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Apago la luz y cierro la puerta de mi habitación, mientras cambio de prendas voy leyendo tus mensajes y sonrió como una chiquilla. Tienes el poder de sonrojarme y de despertar pensamientos indebidos para la sociedad pero placenteros para mi, me quedo con el sonido de tu vos al reproducir tus audios y mientras tanto poco un poco de música para ambientar la situación.
Ahora mientras tomo una ducha, inclino mi cabeza hacia atrás y paso mi mano por el cuellos, en una pequeña pausa muerdo mi labio al imaginar que esa mano es la tuya y que te encuentras tras de mi, sigo el ritmo de la canción y mi cuerpo empieza a danzar bajo el agua, es inevitable no usar mis manos como herramienta de juego pero lo mejor de ese momento es perder la compostura al imaginarte hay a mi lado haciendo y sintiendo todo lo que quiero recrear carnalmente en mi habitación.
Sabes aunque para muchos sea una falta de respeto cada palabra que escribo para mi se convierte en un texto excitante y personal donde solo me convierto en esclava de mis deseos y donde bajo tu consentimiento hago de una conversación una fiesta para la imaginación, esa misma que quizás coincida cuando me leas y tengas tu escenario listo para una aventura secreta pero irreverente para ti y para mi.