-Buenos días vecina-, le dije al subirme al ascensor aquella mañana de lunes

La señora de unos 60 años, llevaba una perrita y estaba en bata de dormir …sin brassier. Sus tetas eran grandes y tenía tremendo culo,  por lo que alcance a ver.

Apenas le mira directamente a los pezones, ¡se le pararon ¡

- eres muy descarado mira cómo me pusiste las tetas, me dijo. ¿y ahora que voy a hacer? ¿Me tengo que masturbar o me las vas a chupar en mi apartamento?

Saca tu lengua, la quiero medir, lo hice sonriendo y moviéndola de lado a lado ella casi grito: ¡Cómo quisiera que alguien me chupara así!

- Pues la verdad que ganas no me faltan, aunque dudo que lo digas en serio porque seguro eres casada.

-Noooo mijo, llevo diez años viuda y he comido muy poco desde esos tiempos- …como te llamas?

Me llamo Gustavo y tu?

Soy Susana - Mira Gus, tu no conoces lo traviesa que soy. Si quieres y tienes tiempo, la podemos pasar muy rico en mi casa y solo tengo una condición: Si nos volvemos a ver por ahí, me ignoras y ya. Solo será un rato y listo ¡y así nos evitamos inconvenientes!

- ¡Por mí no hay problema! Vamos pues, de una. -le dije.

- Bueno… tengo una segunda condición: Quiero que me digas… ¿Qué es lo primero que me comerías?

- Es difícil decidirme, pero si debo decidir solo uno, comenzaría comiéndome tu culo. – le dije con una sonrisa.

- ¿Gus, que edad tienes?

- 51. -le contesté.

- ¿Cuál es tu altura? ¡No eres muy alto!

- Metro sesenta y siete.

Ella abrió la puerta de su apartamento y de inmediato  me pidió que la desnudara y pues yo le quite la bata de dormir y su cachetero rojo pasion. sus pechos saltaron y comencé a lamer y chupar su teta derecha. Sus nalgas se sentían sólidas , trate de bajar su cachetero  y seguir mamando sus tetas, pero ella me detuvo en ese momento y se lo bajo ella misma . Estaba húmedo, al igual que mi bóxer se miraba humedecido por lo caliente del momento. Ella se sentó a la orilla del sofá de su sala y tomó mi verga erecta y me dijo: ¡Que hermosa verga tienes! No la imaginaba así de gorda y gruesa, pero la imaginé adentro de mi boca cuando subiste al ascensor

Inicio una paja rica y luego se la metió toda en su boca mamándomela por varios minutos en un sexo oral rico. Lo que sí me sorprendió fue su siguiente paso. -Ven…cómeme el culo. – Se puso en cuatro de espaldas sobre el sofá.

Y aunque sorprendido,  se lo comencé a chupar delicadamente. Le chupaba las nalgas y regresaba a succionarle el ojo del ano el cual miraba como lo contraía. Ella me preguntaba: ¿Te gusta comer culo Gus… te gusta mi culito? - Ella me lo movía como queriendo desafiarme para que mi lengua entrara en él y quizá se lo chupé por unos quince minutos cuando ella me dijo: -Me vas hacer acabar, culéame Gus, méteme la verga en el culo mi amor.

Con mi dedo comprobé que su culo estaba muy lubricado.  Susana goteaba jugos vaginales de lo caliente y excitada que estaba. Me levanté atendiendo su mandato y le pasé el dedo por el centro del ano, ella gimió casi gritando, se abrió sus propias nalgas. el ojo de su culo respiraba, jadeaba deseo. Nunca antes había comenzado sodomizando a ninguna mujer. Me dijo que fuera con cuidado cuando sintió la cabeza gorda en la entrada, en el primer intento mi verga le abrió sus paredes anales como si fueran una chapa recibiendo la llave. Que deliciosa sensación sentí, como apretaba ese hoyo del placer y ella solo me decía: ¡No te muevas! ¡Por Dios… cómo se siente la cabeza de tu verga! - Al minuto me decía: Sácamela y vuélvela a meter despacio. Aquello se repetía a cada minuto y cada vez se la metía más. Me gustaba ver cómo le quedaba de abierto el culo a esa señora madura y como ella lo contraía y a la vez contraía su raja que seguía chorreando jugos. Uno, dos, tres hasta cuatro o cinco orgasmos a la vez.

