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Mi costurera es una señora mayor de Maracay, Venezuela, aunque toda su familia vive en Colombia desde los tiempos de la pandemia , su hermana logro regresar a Venezuela a su hogar, sus dos hijas Yara y Tania, debido a la situación social y económica que atraviesa Venezuela decidieron emigrar a Colombia, ella me pidió permiso y se instalaron en mí casa, pero después de dos meses, Tania , la mayor, dijo que se iría a vivir independiente en su propio apartamento para esperar la llegada de su marido. Pasaron unos días hasta que ella logro reunirse con su esposo en Medellín,
Pasaban los días y Yara no hablaba mucho, mi esposa estaba preocupada por la situación y me pidió que hablara con ella para saber si ella se quería volver a Venezuela con su familia o si por el contrario se quería radicar definitivamente aquí en Colombia, así lo hice
Yo: Yara princesa, sabes que ésta es tu casa y eres tú quién debe tomar la decisión.
Yara: don Gus, yo quisiera quedarme si tú me lo permites, quiero demostrarme a mí misma que soy fuerte y capaz de lograr mis metas y sé que allá me sería más complicado, por favor don Gus, déjame quedar.
Yo: claro mija, ya te dije que puedes contar con nosotros.
Yara es una joven de 21 años, de senos grandes grandes ojos grises, piel clara, piernas muy estilizadas y un hermoso trasero que yo miraba con gran deseo, aunque la verdad siempre me frenaba el hecho de saber que era mi sobrina.
Pasamos algún tiempo tratando de hacer que tuviera una estadía placentera y se olvidara de su mal momento, y aunque fue un poco complicado poco a poco logramos que estuviese mucho mejor. Yara platicaba mucho conmigo, ella es muy extrovertida y alegre, y habla de cualquier tema sin ningún tapujo y sin escandalizarse me contaba cada detalle de su vida con su ex novio y con todo lo que me contaba yo deduje que era bastante inexperta y sentía tremendas erecciones de solo imaginar lo que disfrutaría mí sobrina con el sexo con un hombre como yo, con experiencia.
Cierto día propuse salir fuera de la ciudad a la casa de campo de mi hermano mayor, todos estuvimos de acuerdo y quedamos de pasar allí el fin de semana, desde el viernes hasta el lunes que en Colombia era festivo. Llegamos y mi esposa e hijos se dieron a la tarea de disfrutar al máximo de la estadía, se colocaron sus trajes de baño y salieron en busca de la piscina, yo siempre he sido de poco nadar y decidí quedarme en la casa, me sorprendí cuando mi Yara también optó por quedarse a disfrutar de una ducha primero y descansar, eso fue el argumento que le dio a mí esposa e hijos.
Yo me subí al tercer piso y desde el balcón a disfrutar de la vista, al momento escuché como la chica entraba a la ducha y no sé por qué me entró el deseo de ver ese escultural cuerpo recibiendo esa rica ducha, espere tras la puerta a qué comenzará a salir el agua de la regadera pero por el contrario me pareció escuchar un pequeño gemido, pensé que se trataba de mí imaginación, ya que yo estaba escuchando música en la radio y podía ser cualquier cosa que me hubiese hecho pensar en que fuese un gemido, me acerqué un poco más a la puerta y coloqué mí oído contra ella y empecé a escuchar claramente como unos gemidos salían de adentro, mi corazón se agitó, mí verga empezó a sentir una tremenda erección y mi mente se nubló, mi desespero por ver aquello que sucedía dentro me llevó a tomar una silla del comedor y traerla hasta la puerta, lo siguiente que hice fue mirar por aquel pequeño orificio y pude ver a aquella muchacha con sus piernas completamente separadas y una mano en su vagina agitándose con mucha rapidez y con la otra se manoseaba sus senos, dando pequeños pellizcos a sus pezones, duros y rosados, veía está imagen mientras me pajeaba frenéticamente y casi acabando al mismo instante que ella, la vi retorcerse y gemir un poco más fuerte, colocando su mano en la boca para no dar un grito y allí tanto Yara como yo nos vinimos en un rico éxtasis imaginando lo que podría pasar con ella desnuda y solos.
