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Hablar de ella es hablar de una parte de mi vida y de mi madurez sexual, su nombre es Deborah. La conocí cuando ella entró como agente de ventas y desde que la vi pensé que una mujer como ella jamás estaría conmigo.
De ojos verdes, tetas grandes, piernona, nalgas grandes y bien paradas, el tipo de mujer que todo hombre desea, así es ella, en aquel entonces yo tenía 54 años y ella 47.
Yo siempre le tuve ganas, me encantaba verla con minifalda, esas piernas, sus ricos y sensuales pies, sus tetas en sus escotes, afortunadamente me daba entrada, me dejaba besarla en la mejilla al saludarla y de vez en cuando abrazarla, almorzábamos juntos, comenzamos a volvernos confidentes, yo sabía de su esposo y de sus gustos, pero veía lejana la posibilidad de tener una aventura con ella.
En mi cumpleaños ella muy amablemente me quiso festejar, yo ya tenía planes con mi esposa (trabajamos en la misma oficina) así que lo dejamos para el día viernes.
Ese día fuimos a un restaurante ella y yo solos, se veía muy bien, llevaba unos leggins en cuero y una blusa negra con escote, la verdad yo la tenía bien parada solo de verla. Comenzamos por tomar un par de cervezas, reíamos mientras nos servían el almuerzo, la verdad la estábamos pasando muy bien.
Y entonces me lance al agua: ¿Oye te puedo decir algo? ¡Me gustaría que me dieras la oportunidad de estar contigo!
- ¡Pues estás conmigo! ¿O es que estas pensando que estas con tu esposa?
- Jaja, lo sé, pero más íntimamente, o sea, quiero estar solo contigo, ¡solos los dos!
Ella solo sonrió, pero se puso roja, su primera contestación fue negativa, ya que decía que podríamos estar jugando con fuego, pero yo le contesté que no lo era. Que éramos adultos y podíamos ser muy discretos.
Ella no respondió nada y me miro algo incomoda
No insistí más, pedí dos cervezas más y fui al baño, honestamente pensé que ya la había embarrado y que eso había arruinado el festejo y a lo mejor nuestra amistad.
Cuando regresé a mi lugar ella estaba sentada y un poco seria, no quise decir nada, pero fue entonces que ella tomó la palabra:
Mira tú tienes algo que me gusta y la verdad nunca he estado con alguien diferente a mi marido pero cada vez que te veo , la verdad me mueves el piso.
¿Y eso qué significa?
-Que está bien, te voy a dar gusto por una sola vez, como regalo de cumpleaños. ¿Pero no podemos demorarnos ni ser indiscretos, así que sabes donde podemos ir ya? Tenemos dos horas antes de regresar a la oficina
No me lo podía creer, esa mujer que siempre desde que la vi, la había deseado, que tiene un cuerpazo, madura pero menor que yo, me estaba dando la oportunidad de hacerle el amor.
Salimos del restaurante , nos subimos al primer taxi que paso y nos fuimos a una residencia cercana , al llegar a la habitación no espere para besarla, ella no me rechazó, de hecho sus labios y los míos se acoplaron perfectamente, mis manos bajaron para acariciar sus tetas y sentí sus pezones duros y erectos , me senté en la cama y ella se subió la blusa y se quitó el brasear, empecé a lamer y chupar sus pezones mientras mis manos acariciaban sus duras y paradas nalgas, ella también me acariciaba y me quito la camisa.
Nos subimos a la cama y ahí comencé a quitarle su ropa, primero su blusa besando su rico abdomen, luego baje su leggins dejando al descubierto un hilo dental y un monte en su zona intima que de inmediato acaricie con la punta de mi dedo haciendo que un gemido saliera de su interior, baje despacio besando y lamiendo su estómago hasta sentir en mi boca su depilada vagina de labios muy gruesos pero suaves y delicados y de un perfume único, mi lengua inicio el asalto de esa deliciosa cueva , repase una y otra vez el centro de su raja hasta que estuvo bien abierta, luego fue mi boca la que saboreo esas delicias, haciendo que mi verga se pusiera super dura.
Bajé hasta besar sus ricos y hermosos pies saboreándolos por completo, subí lentamente saboreando sus piernas y sus muslos hasta llegar a su depilada y deliciosa vagina.
