
El deseo prohibido: entre las ex, las amigas y el morbo que no se apaga
Pocas cosas en la vida encienden tanto como el roce de lo que no deberíamos tocar. Y es ahí, justo ahí, donde el deseo se vuelve más ardiente, más real… más nuestro.

Dicotomía: Culo o tetas?
Tal vez sea una de las preguntas más repetidas entre hombres heterosexuales, una de esas discusiones aparentemente tontas que, sin embargo, levantan pasiones, opiniones encendidas y debates interminables: ¿tetas o culo?

Sexo en el Jacuzzi
¿Alguna vez lo han intentado? ¿Fue tan sensual, intenso y placentero como lo imaginaban… o terminó siendo una experiencia más complicada que excitante?

LA SEÑORA DEL GIMNASIO
—Estoy mamada de esos viejitos viéndome el culo, con ganas de comerse lo que no pueden. Pero es que en otro horario hay mucha gente y hay peladas más jóvenes que se roban las miradas. Y los tipos ricos que llegan o son marica...

La gordita
Yo solo ponía mis manos en su cabeza y trataba de guiarla, pero ella tenía su propio ritmo, su propio disfrute. Me fui retirando la camisa para estar a tono, su boca succionaba sin descanso y sus manos pasaban entre mis nalga...

Prohibida
Es curioso cómo las reglas sociales y la propiedad influyen en el deseo. Tal vez, al final, lo que más me atrae no es la idea de que ella esté comprometida, sino lo que eso representa: una especie de desafío, una pregunta sin...

Piel
Tu cuerpo fue claridad, nunca exceso. Era verdad desnuda, sin adornos, y yo era un hombre temblando frente a esa evidencia, como quien contempla un mar inmenso sabiendo que jamás lo abarcará.

El culito de Claudia
El ruido de nuestros cuerpos golpeándose y su cuca chorreante eran la mejor banda sonora para el acto temeroso que iba a realizar, mi dedo paso de acariciar a penetrar y en un solo gesto, ya estaba dentro de su culo, al tiemp...

Paisaje Invisible
Cada hilo de tu vello es un suspiro, un eco lejano de lo profundo, un recordatorio de que todo lo que existe en ti es un canto silente, un himno a lo que no se puede tocar con palabras.

La plaza de toros
Sudoroso me acerque a ella y me dio un solo beso en los labios y una palmada en la cola “Gracias papito, nos vemos por ahí” … Sali a tomar aire a u especie de balcón, si empeloto y vulnerable, pero deslechado.

El parque
El momento se desenvolvía con una lentitud que solo aumentaba el deseo. La calidez de su cuerpo cerca del mío, el roce de su piel bajo la tela, todo se sentía como un susurro que pedía más sin decirlo. Un simple roce, una car...

Noche II
Imagino mis manos, mis dedos, recorriendo la suavidad de su piel, sintiendo su temblor, sabiendo que cada centímetro de ella es un mapa de secretos compartidos.


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