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Dos profesores y una estudiante (Basado en hechos reales)

Catalina, llegó del eje cafetero a la universidad, tenía el año pasado 19 años de edad. Nuestra universidad está ubicada en el centro de Medellín y es una universidad un tanto desconocida, apesar de que tiene 7 mil estudiantes en esta sede.


La estudiante llegá en Julio del año pasado y solicita homologación de asignaturas, yo recibí la solicitud y le dí trámite, venía de la universidad de Manizales y se le homologaron 62 créditos, unas 21 materias aproximadamente y eso la ubicaba en el cuarto semestre. Me manifestó su inconformidad porque en Manizales ella estaba en el sexto semestre. Le expliqué que aunque era la misma carrera, las mallas curriculares eran diferentes, pero que si quería podía optar por hacer suficiencias, exámenes que validarían su conocimiento en unas áreas podía al menos, llegar al quinto semestre.. Aceptó probar con dos asignaturas difíciles: métodos cuantitativos de operaciones y administración de la producción.


Casualmente, yo doy cuantitativos y le escribí a Juan, el profesor de producción. Hicimos un grupo de whatsapp con la estudiante. Ella llegó a la oficina con un jean ancho y camiseta larga, casi a media pierna, muy a la moda de las chicas de ahora con su estilo aesthetic. Pero en la foto del perfil de whatsapp, estaba en unos shorts que denotaban que tenía un culo paisa, exquisito. Juan me hizo el comentario por mensaje privado, sobre lo atractiva que era y simplemente le respondí con emojis de carcajada, la cosa quedó ahí. Le mandamos por whatsapp y correo, el contenido que debía estudiar de ambas materias y la orientamos sobre lo que caería en el examen. Todo dentro de la formalidad de la relación estudiante nueva y docentes.


Todo se descontroló, cuando le pregunté que si quería hacer los exámenes al tiempo o en días diferentes. Ella respondió- Mejor los dos al tiempo, es más duro, pero es más bueno.


Se hizo un silencio en el chat, Juan y yo nos reímos por mensaje directo del comentario que parecía de doble sentido, pero no dijimos nada. Yo le iba a responder en el mensaje de grupo, que listo, que para el 2 de agosto quedaban los dos exámenes para que le diera tiempo de estudiar y para que diera tiempo de escoger otras dos materias para cursar, cuando ella puso un emoticon de risa sonrojada y escribió: eso sonó muy porno, disculpen profes. Nosotros le dijimos que normal, que sí lo pensamos, pero que en general somos muy frescos y tomadores de pelo. A lo que ella respondió- Pillados, conque lo pensaron- Respondimos con cuidado y con risas, todo lo que nos decía, porque era una estudiante que no conocíamos y porque evidentemente es mejor guardar las distancias respectivas del tipo de relacion. Pero Juan, fue más atrevido y concluyó la conversación ese día con: tranquila, nosotros te lo hacemos al tiempo, eso sí, entra todo. Ella respondió con risa sonrojada y dijo, así es mejor. Pero no me dañen la cabeza.


Nos contó que era casada y al esposo, policía, lo trasladaron para Medellín, para la estación de Belén. Dijo que se había ido a vivir con él, desde los 17 y era, en general, un buen esposo.


4 días, antes de los exámenes volvimos a comunicarnos, porque ella nos preguntó que cuántas preguntas y nos pidió que no le fueramos a dar muy duro (en el examen), pero en realidad era una frase de doble sentido, volvimos a retomar el tema hasta llegar al punto en que ella confesó que esa era su fantasía, tener dos penes gruesos, duros y cargados de mucha leche, para ella sola. Por DM le dije a Juan, que debíamos bajarle a eso, porque no sabíamos si era algo real y que nos podíamos meter en problemas. Pero todo siguió, mandamos fotos de dobles penetraciones, ella mandó fotos suyas. Realmente era una niña muy atractiva con un cuerpo medianamente trabajado. Hicimos algo muy imprudente que fue mandarle fotos de nuestros penes. Fue algo raro ver foto del pene de otro profesor, pero el momento lo ameritaba. Dijimos que ese día estaríamos en el aula y la penetraríamos por cada cavidad que tuviera en su cuerpo, que la pondríamos a tragar semen de profesor y le chuparíamos hasta las medias.


