Guía Cereza

Esposa Infiel. Fantasía Pre Matrimonial Realizada 6 Final

Publicado hace 5 días Categoría: Hetero: Infidelidad 203 Vistas
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Luego del relato de sus aventuras íntimas, Sofía se quedó dormida a mi lado. Yo empecé a reflexionar acerca de todo lo que me había contado. Al día siguiente teníamos que explorar la ciudad así que intenté quedarme dormido.

Para que puedan seguir esta experiencia, por favor leer los capítulos previos de esta historia en Guía Cereza:

Parte 1:

https://guiacereza.com/experiencias/post/72079/esposa-infiel-fantasia-pre-matrimonial-realizada-0

Parte 2:

https://guiacereza.com/experiencias/post/72203/esposa-infiel-fantasia-pre-matrimonial-realizada-2

Parte 3:

https://guiacereza.com/experiencias/post/72235/esposa-infiel-fantasia-pre-matrimonial-realizada-3

Parte 4:

https://guiacereza.com/experiencias/post/72295/esposa-infiel-fantasia-pre-matrimonial-realizada-4

Parte 5:

https://guiacereza.com/experiencias/post/72410/esposa-infiel-fantasia-pre-matrimonial-realizada-4

 

Yo estaba desconcertado. Cuando conocí a Sofía era una chica inocente, sin experiencia. Yo fui el primero que le robó sus virginidades. Sí, yo fui el primero en todo lo sexual para ella. Lo hicimos en casi todas partes y pensé que siempre sería solo para mí. Ahora no sabía que pensar. Hace 4 meses había terminado conmigo y en ese corto tiempo había acumulado una gran experiencia. Y no se puede decir que a mí me faltaba creatividad en la intimidad, pero esta era otra Sofía.

Recordé todo lo que me había dicho y mi imaginación produjo el resto. Mientras ella dormía plácidamente, yo tenía sueños muy eróticos. Vi que Sofía estaba en la playa de noche con un hombre alto y fornido que la tenía apretada. Los ojos de ella estaban desconcertados como si no supiera que hacer. Luego el tipo la llevó casi cargada a una zona oscura. Yo los seguí. Allí vi un espectáculo dantesco. En medio de la arena, el voluminoso tipo, con su inmenso falo, le estaba dando duro a mi Sofía.

Sus enormes tetas se balanceaban mientras gritaba. Todo su cuerpo se convulsionaba al ritmo del tipo ese que más parecía un animal incontrolable. La arena los rodeaba totalmente. Sofía estaba atrapada gritando de dolor por lo que yo interpreté que la estaba violando. Ella trataba de desconectarse, pero era en vano pues él la tenía agarrada de la cintura con sus poderosas manos. En un descuido ella logró zafarse, los dos cayeron en la arena y pude ver un miembro enorme, de dantescas proporciones que no parecía humano sino equino. Me alivié, pensé que ella había evitado esa tortura y ahora iba a salir corriendo de allí, pero estaba muy equivocado.

Sofía se acomodó en perrito y le ordenó, “dame más papi”. Mi inocente Sofía era la que tomaba el control, era la que quería ser sacrificada por esa bestia. Entonces sin limpiarse la arena de su miembro caballuno el animal ese se la introdujo por el ano de un solo golpe. Sí, lo vi claramente. Ella recibía a ese animal que le destrozaba sus esfínteres con un tremendo alarido. Yo imaginaba que la arena le estaba raspando las paredes interiores de su culo. Sentí un dolor inmenso. Agarré una piedra para detener ese crimen… Ya iba a intervenir cuando Sofía entre sus alaridos voltea a mirarlo a los ojos y le dice, “no lo saques porque te mato, sigue dándome más fuerte”. La bestia peluda aceptó la motivación y empezó a moverse con mayor rapidez. Entraba y salía a toda velocidad del ano de Sofía y ahora ella gemía y gritaba de placer, “dame más cabrón, no pares, quiero más”. Sofía, sí, mi Sofía estaba totalmente convertida en una maquina sexual.

Me dolía la escena y ardía de celos, pero noté que mi miembro se puso duro. No me quedó más que participar de la escena con una masturbación lenta. Yo estaba a pocos metros de ellos mirando claramente como ese inmenso falo entraba en el trasero de mi Sofía. Y lo noté, lo vi, el falo de ese animal era color rojo. ¡¡¡Esa bestia era el mismísimo demonio!!!

