Cuando ella está en su inocente desnudez
Me gusta pensar que ha sido ensamblada
en algún cráter lunar.
Su sexo lila y virgen acariciado por sus propios dedos
en un episodio de auto indulgencia que
refleja el cristal de su ovalado espejo de mano,
reviven en el fondo de mi anonimato un montón
de recuerdos nostálgicos y amargos como la
sangre vieja.
La deseo más que el capitalismo a las riquezas de la tierra.
Pensar en ella es un acto bello, vicioso y volátil,
como la imagen del tragicómico humo al escapar
de la boca y nariz de un mal fumante en algún
lugar del tiempo y el espacio donde la soledad
se hace humo entre la luz.
A la larga cuando mi familia incendie mi elegante
cadáver vestido para la ocasión…solo seré eso:
Humo entre la luz.
Todos lo seremos, en circunstancias aisladas,
es cuestión de tiempo.
Me rescata de la fatalidad imaginar ser un gato
escurridizo y agazapado en el techo frente a la
ventana de su cuarto de baño.
Sentirse invitado a violar la privacidad de su desnudez
como si siete vidas dependierande ello.
Imaginar que se dispone a lavare la tristeza a su blanco cuerpo,
intentar que la mente trascienda a ese lugar tan sagrado de la desnudez.
Ver desde el anonimato del tejado y de la lluvia de
la tarde como rasura su perfecto monte de Venus.
Sentir que soy el agua cálida que llena su bañera,
ser consciente de que la filosa punta desgarra su
piel en un delicioso y mortal accidente… (accidente?)
Y flota su sangre viva sobre mí que soy agua,
Y se mezcla conmigo y se une a mí,
contaminándome de su ser más íntimo.
Una blanca flor en un mar ensangrentado.
¡Es bellísima!
Vuelvo a convertirme en un negro gato de ojos verdes
y me basta ver como desliza la esponja
sobre su nívea piel suave y templada.
Ella tiene sueño
Quedo encadenado
a su ventana en el frío
de la vida.
Deseando cual vampiro
lamer la sangre que brota
de su ingle y llena la bañera
saturando y oscureciendo
el agua.
Sin lágrimas.
Ni miedos.
Ni años perdidos.
Sin relojes.
Uniendo la vida con la muerte.
©Steppenwolf 2012.