Me desnude totalmente y me dedique a comerme su gallo de cresta amplia y sabor dulce, lo lamí, lo chupe, lo masturbe con mis labios, ella gemía suave y me apretaba la cabeza, metí mi lengua hasta el fondo y comencé a succionar su rico clítoris.
-Ayyy Gus, Que rico, ¡¡uhm!! Me voy a venir … temblando su cuerpo dejo venir sus primeros orgasmos, su cuerpo vibraba y sus gemidos eran profundos
No me despegue ni un minuto de su raja y su clítoris, Ella se retorcía y me mojaba toda la boca, mientras me devoraba su raja mis manos apretaban y acariciaban esas hermosas y grandes tetas, esto género que no tuviera más que venirse en mi boca.
-Ayyy, ah, uhm, ah, ah, que rico, Gus, me vengo, uhm, ¡¡ah!!
Se vino en mi boca expulsando chorros de placer. Yo la solté y me acosté, sin decirle nada se fue directo a mi verga y comenzó a darme una rica mamada. Parecía que le gustaba mamar y sabia hacerlo muy bien, sus ojos brillaban mirándome mientras se tragaba mi verga en su boca.
-¡¡Uhm!! Esta rica tu verga, dm, ¡me gusta mucho el sabor Gus!
Cuando decidió que era momento de ser penetrada, se subió encima mío y solita se puso la cabeza en la entrada, y de manera fenomenal comenzó una cabalgata mientras bamboleaba sus tremendas tetas encima mío. Se movía fantástico, su cadera iba de arriba a abajo, de adelante para atrás y en círculos y mientras ella estaba encima mía yo me devoraba sus tetas, grandes, duras y con ricos pezones. De pronto su cuerpo se arqueo hacia atrás y sentí como su vagina apretó mi verga en su interior y entonces se vino de nuevo.
La acosté y acomode sus ricas piernas en mis hombros y lentamente la penetre mientras ella casi gritaba, al llegar el fondo de su cueva caliente y mojada, comencé con el mete y saca, mientras ella me abrazaba con sus manos ‘empujando mis nalgas hacia ella.
-Así, uhm, así Gustavo, ¡¡ah!!, si así duro
¡Ponte en cuatro mi amor! ¡Te gustara ser penetrada así!
Ella entonces se giró en la cama, levanto sus nalgas dejándome disfrutar la visión de su tremendo culo y su cerrado ano rosado, se veía riquísima en cuatro, me arrodille delante de ese culazo y separe sus nalgas acercando la punta de mi lengua, la recorrí por el centro de su ano logrando que soltara un delicioso gemido y que su culo se abriera para tragarse mi lengua , sentí como su ano se dilato y entonces me levante y puse la cabeza de mi verga en la entrada, la frote suavemente mientras ella giro su cabeza como rogando que no la penetrara por atrás. Pero sin darle tiempo a nada, empuje la cabeza dentro de su apretado anillo, ella grito y se agarró con fuerza a las almohadas. Yo la tomé de las nalgas y se la metí toda de una.
-Ayyyyyy ¡¡oh!! Ohhhh¡!! ¡¡Me duele!!Que rico, agh, ¡¡ah!! ¡¡Uhm!! Que bien se siente, uhm, ah, ¡mmm! Métemela, ahh, no pares, ¡¡métemela!!
Obedecí su orden, la tomaba de la cintura y se la metía y sacaba con fuerza, mi verga estaba erecta e hinchada. Me empujaba sus nalgas para pegarlas bien, se movía en círculos y de arriba hacia abajo para penetrarse mejor, la tomé del cabello y le di unas palmadas en sus nalgas y eso la puso más arrecha.
-Si, Gus, que rico, ah, soy tuya, uhm, ¡me vengo!
-Yo también, uhm, me voy a venir, ¡¡me voy a venir!!
Bastaron unos cuantos movimientos más para que ambos comenzáramos a venirnos, ella se vino a chorros y yo sé la saque para venirme en su espalda.
Culeamos un rato más, y luego de ducharnos, salimos de allí y la deje a una cuadra de la oficina y yo me fui para mi casa, disfrutando de ese momento fantástico en mi vida.
Solo estuvimos tres veces más después de aquel día y todo termino cuando yo viaje a Europa para un nuevo empleo