Acto seguido se paró aún con sus piernas temblorosas y se dirigió a la regadera, la abrió y comenzó a darse su ducha, pasando sus manos y el jabón por cada parte de sus senos y vagina como buscando otro clímax, mientras yo seguía detrás de la puerta mirando por una pequeña rendija que la verdad no permitía tener una completa visión de la regadera, fue entonces cuando no veía dónde estaba la muchacha desde ese punto y yo acercaba más mí ojo tratando de encontrarla, casi me voy de cabeza al sentir cuando mi ella abrió de golpe la puerta y me vio ahí, parado y con mí verga bien parada por estar fisgoneándola a ella, Yara estaba con una toalla colocada desde sus senos y me miraba incrédula, yo solo enmudecí, no sabía que decirle.
- don Gus que estás haciendo? -
Yo: hola, lo siento no sé qué decirte
Mi voz se sentía temblorosa, solo pensaba en lo que diría mi esposa en cuanto se enterara, mi hermana, mis hijos, todo era una sensación de miedos dando vueltas en mí cabeza.
-ayyyy don Gus, esperaba todo de usted, menos que me estuvieras espiando, usted siempre me ha demostrado mucho cariño.
- Yara, princesa te ruego me disculpes, yo no planee nada de esto, pero la verdad, te escuché gemir y se me despertó la lujuria, además no me puedes culpar, tú eres una mujer muy hermosa y deseable.
- don Gus, pero si te hubiera visto tu esposa o tus hijos, como habrían reaccionado ellos?
- tienes razón, discúlpame, no estaba pensando con mi cabeza o mejor dicho si pensé con la cabeza, pero de la verga.
- jajaja si claro, que ocurrente
Sentí un alivio al ver qué aquello que dije con sinceridad le había causado gracia y se había reído casi con una carcajada
- princesa te ruego me perdones por este desliz
- no te preocupes será un secreto entre tú y yo, pero por favor guarda tu pene que aún lo traes por fuera y muy erecto.
No me había dado cuenta que mí verga seguía por fuera y con una erección que ya sentía mis testículos con algo de dolor, por lo prolongado de la excitación.
- Ahhhh disculpa … huy preciosa, disculpa
La guardé en mí pantaloneta, pero veía a la joven que no le quitaba el ojo de encima y hasta me pareció verla mojarse los labios.
Yara regreso dentro del baño y yo me dispuse a quitar la silla de la puerta, pero como dicen, el diablo es puerco, volví a colocar mí ojo en la rendija para dar un último vistazo, lo que vi me dejó extasiado, se había recostado al muro y tenía sus piernas buen abiertas, una mano estaba tocando su clítoris y a la vez se deslizaba dentro con sus dedos y la otra la tenía en medio de sus grandes nalgas y parecía que se metía uno o varios dedos dentro de su rico culo. No pude aguantar más aquella escena y me bajé de la silla, la coloqué en el puesto del comedor, di un vistazo ligero por el balcón de la casa para cerciorarme que mis hijos y esposa aún estuvieran en la piscina.
Me dirijo a la habitación principal donde se cuelgan las llaves de cada una de las puertas, las auxiliares por si se pierden las principales, me dirijo a la puerta del baño, no sin antes sacarme la pantaloneta y el bóxer quedando con mí verga completamente libre, con mí erección total y mi mente con un único objetivo, YARA , abrí la puerta de un solo intento, ella aún estaba entretenida con su cuerpo y no lograba reaccionar ante la nueva situación que se le estaba presentando
- oiga, don Gus que hace?!!!
- Yara, te he visto lo que estás haciendo y solo quiero que me dejes ayudarte con tu ardiente cuerpo, déjame ser yo quién te haga sentir cosas muy ricas.
- por favor, usted sabe que no debemos, si llega su esposa o sus hijos que pensaran de mí?
