Y si…. Después de quedar en la piscina deslechados y Ricardo con el culo abierto, nos relajamos un poco y seguimos bebiendo ahí en medio de la refrescante agua. Nos prendimos demasiado pero seguimos hablando morbosidades. Ya era tarde, estábamos muy tomados y decidimos irnos a dormir.
Le propuse a Ricardo que durmiéramos en la misma habitación, quería estar entrepiernado con él y si se daba la oportunidad cogerlo a verga más tarde o en la mañana.
Así fue, nos fuimos a la misma habitación y dormimos juntos. Nos quedamos dormidos de una cual pareja de novios jajaja, pero dormimos desnudos por lo que podía sentir su verga y su culo que inevitablemente me ponía muy arrecho.
En la madrugada me desperté y tenía la verga parada, obvio el rose, el morbo y el hecho de estar ahí los dos juntos durmiendo desnudos.
Comencé a tocarlo y morbosearlo, le punteaba con la verga ese culo, lo quería violar ahí en medio de la madrugada los dos dispuestos a todo.
Ricardo se despertó y ya tenía el chimbo parado. Se lo mame un buen rato, me encanta ese tipo de vergas para mamarlas y sacarles la leche. Le hice un oral un buen rato y él sólo jadeaba hasta que se vino en mi boca, luego quedamos dormidos de una.
Despertamos en la mañana y él debía salir a trabajar, lo mismo que yo.
Morboseamos en la cama un rato y nos bañamos juntos. En el baño lo prendí a verga de nuevo. Ese culo pedía y pedía chimbo, una delicia y aguantador el hijo de puta. Me lo mamó un buen rato y yo hice lo mismo.
Voltee a Ricardo contra la pared y lo cogí fuertemente metiéndole el chimbo hasta el fondo con mucha fuerza. Acelere el mete y saca mientras el agua nos caía por la espalda y recorría nuestros cuerpos de pies a cabeza, no aguantaba más, descuere el chimbo y lo arrodillé en medio de la ducha y me dispuse a descargarle todo mi semen en su cara.
Yo quería lo mismo, me arrodillé y abrí mi boca y dispuse mi cuerpo y mi cara para que me descargara toda su leche, ya era poca pues era la tercera venida de todo ese ajetreo. Recibo su leche, la disfruto y me igualo a su rostro para cerrar esa loca aventura con un beso apasionado y fuerte.
Ricardo salió a trabajar y yo me demoré un poco más para salir del hotel.
Al mediodía día al entregar el cuarto y proceder a cancelar todo el consumo, el administrador con una afirmación pícara y bastante curiosa, solo me dijo: Que tan raro, donde abría dormido el vendedor pues encontró su cama intacta. Ahí que hace uno? Toca hacerse el marica y dejar el asunto así, quien quita que eso se convierta luego en una oportunidad para tener una experiencia loca y morbosa como la de la noche anterior.