Guía Cereza
Publicado hace 1 día Categoría: Poesía erótica 13 Vistas
Compartir en:

A ti,

mujer de caderas que dictan sentencias,

de senos como promesas que se cumplen con la boca llena de ansias,

a ti,

que caminas con la seguridad de quien ya ha probado todo…

y aún quiere más.

Tus labios —carne y pecado—

no besan, reclaman.

Tu mirada no seduce, devora.

Eres tormenta en copa de vino,

pecado servido en falda corta,

ritual lento de una boca que no pregunta,

solo toma.

Cuando te sientas, el aire se detiene.

Cuando te inclinas, el mundo se distrae.

Y cuando me montas,

no lo haces por placer…

lo haces por poder.

Eres esa mujer que no se desnuda,

porque sabe que su piel no necesita permiso para encender.

Eres esa boca que no se calla,

porque cada palabra tuya deja marcas,

como tus uñas en mi espalda.

Yo, que me creía hombre,

descubrí contigo que también puedo ser presa.

Objeto.

Juguete.

Banquete servido para tu apetito.

Y aún así,

mujer de fuego lento,

si me llamas de nuevo,

volveré a arder

Publica tu Experiencia

🍒 Pregunta Cereza

¿Cuál fue el último producto sexual que usaste durante el sexo?