Esta historia se remite a principios del año 2000, cuando mi hermanita tenía 16 años y yo 10 años mayor, mis hermanos solian visitarme en mi casa y mis hermanas algunas veces venían con primas y pasaban varios días en mi casa, pero por la disponibilidad de camas ellas compartían ya que solo había dos camas adicionales, en una de esas oportunidades mi hermanita y su prima durmieron en la cama mia y yo en la tarima al lado, y mi hermano en la otra habitación; una de esas noches sentí que se pasaron a mi cama, pensé que era la prima de mi hermanita, y la tome de la mano y la abracé, sentí que se acercó a mi y nos besamos, pero al acariciar sus pechos y cadera me di cuenta que no era la prima las tetas no eran tan grandes y una cola redonda y parada; la prima era una mujer blanca, un poco más bajita, de pechos muy grandes y cola muy pequeña (también con su atractivo), mientras que mi hermanita es morena de pechos bien parados y definidos (no tan grandes como las de su prima), una nalga bien paradita y redondita.

Al sentir que me puse nervioso escuche su voz diciendo que no había problema, que sentía atracción por mi continué con mi juego besándola, acariciandola, bajando mi mano hasta ponerla dentro de sus tangas y sentir su cuquita bien rica y humeda.  Ahora la preocupación era que la prima se despertara y se diera cuenta.  Continuamos con nuestro juego hasta que me dijo que lo hicieramos tranquilos, que no era su primera vez, en este momento lo pensé y nerviosamente fui retirando toda su ropa y continuamos con el juego, caricias,  besos , hasta que procedimos a hacerlo bien rico, antes de llegar lo saqué para no llegar dentro ya que no usabamos condón.  Terminamos de hacerlo y dormimos juntos, al día siguiente se podía ver mi nerviosismo ya que no sabía la prima se había dado cuenta de algo.

Ese día mis hermanos y su prima regresaron a su casa en el pueblo donde vivian, continuamos en contacto y yo con ganas de volver a recibir la visita de mi hermanita y ver si se repetía la experiencia...