Se veía algo asustada, pero a su vez sin quitar la vista de mí verga, me acerqué y tomé su mano y la puse en mí verga, se le notaba temblorosa, pero a su vez la tomaba con fuerza y se notaba que deseaba sentirla dentro de ella, juguetear con ella en su boca, yo trataba de tranquilizarla, pero ella decía:
-don Gus por favor y si viene tu señora o tus hijos
-no te preocupes por eso que ellos tardan en volver, déjame sentirte
-humm, esta bien, lo puedo agarrar en mí mano?, me da miedo que pueda gritar si tú me penetras con tu pene, yo soy muy gritona cuando tengo sexo
-es un tercer piso, no te van a escuchar si eso sucede
Le tome la mano y la hice que me pajeara mientras yo le acariciaba sus senos, le acariciaba su rica vagina y sentía que sus jugos empezaban a emanar de forma abundante, acariciaba cada parte de su joven y delicioso cuerpo, La chica jadeaba y gemía de forma muy deliciosa, hacía que mí erección fuera más grande a cada momento, la tome por su cabello y le señale mí verga, la estaba invitando a que me la mamara, se arrodilló frente a mí verga y después de bajarla dos o tres veces con su mano se la metió toda en su boca , me estaba mamando de una forma muy deliciosa, aunque se le notaba que no tenía mucha experiencia, la tuvo un buen rato entre su boca y yo sentía que ya me venía , decidí parar y la tome por su cintura la alcé en mis brazos y me dirigí con ella a los muebles de la terraza , la recosté en una silla amplia , abrí sus piernas y busque su rica raja, acerque mi cara y empecé a pasar mí lengua por sus labios vaginales, poco a poco voy llegando a su clítoris, pase mí lengua con suavidad y veo la sonrisa de placer que hace ella , voy acelerando mis movimientos con la ayuda de uno o dos dedos los cuales introduzco en su raja, siento como sus fluidos son abundantes así como sus gemidos van cambiando a casi ser pequeños gritos de placer.
-Ayyyy Gus que rico se siente -
-Si te la habían chupado así?
-noooo Guss, ahí no, a mí ex le daba asco y nunca me dio ese gusto siiiii, que rico, no paresss
- Assssiii mete tu lengua, me encanta, nunca había sentido una boca en mi cuca ufffff sí me encanta
Se vino en mi cara una, dos, tres veces seguidas sin parar
Movía su culo con mucho desespero, sus jadeos se hacían más intensos con cada orgasmo, nunca vi una mujer que se deleitará tanto con mí lengua… inundaba mi boca con cada orgasmo y ya no sabía cuántas veces había llegado a su éxtasis.
Le pido que se voltee y se ponga en cuatro, con su cabeza contra la silla , le doy dos o tres lamidas a su raja y su ano y coloco mi verga en la entrada de su raja, perfectamente rasurada y con sus labios hinchados de recibir mis lengüetazos, le metí toda mi verga de un solo empujón, la joven dio un grito, con una mezcla de dolor y de placer, volví a sacarla y nuevamente se la metí toda , nuevamente otro grito de placer, empecé a bombear a un ritmo que ella sintiera como le entraba cada centímetro de mi verga, no es que sea el súper dotado pero son 14 o 15 centímetros de largo, pero lo suficientemente gruesa y cabezona. le voy aumentando el ritmo conforme aumentan los gemidos y casi gritos, le doy lo suficientemente duro y rápido para que ella sienta la totalidad de mí verga en su raja.
-Ahhhh Gusss que rica verga tienes, se siente muy gruesa y gorda, quiero que me acabes toda tu leche adentro.
Me detengo un momento, no quiero un embarazo o algo parecido, pero con el ritmo y el meterlo y sacarlo me doy cuenta que ya estaba al borde de la explosión, de llenar a aquella mujer joven pero arrecha, con mi semen, bastó con pocas arremetidas para sentir como se querían salir mis entrañas, en un polvo como hacía mucho no lo sentía, nos retorcimos casi al mismo tiempo, le inundé cada milímetro de su cueva con mi leche, Yara seguía gimiendo con ganas de más leche.
