Resulta que estaba por un municipio del área metropolitana de Medellín, al sur específicamente hablando, por una zona ya más bien despoblada de la periferia, de esas zonas de baja densidad de viviendas y con mucha zona verde. Iba yo en mi moto relajado terminando de hacer una visita de trabajo.
Vi por le retrovisor que venía un guarda de tránsito en una moto y yo relajado porque mantengo todo en regla, los papeles al día y casco, nada que temer, pensé yo.
El guarda venía detrás de mí y pito haciendo señas que me orillara. Yo paré de una y me orillé, esperando haber que quería o para que revisara mis documentos.
Así fue, me saludó muy serio, me pidió los documentos del vehículo y me preguntó si tenía todo en regla. Yo de inmediato le dije que sí, que no había lío que podía revisar todo, tenía todo al día.
El guarda iba solo y estaba bien simpático si, de unos 30 años, con buen carácter y autoridad y con una linda cara, con una semibarba, trigueño y con un buen cuerpo que se le notaba debajo de ese uniforme, un culo que mejor dicho se le marcaba super rico.
Reviso mis documentos y no encontró nada, pero cuando lo quieren joder a uno y se la quieren montar lo hacen, y así fue como me puso problema con la llanta de la moto que dijo ya estaba muy desgastada. Me imaginé que de ahí en adelante lo que quería era plata pero no me imaginé que lo que le gustara fuera el chimbo.
Me bajé de la moto y estaba relajado, le dije que la llanta estaba bien, que no veía la necesidad de hacerme un parte por eso, me señaló la llanta que se veía ya muy desgastada según él y se agachó a tocarla, momento en el cual lo único que hice fue mirarle el culo, pues en esa posición se le marcó severas nalgas que me dieron ganas de pegarle unas palmadas para que dejara de chimbiar.
El man se dio cuenta que me quede lelo mirándole ese culo y se dio cuenta que me prendió las ganas en ese momento. El se hizo el huevón pero siguió agachándose y poniéndose prácticamente en cuatro. El hablaba y hablaba pero yo no le escuchaba nada porque estaba concentrado viéndole ese culo. Yo la verdad ya estaba medio parolo y se me comenzaba a notar en el pantalón que para acabar de ajustar era un pantalón beige de dril en el que se me marcó el chimbo medio parado. El man siguió justificando la necesidad de hacerme un informe.
Yo: señor agente, en serio hay necesidad de que me haga un parte?
Guarda: mi señor, un parte no, partir es otra cosa, es un informe de tránsito.
Yo: ummm, partir es otra cosa, si es verdad, pero yo si lo partiría. Qué pena con usted. No hay forma de que no me haga el informe?
Guarda: ud que me está insinuando, señor. Me va a partir usted a mi, si aquí la autoridad soy yo.
Yo: pues ud no me hace el informe y más bien usted se deja partir. Y me toque el chimbo mas parolo, al que ya se le notaba la humedad en el pantalón del líquido preseminal.
Al momento de agarrarme el chimbo el guarda se quedo mirando y yo le devolví la mirada con picardía y deseo. La zona estaba sola, y al guarda se le notaban las ganas ya. Se le notaba también la verga parada. Él estaba incómodo porque el pantalón es muy ajustado, se subió a la moto para disimular y yo me le acerqué porque aún tenía mis documentos.
Yo: mi agente, como vamos a organizar pues esto? Me le acerqué y le pegue el chimbo a su rodilla.
Agente: pues dígame. Yo puedo considerar una forma de transar este comparendo.
Yo: agente no pues hagamos algo, me devuelve los papeles y me deja a mí ser guarda por un momento y yo lo parto más bien a ud, mire haber si le sirve este lapicero y le restregué el chimbo de nuevo.
Guarda: me gusta la idea. Estoy solo en el apartamento, mi roomie está en el trabajo. Vivo por acá cerca porque ya terminé el turno. Vamos o que?
Éste es mucho hijo de puta, pensé yo! Ya terminó el turno y con ganas de chimbiar todavía. Y yo como soy sin agüeros, me fui de una con el.
