Guía Cereza
oscar558
Soy hombre heterosexual
Publicado hace 13 años, 3 meses
Sabes? la mente es algo  prodigioso. Muchas veces no alcanzamos a magnificar su poder y su utilidad. Uno de sus grandes usos es el de poder liberar energía sexual pensando en alguien a quien deseas y es mucho mas excitante si ya has tenido el placer y el privilegio de haber estado con esa persona sexualmente. La mente te permite sonar con esa persona en situaciones tan excitantes que sientes al despertar como si realmente las hubieras vivido. También te permite fantasear despierto, imaginándote haciendo con esa persona hasta tus más íntimos deseos y locuras. Incluso es supremamente útil en tus momentos de intimidad y erotismo, para liberar tu libido inspirándote en su recuerdo o en momentos vividos mientras acariciamos nuestro cuerpo.

Es impresionante como mis neuronas guardan celosamente las facciones de tu rostro, las líneas de tu cuerpo, el sonido de tu risa y el olor de tu presencia. Pero más asombroso aun, es como se han almacenado en mi cerebro las sensaciones de placer y alegría de nuestros encuentros. Es delicioso recordar la fascinación que sentí al verte, luego esa charla tan casual y descomplicada mientras caminábamos por la calle. Después cuando estábamos solos y las hormonas ebullian, nuestras miradas se cruzaban, nuestros labios se encontraban y nuestros cuerpos se deseaban. Uhmmmm solo de pensar en recorrer tu cuerpo de nuevo me estremezco. Quisiera besarte suavemente en la mejilla, en la frente, en el cuello, para volver luego a  tus labios. Un beso suave que se va intensificando con nuestra pasión. Luego te empezaría a desvestir lentamente mientras te sigo acariciando y besando. Una vez desnuda, te vendaría los ojos y empezaría a rozarte suavemente con diferentes objetos para estimular tus sentidos y despertar los corpúsculos sensoriales de tu piel. Cuando estés boca abajo, empezaras a sentir levemente mis labios, mi lengua, mi aliento y mis dedos recorriendo tu nuca, tu espalda, tu derriere y tus piernas.

Deslizaría la punta de mi lengua  en la parte inferior de la columna, bajando entre tus hermosas nalgas y lamiendo sutilmente los labios exteriores de tu vulva. Entonces te volteo y continuo mi terapia de besos con tu cuerpo boca arriba. Cuando llego a tus preciosos senos, los rodeo delicadamente con la punta de mi lengua, luego los estimulo con un movimiento rápido de lengua en toda la punta de tus pezones. Los tomo abarcando toda mi mano y dejo que ocupen toda mi boca en una mamada de senos bien rica y deliciosa, procurando mantener los pezones húmedos. Luego empezaría mi descenso paulatino hacia el pozo de la dicha. Allí, te daría besitos suaves alrededor de tu vulva y empezaría a lamerte suavemente desde abajo hacia arriba, una y otra vez, mientras voy detectando la ubicación de tu clítoris. Antes de concentrarme en tu clítoris, te metería la lengua y mis dedos en tu vágina, tratando de escrutar sus paredes suculentas y húmedas, en búsqueda de un punto de placer. Luego regresaría a tu clítoris y como una mascota que lame su amo, yo te lamería de mil maneras, a diferentes velocidades y presiones, dejándome guiar por tus gemidos para encontrar el sitio y el tono perfecto a tu sensibilidad. A esas alturas mi pene estará enhiesto, turgente y vigoroso. Con sus venas resplandecientes y su cabeza llorosa pero seguiré agitando mi lengua a velocidades vertiginosas hasta cuando tu oxitocina liberada me haga sentir el sabor de tus jugos vaginales y  las contracciones de tu útero que se extiende a tus piernas y a tu cuerpo, entrando luego en un relax infinito de placer.
Abrazado a ti, esperare a que estés lista para recibirme. Te pondré en cuatro al borde de la cama y percatándome de que haya buena lubricación natural o artificial empezare a penetrarte suavemente. Una vez adentro encontrare el ritmo que me permita tocar tus puntos internos de placer. Al encontrarlos, los rozare con mi pene incrementando gradualmente la intensidad del movimiento. Tu respiración será mi guía, tu trasero será mi estimulo. Cuando sienta que estas bien excitada, te pondré lubricante en el ano y te penetrare cuidadosamente hasta que sientas que estas a gusto con mi pene adentro. Allí te pegare una culiadita tan deliciosa que de solo pensarlo me vuelvo loco. Creo que te tomare del pelo en mi frenesí, mientras te penetro hasta el fondo y bien duro provocándome una botada ni la hijueputa!
Ahhhhhhh Como te deseo preciosa!

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