El demonio ese aceleraba sus embestidas mientras Sofía aullaba de satisfacción y se venía una dos, y varias veces más. El demonio ese no paraba de perforar su ano y yo ayudaba con mi masturbación cada vez más acelerada. Veía la cara de mi Sofía, ya no era la misma, esta era toda una puta. Su cara se retorcía de placer frente a mis ojos. Yo tampoco podía razonar, estaba buscando acabar. La bestia aceleró más y con un gruñido infernal se vino dentro de ella. Sofía sonrió de satisfacción de lograr su objetivo, excitar a esa bestia y recibir su leche. Yo también me vine.

Vi sacar su tremendo falo y cayeron borbotones de leche son líneas rojas. Era sangre, no era un demonio, sino que le había reventado el ano a mi Sofía y ella estaba sangrando. No hubo ninguna queja sino más bien sonrisas de satisfacción. Sofía se volteó, tomó ese inmenso falo lleno de heces, leche y sangre y lo mamó. Lamió, succionó y tragó todo el semen que salía combinado con las heces y la sangre. Me dio asco, pero ellos contentos compartieron esos fluidos con un interminable beso con lengua y saliva por doquier.

Me desperté. Ohhhh, tenía una erección terrible y me había venido en la cama durante mi sueño. Sofía dormía plácidamente a mi lado. La abracé, abracé a la chica que conocí años atrás, pero esta no era la misma. Esta era una hembra en todo su potencial. Una hembra hambrienta de sexo que no se iba a detener. Mis pensamientos luchaban por saber que hacer. La abracé y le hice sentir mi erección. Ella solo gimió suavemente. No despertó. Mi imaginación volvió a crear escenarios imaginarios, irreales y sobando suavemente mi pene en su trasero me vine. Me quedé profundamente dormido.

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Desperté con el sol en mi cara. La realidad era otra ahora. Había perdido a la Sofía que conocía, mi inocente novia ya no lo era más. Y lo más raro es que no me sentía mal por eso. Yo nunca fui celoso, nunca había sido celoso, confiaba en ella y ella confiaba en mí. Lo racionalicé. Ella había terminado conmigo porque quería conocer otros hombres y lo había hecho. No me jugó sucio. Antes que ser infiel prefirió arriesgarse a estar sola para vivir su vida sexual. Todo empezó con su ingreso al mercado laboral. Cuando ella empezó a trabajar también empezó a cambiar. Salía más con sus amigas y sus nuevos amigos y quería estar conmigo muy poco tiempo. Aparentemente quería liberarse de mí y en vez de traicionarme, mentirme y serme infiel, prefirió estar sola y arriesgar a que yo nunca volviese con ella.

Yo confiaba en ella, y ahora sabía que ella confiaba en mí. Al contarme todas sus aventuras me estaba diciendo que ella estaba en proceso de cambio y no me ocultaba nada. Me molestaba todo lo que había hecho, pero no me dolía, total ahora ella estaba sola y yo no tenía nada que reclamarle. Además, con todo lo que me contó hasta ese momento, me indicó que ella había cambiado y que ahora las condiciones de cualquier relación con ella serían diferentes. Es decir, si yo quería retomar alguna relación ya sabía en lo que me metía.

Decidí gozar el momento. Total, era una hermosa hembra dispuesta a estar conmigo. Todavía estábamos unidos por ese amor que nunca terminó realmente. Además, estaba dispuesta a compartir conmigo todas las lecciones que había aprendido en sus noches de cama con otros tipos. Sentía confianza con ella. Podía conservarla para tener sexo cuando coincidiéramos, como los amigos con derecho y los encuentros serían excitantes porque cada vez que estuviésemos juntos ella habría aprendido algo más que pondría en práctica conmigo. ¿No era que todos los hombres queremos que nuestra mujer sea una puta en la cama?

 

_____________FIN_DEL_RELATO__________________________

 

La historia no queda allí pese a que ya he terminado este relato. Mis vivencias continúan y evaluando lo que me ha pasado, concluyo que todas mis mujeres me han sido infieles.

