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Hace tiempo que no te veo,
pero sí, te pienso.
Te pienso cuando el calor se adueña de mi piel,
y también en la penumbra,
porque en mi mente vive esa noche,
en el lavadero,
donde decidimos sin palabras
que serías mía.
Te giraste,
y lo fuiste.
Te pienso.
Deseo tus curvas,
tu espalda,
deseo que lo sepas:
estoy tras de ti,
pero más aún,
quiero que sientas
que estoy dentro de ti.