-Uf Gus dámela toda, llena mi chochita de tu leche, ayyyy que rico
Para mi sorpresa mi verga aún estaba parada después de esa rica venida, y conservaba la erección, la chica nota lo mismo que yo y se acerca con su mano y la acaricia suave y de arriba hacia abajo, me está pajeando de nuevo.
-Uf Gus ésta verga quedó con ganas de más y yo también.
Fue cuando volvió a meter mí verga en su boca y al sentir sus ricos labios se produjo otra erección casi instantánea.
la vuelvo a sentar en la silla, pero esta vez levanto sus piernas para dejar a mi antojo su culote hermoso, paso la punta de la lengua por su raja y sigo hasta el hoyo cerrado de su ano y lo repaso lentamente
- ayyyy Gus ¿que me haces? Noooo, no me chupes el culo Gus, noooo
-noooo Gus, mi culito no se lo he dado a nadie y no estoy preparada, además tu verga está muy gruesa, porfa solo mete tu lengua o un dedito… se siente muy delicioso, pero no me atrevo por ahora.
Sin escucharla, sigo lamiendo su ano hasta lograr que se dilate y se abra casi como respirando, luego froto con un dedo su entrada y lo deslizo lentamente escuchando sus gemidos al principio, pero luego sus gritos de placer …
- Gus, que me haces? Que rico, Gusss por favor hazme siiiii, siiiii delicioso
Suavemente deslizo otro dedo y otro …giro los dedos en su interior y ella no puede parar de gemir y gritar hasta que con un grito me pide que se la meta en su culo …
Coloco sus piernas en mis hombros, me puse en pie, la tome por los hombros y así colgada de mi le froto la cabeza de la verga en su culito apretado y con algo de esfuerzo y con ella llorando le empujo la cabeza hasta la mitad, me detengo y luego despacio empujo el resto del tronco dentro de ella hasta sentir toda mi verga llenarla mientras sus paredes anales se dilatan, me detengo una vez más para que se acomode.
Comienzo lentamente a meter y sacar la verga de su estrecho culito y unos minutos después era ella quién brincaba y se metía mi verga en su totalidad con cada jadeo, como dijo , es bastante gritona y decía frases que hacía que me pusiera más erecta mi verga.
-Ogg Gus dame duro esa verga, que rica verga, me gusta tu verga en mi culito, me duele, pero hijueputa esta rica, dame duro Gus, rómpeme mi culo, quiero sentirla toda
Le aceleró el movimiento porque mi corazón palpitaba con fuerza, la excitación era muy grande y no aguanté más y nuevamente salió mi semen disparado directamente a las entrañas del culo de aquella chica caliente, que al sentir mi leche caliente solo pudo dar un grito profundo.
-ayyyy guss, me voy a venir…. que rico hijueputa, que verga tan deliciosa off … me vengo!!
Sentí su cuerpo tensionarse y retorcerse para quedar pegada a mi pecho y dándome un beso súper apasionado y como agradeciendo ese polvo que acabábamos de sacar de lo más profundo de nuestro ser, respire agitadamente y me quede tumbado en la silla, le dije que se metiera a duchar porque en cualquier momento podría llegar mi esposa, así lo hizo y yo me dispuse a limpiar todo para que no quedara ninguna evidencia de lo que acababa de pasar
Pasaron unos veinte minutos, yo ya estaba sentado en el balcón con un trago en la mano, pensando y saboreando el momento que acababa de pasar, cuando vi la chica bajar a la calle, se había colocado unos leggins y una blusa muy ceñida a su cuerpo que la hacía ver deliciosamente provocativa, miro hacia la terraza, tenía una sonrisa dibujada en su cara que me hacía pensar en que todo esto ella lo tenía planeado y yo había sido solo un actor.
Poco después llegaron mi esposa e hijos y nunca sospecharon nada.
Desde allí tuve muchas veces sexo con mi Yara en moteles, para no arriesgar como la primera vez ….
Lo único molesto fue que desde allí , mi costurera me mira de forma diferente cuando voy a llevarle alguna prenda para arreglar