un par de veces le hice consultas sobre situaciones de mis hermanas o de amigas y el muy amablemente me las respondió en más de una ocasión; Varios días después conocí a su esposa y siempre me preguntaba sobre las reuniones y citas del Doctor o con quien se reunía, al principio pensaba que era por mantenerse al tanto de sus actividades pero luego me di cuenta que era más por celos de ella hacia las clientas del Doctor o si había alguien en especial con quien se viera más o cosas así de mujeres, pero la verdad esos primeros días nunca vi nada fuera de lugar en el comportamiento del doctor.
Un día encontrándome en mis labores el Doctor me llamo que se encontraba en una diligencia y necesitaba que por favor le enviara un archivo de su computador urgente, por lo que me pidió entrar a su oficina y que abriera su computador personal dándome la clave de ingreso y obvia mente advirtiéndome que no podía darle esa clave a nadie y que solo debía entrar a la carpeta que el me indicaba y por correo le enviara el archivo que necesitaba urgente, su equipo era un Mac así que no fue fácil para mí entender como entrar a las carpetas y enviar el archivo, pero él tuvo mucha paciencia en decirme paso por paso, sin embargo el problema surgió cuando entre al explorador llamado safari y me di cuenta que tenía desplegadas a parte de la pagina del correo otra pagina que decía “todorelatos.com”, yo ingrese a su correo y envié lo que me pidió y apenas colgamos la llamada entre a esa pagina a ver de que se trataba; Me quede mustia al ver que la pagina se encontraba abierta en un relato que se llamaba “Luna de miel” comencé a leerlo normal y se trataba de la historia de una pareja que se casa y se va de luna de miel a una isla, pero al principio su habitación de hotel tiene un balcón abierto que colinda con las habitaciones laterales, pero en la del lado derecho ella descubre que mientras hace el amor con su marido un hombre los observa y descubre que esa sensación de ser vista le encanta y hace que se excite muchísimo mas mientras hace el amor con su marido.
Mientras más me adentro en la lectura más me excito y se me va pasando el tiempo con los sucesos que viven, leí como el en la madrugada ella se para desnuda en el balcón y termina viendo como su vecino también sale a su balcón y termina masturbándose muy cerca de ella, tanto que al llegar alcanza a salpicarle su cara y ella termina lamiéndole el pene para saborear otro poco, esto era una locura pues ¡ leerlo era más excitante que ver un video porno ¡, yo me sentía extasiada a medida que leía ese relato y lo que iba pasando entre la pareja al punto que en un momento de lucidez cerré el computador me fui para el baño y tuve que terminar lo que instintivamente había comenzado en el despacho del Doctor y conseguir mi orgasmo al punto que gemí y convulsioné como una vulgar mujerzuela en el baño de la oficina, al salir me fui a mi puesto de trabajo e ingrese a el portal que acababa de descubrir y continúe leyendo ese relato que me tenía tan excitada a pesar de haber terminado de masturbarme, y descubrí que la historia tenía otra pareja que conocía a su esposo y los invitaban a una casa que ellos tenían en la isla a pasar mas días en aquel lugar, pero ese era otro capitulo del relato y yo me quede en ascuas sin saber como ingresar a ver el resto o donde lo podía seguir leyendo.
Esa tarde llegué a mi casa y Andrés fue mi víctima sexual y puedo afirmar que prácticamente lo viole pues acosté a mi hijo durmiendo más temprano con mentiras y apenas entró Andrés le quite la ropa sin darle explicaciones lo acosté a empujones sobre la cama y haciendo un sesenta y nueve como leí en el relato comencé a mamarle su miembro mientras le restregaba mi vagina en su cara obligándolo a que lamiera lo que podía hasta conseguir su eyaculación entre mi boca y tragarme esta vez sí toda su corrida sin que él se pudiera liberar, pero se la seguí mamando hasta conseguir parársela y comenzar a cabalgarlo como una posesa metiéndome ese delicioso falo sin importarme su cara de angustia mezclada con dolor y placer al no saber qué pasaba, yo como la loca lujuriosa que me encontraba gemía y le decía obscenidades como “!que rica tu verga¡” “!que puta se porta tu mujer cuando tiene una verga rica¡”, y Andrés me miraba desconcertado pero con evidente placer apreciando a la puta de su mujer, cuando sentí que llegaría me aferre a su pecho con fuerza pellizcándolo y acelerando mis movimientos diciéndole “! Lléname de leche rica ¡” y éste hombre mientras me llenaba de leche me tomo por sorpresa y sin previo aviso sacó su mano como pudo y me abofeteó tan duro que mis ojos solo vieron pequeñas luces desencajadas como si fuera a perder el conocimiento y mi orgasmo se materializó con un chorro de fluidos lavando todo lo que nos rodeaba en ese momento al punto que caí a un lado de la cama con las piernas temblorosas y mi vagina no paraba de expulsar mi propia corrida.
No se cuanto tiempo paso o como Andrés me visto con la pijama mientras yo reaccionaba de la catarsis que acababa de vivir, la verdad preferí hacerme la dormida y no darle explicaciones o preguntarle porque se había atrevido a pegarme, pero en mi mente trataba de entender cómo era que me había excitado tanto con un simple relato y esa cachetada me había casi que reseteado pues más que estar molesta me había encantado.