Todos tres nos masturbamos, cada uno en su casa y quedamos en hacerlo en el aula. De todas formas, como muchas cosas que pasan en lo virtual, no teníamos certeza de ser capaces de realizarlo en la vida real. LLegó el día y la hora, yo pedí un salón del séptimo piso porque ese piso es muy solo, el auditorio del fondo, ella llegó y nos reímos nerviosamente, nos saludó de abrazo y se sintió bien. Venía de falda de jean a media pierna con estilo desgastado y una camiseta de minnie mouse, tennis blancos y cabello suelto. Nosotros somos los profesores más jóvenes de la Universidad y somos atractivos, modelos quizá no, pero atractivos, por encima del promedio, atléticos y agradables. Vestimos como adultos jóvenes, aunque yo tengo 38 y Juan tiene 26. Le entregamos los exámenes, los desarrolló y nosotros nos quedamos en el escritorio, salí un rato a hacer una llamada y cuando volví al salón, ella le chupaba el pene a Juan, me turbó un poco la escena porque era primera vez que veía sexo en vivo y el pene de un compañero. Ella acercó el pupitre al escritorio y el estaba de pie, un poco recostado y con la bragueta abierta y el pene erecto, me di cuenta que su pene era parecido al mío, de unos 18 cms, venoso y recto.


Me senté en un pupitre a esperar que se me pasara la impresión, para poder excitarme, al rato así fue y saqué mi pene y comencé a masturbarme, ya eran las 8 de la noche y me preocupaba que viniera el vigilante, la del aseo o un estudiante o profesor perdidos. Así que cerré la puerta, apagué la luz y dejé la luz del celular que no se alcanzaba a ver por las rendijas de la puerta. Le puse mi pene al lado de su cara, quería que mientras se lo chupaba a Juan, la cabeza de mi pene le rozara esas mejillas tan suaves y delicadas. Cogió los dos penes y juntó las cabezas y le pasaba la lengua.


Le metimos los dedos por todas partes, a veces nos encontrábamos las manos en el mismo hueco, la besábamos le chupamos el culo, la vagina las tetas, la lengua. Ella mamaba mientras yo le daba y luego cambiamos, le echamos mucha saliva en el culo, pero no fue posible penetrarla, quizá no era el sitio, quizá la premura, quizá la torpeza, quizá los nervios.


Pero probó dos vergas de profesores por la vagina y por la boca. Ella dijo- Bueno, venganse ya, que es tarde- Su celular le notificaba mensajes, creo que ya eran las nueve. Ella puso la cara, le dije que abriera la boca, sacó la lengua y los dos nos pajeamos frente a su cara, aún con los pantalones puestos y ella solo con la camiseta puesta en el cuello, se recogió el pelo y se hizo un moño y se quitó la camiseta que estorbaba, estaba sentada en el pupitre con ese rostro angélical y con la lengua que esperaba la leche. Juan se vino primero y ella tragó la leche y le chupó lo que quedó en el glande de su pene, yo me vine luego y se le llenó la lengua de semen, cerró la boca y tragó. Se paró afanada y tomó el celular y mandó una nota de voz: sí amor, me fue bien, los profesores chéveres. Ya voy para la casa.


Se vistió, se fue al baño y regresó para despedirse, estaba como nueva, olía a splash de victoria secret y los labios muy humectados. No parecía que le hubieran entrado dos vergas en su cuerpo de 1,60 m. Ni que hubiera tragado dos chorros de leche de los profesores de su nueva universidad.


En realidad, le fue muy bien en su examen. Durante un mes, no escribimos nada por el grupo, seguro por esa culpa que llega después de hacer algo indebido, hasta que Juan, saludó y hablamos de lo rico que había sido la experiencia, dijimos que nos faltó la doble penetración, ella dijo que siempre había fantaseado con sentir dos penes al mismo tiempo,uno en su culo y otro en su vagina, pero que en realidad, no se sintió bien, cuando llegó a la casa, que su esposo le había comprado flores y preparado una cena, para celebrar que le había ido bien en el examen. No pudo con esa sensación de estar traicionando a alguien bueno, y se salió del grupo.



Nosotros seguimos normal, pero de vez en cuando pensamos que sería bueno repetir esa experiencia con otra chica, con más calma, en un mejor lugar o al menos, aminorar el riesgo de alguna manera. Estamos esperando que aparezca.


los-profes

Soy hombre heterosexual

visitas: 1502
Categoria: Jovencitas
Fecha de Publicación: 2024-04-03 16:07:58
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2 Comentarios

Me parece que quedó un poco corte en el nudo del relato.

2024-04-05 21:36:50

buen relato... siempre quise comerme una estudiante. jajja

2024-04-04 15:03:47