Tengo mucha creatividad en la cama. Tengo un pene promedio, demoro mucho en verter mis abundantes eyaculaciones, he tenido hasta siete venidas en interminables horas de sexo (en mi prime) y nunca he tenido una ETS. Es decir, en ese tema soy completamente saludable. Todas mis mujeres han quedado satisfechas con mi performance de manera que han regresado por más, es más todas han querido quedarse conmigo. Soy abierto en la cama, tengo una buena profesión que me da buenos ingresos y me permite llevar a una mujer a buenos lugares.

Podría decirse que estoy en capacidad de satisfacer al 90% de las mujeres. ¿Entonces por qué el 100% de mis mujeres me han sido infieles?

Creo que tiene que ver con el otro lado de la ecuación. Las mujeres que he tenido son mujeres con gran atractivo sexual, de bonito cuerpo y que tienen todo en su lugar. Es decir, he buscado mujeres que atraen a la mayoría de los hombres. Ese tipo de mujeres son la minoría y al tener muchos hombres a su disposición tienen más oportunidad para ser infieles. Si sumas a eso el discurso moderno de las mujeres que quieren ser independientes más la falta de principios en las nuevas generaciones, tienes una bomba de tiempo. Y cuando esa bomba explota ya estas con la yuca adentro y solo te queda moverte.

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¿Por qué no me molesté por todo lo que Sofía me había contado?

 

Al comienzo eran celos, luego excitación. Además, empecé a desasociarme de ella. Es decir, en mis pensamientos Sofía era tan solo una mujer con la que podía tener sexo. Tenía sentimientos por ella, cierto, pero ya no era la aprehensión que tenía antes. Ella era una hembra más como cualquier otra. Y sabemos que “las mujeres que no son de nuestro clan, nacieron para ser folladas”.

Tampoco sentía que me había pasado nada malo, porque todo lo que ella hizo no me afectó a mí, era su cuerpo el que tomaron todos esos hombres. Así fuesen mil o diez mil, ninguno de ellos se había acercado a mí ni tenía nada que ver conmigo. Es decir, ella pasó de ser mi novia, mi futura esposa, a ser una hembra más, hermosa, voluptuosa, pero una hembra más, digna de ser follada por cualquier macho. Y ella quería que los machos se la follaran. Yo era uno de esos, y si tenía una oportunidad no la iba a desperdiciar. A fin de cuentas, era una hembra que el 99% de los hombres querían llevarla a su cama. Y al 1% restante ella los podía convencer después.

Supongo que eso sostiene las relaciones cuckold. Es más, en la mayoría de esos casos es el hombre el que motiva a su esposa, novia o mujer para que tenga sexo con otros hombres. Es decir, él disfruta que su mujer goce sexualmente con otros. Cuckold se considera una parafilia. En mi caso, me excita tener la preferencia de una mujer que es deseada por casi todos los hombres y que es capaz de acostarse con todos ellos. Es más, me excita que ella confíe en mí, me cuente todo y que lo disfrutemos juntos.

Otro caso cuckold es cuando el hombre y la mujer están de acuerdo en todo. Entonces la mujer va a tener sexo con otro hombre con la participación y conocimiento de su esposo o novio. Dicen las mujeres que las excita ir a acostarse con un hombre mientras están en comunicación con su esposo o novio. Y además lo hacen participar contándole paso a paso como se desarrolla el encuentro. Y al volver a casa, ella le cuenta todo a su cornudo y juntos reviven la llama del amor (léase sexo). Es como una motivación para tener más y mejor sexo, pues esas escenas quedan impregnadas en el cerebro de ambos. Ambos han cruzado una línea de la cual nunca van a regresar.

También está el caso de la participación del esposo durante la sesión de sexo de su esposa con otro hombre. Casi siempre mencionan que el otro tiene un miembro mucho más grande de el del esposo. Tiene cierta lógica pues ni modo que entregue a su esposa a alguien que no va a poder dar la talla, alguien que le va a dar igual o menos satisfacción que él mismo. Seamos sinceros, la excitación y el goce sexual de una mujer es directamente proporcional al tamaño del miembro de su macho. Cuanto más grande sea el miembro, mayor placer tendrá la mujer. Habrá por allí algún grupo de despistadas que no lo consideran así, pero a falta de estadísticas apostaría que son una inmensa minoría.

Aquí, casi todos somos consumidores de porno. A ver dígame alguno de los lectores si no le gusta ver a nuestras diosas starlets gozar con unos penes grandes como el de Mandingo, Manuel Ferrara, Rocco Siffredi o algún otro de esos aventajados de la industria. ¿Pagarían una suscripción o perderían su tiempo viendo videos donde actores con penes diminutos satisfacen a nuestras diosas porno?

