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La historia a continuación narrada como diría Gabo es realismo mágico, usted determina que fue verdad y que es fantasía.
Entre la realidad y la fantasía solo hay un delgado hilo a veces imperceptible lo cual sugiere que muchas veces la realidad supera la ficción.
Lo unico cierto es que esto me sucedió o no?.
Tendría uno 20 años y estaba en plena juventud universitaria, las saliditas con compañeros de la U eran frecuentes, vivía con mis padres y mi hermano menor y mi mascota Niko un perro labrador color caramelo que lo crié desde que era cachorro.
Era mi adoración, jugueteábamos y me acompañaba a caminar al parque, siempre bien cuidadito era como mi bebé.
Recuerdo que yo tenía un puf en mi habitación lo utilizaba para leer y para que Niko se acostara, a veces interrumpía mi lectura metiéndose entre mi libro y yo, clara señal que quería jugar o salir al parque, siempre lo dejaba subirse y me gustaba sentir su pelaje bien cuidado sobre mis muslos y su lengua áspera sobre mi cuello.
Niko era grande y tosco, no media sus fuerzas y siempre lograba tirarme del puf al suelo, yo lo abrazaba con mis piernas mientras estábamos en el suelo y lo dejaba lamer mis orejas, me gustaba esa sensación de ese pelaje sobre mis muslos desnudos y una lengua en mi oreja.
Una noche mientras me desmaquillaba frente al tocador yo en short y blusa de pijama, Niko me observa y yo lo dejaba acercarse y ponía su mandíbula sobre mi muslo mientras yo sentada me seguí aplicando mis cremas frente al tocador.
Inquieto parece que quería jugar y lamia mi abdomen haciéndome cosquillas y yo sin percatarme lo dejaba lamer mi muslo y abdomen, hasta que de un momento a otro levanto su cara y comenzó a lamerme una teta , yo instintivamente lo aparté y me pare , pero él también se paró apoyando sus patas contra mí y con la lengua seguía lamiendo mis tetas y cuello, lo aparte y me fui al puf para jugar y mientras intentaba sentarme Niko me tiro al suelo y yo seguía jugando pero ya mi holgada blusa se había levantado y Niko entre sus juegos seguía lamiendo mis tetas desnudas y su lengua áspera y gruesa raspaban mis tetas y era una sensación distinta, un solo lengüetazo de Niko cubría todo mi pezón y aureola y la velocidad que le imprimía era una sensación diferente, obviamente a cualquiera que yo hubiera experimentado en el pasado con algún chico, entre risas y nervios lo deje algunos segundos , me había gustado esa sensación y le dirigía su hocico ahora para mi otra teta, entre juego y juego yo boca arriba y Niko encima mío yo ponía su hocico solo a mis tetas pero él quería jugar y se iba para mi cabeza y yo solo quería que siguiera golpeteando con su tosca lengua mis tetas.
Fue entonces cuando se me ocurrió aplicarme algo de miel de abejas que tenía en mi tocador y que usaba para alguna mascarilla, no antes sin colocar seguro a la puerta de la habitación, salte a mi cama y desde la orilla de mi cama invitaba a Niko a lamer mis pezones impregnados de miel.
Siiiii, lo había conseguido, a Niko le encantaba la miel y a mi esa sensación de lengüetazos ásperos, toscos y sobretodo rápidos, muy rápidos, desde entonces cada vez que oigo a un perro tomar agua haciendo fuertes ruidos con su lengua, me acuerdo de esa sensación, no importan los años que hayan pasado, yo me transporto a ese instante en esa habitación.
Yo con mi torso completamente desnudo y boca arriba solo aplicaba más y más miel sobre mis tetas, específicamente a mis pezones, Niko hacia muy bien su trabajo y lo mejor de todo nunca se cansaba, cualquier chico a los dos minutos se hubiera cansado de tirar tantos lengüetazos.
Si así se siente arriba como será abajo?, ya excitada y con la luz de mi habitación apagada, no dude y me quite mi short y panty , me ubiquea la orilla de la cama y solo con los pies apoyados en el suelo y yo acostada boca arriba, le abrí mis piernas a mi perro ( o debería decir mis patas?) metí su hocico a mi cuca y comenzó a olerlo y olerlo, el solo aliento en mi cuca me excitaba , tímidamente Niko comenzó a lamer poco a poco y recordé que no le había aplicado miel, desesperadamente alcance la botellita de miel y vacié lo poco que quedaba sobre mi lubricada cuca, Niko comenzó su ya experimentada labor, los lengüetazos con la humedad de mi cuca y la miel ahora eran sonoros y su sonido era excitante.
Yo solo abría mas mis patas para que su hocico frio ahora tocara mi culo, Niko era una máquina del sexo oral, ningún amante a futuro pudo superar a Niko en la práctica del sexo oral, ninguno!
A Niko no solo le gustaba la miel, sino el néctar de mis fluidos, entre más lubricada estaba mi cuca, Niko se desesperaba más y más, yo podía sentir su hocico recorriendo mi cuca y culo en un solo lengüetazo.
Estaba relajada y solo deje que mi máquina del sexo oral hiciera su trabajo, los orgasmos venían uno tras de otro y yo solo doblaba mis rodillas contra mi pecho en cada orgasmo cubriendo mi boca con mi almohada para no gritar.
Con las piernas temblorosas, exhausta pero feliz me duché y dormí como un bebe no sin antes aplicarme un ovulo vaginal.
Solo utilizaba a mi amante perruno cuando estaba estresada, ciertamente Niko reemplazaba con creces cualquier vibrador por moderno y potente que fuera.
Cierta noche (sábado tenía que haber sido), quedé de salir con amigos de la U a una discoteca, me arreglé como de costumbre en mi habitación y tenía puesta una minifalda , mis amigos ya me estaban esperando afuera y al momento de colocarme un arete , este se me cayó y quedó debajo de la cama, me agache a recogerlo pero había quedado lejos de la orilla , así que me tocó meter la mitad de mi cuerpo para alcanzarlo, fue cuando sentí el hocico de Niko sobre mi culo y mientras trataba de salir la minifalda se me corrió hacia arriba lo que fue aprovechado por Niko para comenzar a lamer mis nalgas descubiertas, mientras me incorporaba levante mi culo y sentí a Niko montarme y realizar los movimientos pélvicos naturales de los perros, yo con la cabeza aun debajo de la cama pero mi culo levantado a merced de Niko, mientras trataba con mi culo retirar a Niko , mas presionaba mi culo contra su verga, interpretando eso como una aceptación a su cortejo!!, cuando logre sacar la cabeza de la cama Niko ya me tenía abrazada y golpeteando su verga roja y tibia contra mis desnudas nalgas( pues solo llevaba unas tangas).
Mientras trataba de quitar sus patas delanteras de mi cintura sentía su verga caliente golpeteando torpemente mis nalgas, entonces un corrientazo paso por mi cuerpo que me erizó, me excito esa nueva situación, consiente de lo que estaba pasando lo deje juguetear con mis nalgas y yo seguir disfrutando el golpeteo torpe y sin control de su verga húmeda contra mis nalgas, solo fueron algunos segundos no recuerdo , pero fueron lo suficientemente excitantes para recordarlo toda la noche mientras disfrutaba con mis amigos en la discoteca, entre baile, risas y trago pensaba en esa extraña sensación de excitación de lo prohibido.
Continuara...
Llegada a casa en la madrugada, excitada y con traguitos en la cabeza...