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Desde aquel primer encuentro con aquella señora madura, yo quede muy excitado de volver a verme pronto con ella, algo que se dio tres días después en la misma cafetería. Mi temor era que me pidiera que pagara la residencia pues yo no contaba con dinero suficiente, pero luego de vernos y tomar camino para el sitio, me dejo tranquilo cunado me dijo – tranquilo papi que no marido me da suficiente -.
Aquel día estaba lluvioso como suele ser Bogotá, Ella vestía un abrigo negro que llegaba hasta las rodillas, el cual estaba abotonado, sus piernas lucían hermosas con unas medias negras, que era el mismo color de los zapatos. La saludé con un beso apasionado y nos marchamos.
Cuando llegamos a la habitación, apenas abrimos la puerta de esta e inició una sesión de besos bastante apasionada, se quitó el abrigo que llevaba puesto. Se arrodillo delante mío y bajo mi pantalón yendo directo a mi pene que por el frio estaba arrugado, se lo metió en la boca y al momento estaba erecto.
Su calzón era negro con medias negras, los tacones altos pronunciaban la silueta de sus nalgas y su cintura. Sus senos de pezones erectos me apuntaban directo a los ojos.
Siguió chupando mi pene hasta que me vine en su boca, se sentó en la cama y empezó a acariciar su clítoris, mirándome excitada, me pidió que me masturbara mientras ella hacia lo mismo. -quiero ver que tanto te excitas conmigo-
Entonces me hizo señas de que me arrodillara y quedar a la altura de su vagina, corrí a un lado la tela del calzón que cubría la entrada de su vulva y entonces ello me empujo hacia su raja de labios completamente depilados, una pequeña línea de vello púbico hacia el monte de venus y mucho fluido transparente que escurría por su entrada.
Acerqué mi cara y empecé a lamer y chupar. Tras unos minutos aceleró la respiración y una serie de movimientos, principalmente temblor, invadió su cuerpo y con gemidos, cada vez más intensos, mientras se venía en orgasmos seguidos y gemía constantemente: ¡así!!no pares! ¡chupa, papi, chupa! De pronto se relajó, su cuerpo tembló muy fuerte y se vino…
Sentí un chorro intenso de líquido tibio en mi cara, llenó mi boca, desbordando, bajo por mi cuello y parte del piso, mientras disfrutaba esa visión increíble, seguí por unos instantes más.
-Ya cógeme -Dijo con voz baja.
-Ya quieres que te la meta?
-Si, ya, ya no demores que estoy arrecha, papi
Entonces acomodé sus piernas alrededor mío y de un solo movimiento, sin resistencia, apoyado por toda la lubricación que teníamos ambos, entro mi verga dentro de ella, y comencé a moverme con una cadencia rápida, para alternar con movimientos circulares.
Ella se montó en mí y puso sus pies apoyándose en el colchón, siguió moviéndose en círculos, luego subía, en otros momentos iba de adelante hacia atrás. Fue tanto tiempo cambiando de posiciones, en momentos ella, en otros yo, pero ambos estuvimos controlando el ritmo y la frecuencia de movimientos, hasta que llegamos a estar ella en cuatro y yo detrás, agarrado de sus nalgas, acariciándolas y cacheteando de manera continua y alternada, algo que me ordeno hasta que ambas quedaron enrojecidas.
Cuando ya no resistía más y ambos sabíamos que mi primer orgasmo llegaría, le pregunté donde quería que terminara, sin dudarlo se quitó, me hecho hacia atrás y tomo mi verga con sus manos, con las cuales continúo estimulándome mientras decía:
-Sabes que me gusta quedar llenita de semen, pero hoy quiero que termines en mi cara.
Continúo hasta que no pude contenerme más y sus movimientos, junto a los míos hicieron que todo lo eyaculado se distribuyera en su cara, en su cuello y sus senos.
-Me gusta quedar cubierta de tu lechita, que rico papi. -Decía ella, mientras yo estaba un poco perdido, con sensaciones al máximo y recuperando el aliento.
Descansamos por un momento, porque, aunque apretado el tiempo, aún nos quedaba lo suficiente.
No quiso reposar, por lo que me recosté a su lado y la abracé por detrás, mientras ella se pegó hacia mí.
Cerré unos minutos los ojos, en tanto recuperaba el aliento. Tras un momento así, ya estaba mi verga nuevamente con una erección y lista para continuar. Ella entonces hizo algo que yo no hubiera imaginado jamás, se acurruco detrás mío sobre la cama y separo mis nalgas, sentí su lengua resbalar por mi ano, lo que hizo que se me pusiera completamente dura la verga, ella entonces mientras me pajeaba, chupaba mi culo de una manera increíble. yo apenas gemía, casi lloraba de excitación. De pronto mi verga se estiro al máximo y ella entonces metió su cabeza entre mis piernas y metió mi vega en su boca, justo cuando me vine en un chorro …
¿Por qué me hiciste eso? -pregunte asustado
¿Te gusto mi amor? …eso se llama un beso negro o beso francés
-Ufffff, siiiii que me gusto- dije recuperando el aliento
Otra lección más, que pague metiendo mi verga en su culo y logrando que chillara de placer mientras se venia a chorros sobre las cobijas de la cama
Un rato mas tarde …nos fuimos de allí, y nos citamos para el viernes siguiente, dos días después …