Así fue, se montó en la moto y yo lo seguí. Llegamos a su apartamento y subimos por el ascensor a un 12avo piso. En el ascensor no podía disimular las ganas que ambos teníamos. Ese uniforme calienta demasiado y ya me lo imaginaba culiandolo con el quepis puesto. Entramos y de una me le pegue a darle un beso apasionado con mucha lengua, lo manoseo por todos lados, le tocó ese culo y esa verga, lo aprieto contra mí y lo siento solo para hacerle lo que quiera. Tenía la verga súper parada y muy mojada lo mismo que yo la tenía al punto de que se me notaba demasiado en el pantalón claro que tenía puesto.
Me quitó la camisa y me agarró la verga fuerte, se le notaban las ganas de chimbo. Me bajó el pantalón y se pegó a lamer por encima de mi boxer. Todo mi líquido preseminal se lo restregó en la cara. Estaba loco ese man, estaba rearrecho, me sacó la verga y se pegó a mamar como un ternero con hambre. Estaba aún con el uniforme y la visual que tenía era incomparable, la mamaba una chimba, para que que lo hacía muy bien. Me desnudo todo y yo aún lo quería tener con uniforme un buen rato, eso me ponía mucho más a mil, me arrechaba demasiado.
Me lo hizo un rato y se levantó, me resistía a desnudarlo por solo tenerlo así con ese pantalón apretado pero ya era hora de pasar a hacerle la mejor chupada de culo de su historia sexual.
Le quite su pantalón no sin antes pegarle tremenda restregada por ese culo enorme que tenía. Le baje sus boxer y dejó ver su verga gruesa llena de presemen y sudor de todo un día de deliciosos líquidos y orines secos, eso me me encanta el olor a macho guarro. Se la mame un buen rato y lo miraba a sus ojos viendo colgar aún su corbata y disfrutando de sus olores de sudor en la zona pélvica. Lo bese por todas partes y le quite su camisa, desnudándolo por completo. Me llevó a su baño, quería que nos ducháramos juntos. Allí bese su culo y le di más lengua que un putas dilatándome ese roto que estaba pidiendo verga al cien. Le mordía esas nalgas, las apretaba fuerte, le metía uno dos dedos por el culo el cual ya estaba demasiado dilatado de tanta lengua que le di. Nos enjabonamos y disfrutaba de su hermoso cuerpo, lo manoseaba por todas partes y lo volteo para restregarle el chimbo. Ese culo estaba listo y nuestro cuerpo lleno de jabón, lo volteo y llevó a acomodar la cabeza del chimbo en la entrada de su culo y se fue como mantequilla. Entro de una hasta el fondo y Sebastián solo suspiro e hizo fuerza, aun así eso era lo que quería y se sintió conectado conmigo en ese preciso momento y no era para más, lo tenía ensartado en mi verga. Disfrutamos de ese momento mientras el agua bajaba por nuestros cuerpos y yo le daba duro por ese culo que soñaba el Tas Tas Tas, contra sus nalgas en fusión con el agua.
Sebastian estaba disfrutando de ese momento y me pedía verga, mucha verga, le encantaba sentirse penetrado por un contraventor como Yo. Le dije al oído, así me querías hacer el comparendo guarda maricon, así me querías tener perra, así quería que te pagara hijo de puta, así lo querías adentro. Lo que querías era chimbo, guarda catrechimba. Lo trate como una verdadera puta. Con gorrito y le di verga hasta que no aguante más, lo arrodillé y le eche todo mi semen en su cara. Me agaché y me le pegué del chimbo, quería sacarle toda la Leche y que me llenara la boca y la cara de su semen. Se me vino a chorros, estaba demasiado cargado el guarda maricon.
Nos fuimos a su cama, descansamos y charlamos un buen rato, los dos estábamos desnudos y con nuestros cuerpos a disposición. Pasado un buen rato, nuestros chimbos se comenzaron a parar de nuevo y se vino la segunda culiada de ese día que le pegué y en la que si disfrutamos de su quepis y corbata mientras se montó a cabalgar en mi verga hasta hacerme venir.
Yo Estaba más amañado que un putas, pero ya me tenía que ir porque llegaba su compañero de apartamento. Nos mamamos de nuevo las vergas y me hizo una deliciosa paja para salir a retomar el tráfico de la cuidad, esperando que otro buen tránsito me parara y le pudiera pagar el parte con un chimbo en efectivo de 19 cm.