Ahora imagínense a su amorosa y delicada esposa gozando como una puta como nuestras diosas starlets. Esa hermosa mujer que siempre cuida de nosotros, la que nos acompaña en nuestras enfermedades, la misma que cuida a nuestros hijos y nos cocina ricos potajes también sueña con sexo duro. Imagínense a esa mujer de la cual nos hemos enamorado siendo penetrada salvajemente por un enorme pene. Imagínense ese rostro bello y amado mamando una verga descomunal y tomándose la leche que emana de su uretra. Imagínense a esa hermosa hembra que nos acompaña cada de día de nuestras vidas siendo cabalgada por un poderoso titán de miembro inconmensurable que le ensanche la vagina y el ano. Imagínense a esa mujer, la nuestra, sacrificada por esa verga y además pidiendo “más, más, más” de su ocasional macho y montando su falo para extraer su líquido supremo, su leche. Imagínense ver a esa misma mujer teniendo orgasmos interminables con ese macho que puede penetrarla hasta el fondo, a los lugares que solo los superdotados pueden llegar.

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Es eso lo que motiva a un cuckold a rogarle a su esposa por años para que lo haga cornudo. Y muchos de ellos lo pueden ver en vivo. No me ha pasado todavía. En mi caso he llegado a darle permiso a mi esposa para que vaya a triturar a su amante y sentí una excitación excelsa. Eso les contaré en otros relatos.

Aunque parezca invento es verdad. Cada vez que alguien relata su historia de cornudo consentido es felicitado por los que han pasado por eso. Esos afortunados comentan que es algo maravilloso, lo mejor que les ha pasado en la vida. Y muchos otros que desean que su esposa les sea infiel piden consejo para lograrlo.

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Años después, casado y con hijos, descubrí la infidelidad de mi esposa. Supongo que no fue la primera vez. Cuántas veces más me habría sido infiel y yo ni me había dado cuenta. Me golpeó mucho pues por culpa de su madre mis hijos se habían convertido en hijos de puta. Pero, por otro lado, viendo que otros añoran tener una esposa tan putita como la mía me siento un tipo con suerte. Sería la envidia de todos los que rondan en las redes sociales preguntando como hacer que su esposa se acueste con otro. Pues yo ya soy uno de esos pocos afortunados de tener una que ya se ha graduado de putita. También es cierto que aún me debato entre los celos, la excitación y los efectos en la familia de tener tremenda puta en casa.

Creo que toda mujer va a añorar estar con otros hombres. Ellas no son fieles por naturaleza, sino se contienen por la moral, las reglas sociales y la religión. Yo creo que eso está bien porque ha ordenado el mundo y vivimos una tranquilidad en la que hemos superado nuestros instintos animales. Por otro lado, hay mujeres que no se pueden contener, que necesitan de la constante validación de los machos. A esas mujeres no las detiene ni la moral ni las convenciones sociales, ellas siguen sus instintos y sus sentimientos. Esas son las que llamamos putitas. Y si son nuestras esposas y follan con nuestro consentimiento, son putiesposas o hotwives.

Evaluemos todo lo que tiene que pasar una mujer para llegar a ser una putiesposa. Primero, la decisión de la infidelidad, de arriesgar su familia por sus deseos. Para ello tiene que buscar la oportunidad en tiempos cortos, encontrar excusas para todo frente a su marido y además traicionarlo. Implica deslealtad, mentira y traición a su socio en la vida. De ese grupo de infieles, al final un grupo más reducido es descubierta o decide decírselo a su marido. Y de ese grupo mucho más corto, quedan las que tiene la comprensión del marido. Y de ese grupo chiquitito, hay un grupo más reducido que obtiene el consentimiento del marido y continúa con sus aventuras sexuales con otros hombres. Ese pequeñísimo grupo se reduce aún más ante la posibilidad de que el otro hombre acepte que el marido participe y juntos pasen un momento sublime de sexo.

Por eso estimados colegas cornudos que apoyan a sus mujeres en sus aventuras sexuales con otros, siéntanse afortunados de tener tremenda putita en casa, cuídenla mucho y disfruten del sexo que ella les brinda, pues muy pocos hombres tienen la misma fortuna.

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