Se la metí toda y sin mucho movimiento mientras ella se la chupaba internamente. Ella lo sintió y me dijo: -Hazme así, que rico siento tu verga en mi culo. – Y comenzó también a contraerlo enviándome una rica sensación de mamada de verga con su ano, que por poco me exprimía mis testículos. Ella no se movía mucho y más que todo era como que ella quería restregar su culo contra mi pelvis y tragarse hasta mis bolas, era un mete y saca acelerado , y yo  empujaba mi verga tomándola de las nalgas y abriéndoselas para la mayor  penetración. Así pasamos un par de minutos y explotó con un escandaloso orgasmo,  yo solo aceleré el mete y saca donde le taladré el culo a morir y a los dos o tres minutos le llené el culo de leche caliente. No le saqué la verga hasta que esta le tiró la última escupida y luego pasó a estar flácida.

Ella me dijo - ¡Tienes aguante! Nunca nadie me había hecho acabar por detrás.

- Parece que te encanta… es difícil creer que un culo como el tuyo me haga sentir tantas delicias.

- No te miento… si me gusta que me den por detrás y siento gusto al hacerlo, pero nadie me había hecho acabar así. Quizá por lo gorda y gruesa de tu verga ,  pudiste alcanzar mi  punto P, como dicen.

- ¿Querrías decir el punto G?

- No Gus, el punto P, de lo puta que me hiciste sentir. ¡Qué rica culeada me has dado! ¿Siempre culeas así? Creo que quiero repetir muchas veces en contra de mi regla número uno

- ¡Quizás porque te lo pasé chupando mucho tiempo! Pero el lio es que soy casado y vivo con mi esposa dos pisos abajo.

- ¡Por Dios, y eso que importa? ¡Con que me lo metas muchas veces mano se te va a acabar esa verga rica tuya! ¡Me vuelves loca cariño!

- Por mí no hay lio … así que cuando quieras me avisas por el WhatsApp ´para venir y comerte ese culo por horas.

- Me lo dejaste ardiendo, pero de la manera que tú me lo dices, ya me comencé a mojar.

¿Mira sabes qué? Quiero que me culees un rato mas antes de irte.

No desperdicio el tiempo, se sentó en el sofá y volvía a darme una rica mamada. Esta vez se metió toda mi verga adentro de su boca hasta hacer que se pusiera erecta y dura otra vez. Le propuse que me montara a la inversa y le dejé ir mi verga en el agujero ahora amplio de su culo. Ella exclamó al tenerlo todo adentro:

 ¡Por Dios Gus, que rica verga tienes! Creo que soñaré muchas noches culeando contigo por mucho tiempo. – Mientras le penetraba el culo, con el dedo índice de mi mano derecha comencé a dedearle la raja amplia y mojada. Se lo metía, lo chupaba hasta llenarlo de saliva. Ella me premio diciendo: ¡Tú si sabes coger… me vas a hacer tocar el cielo de nuevo! – Comenzó a mover sus nalgas de nuevo en un vaivén incesante que me fue imposible seguir con un mete saca acorde a sus movimientos. Sabía que estaba a punto de llegar, mi verga estaba llena y gorda en su interior. Solo miraba cómo mi verga entraba y salía de aquel hoyo reducido, estrecho y que sentía comenzaba a vibrar internamente y de repente el gritó: ¡Me estoy corriendo Gus… no pares, dame más, dame más!

Le seguí dando por varios minutos hasta que exhausta se quedó quieta y un caudal de orgasmos la dejaron totalmente relajada. Tenía gotas de sudor en la espalda y al voltear miraba su rostro sudado y se sorprendía que mi verga se mantuviera solida adentro de su ano que seguía hirviendo.

Me puse de pie, me subí el bóxer y los pantalones y Sali de aquel lugar lleno de semen hay sudor

Abrí desasió la puerta de mi apartamento y al ver que estaba solo, me apresuré a entrar al baño y ducharme antes de que llegara mi esposa.

Así comenzó mi historia con Susana …una historia muy extraña pero deliciosa…