Guía Cereza
Publica tu Experiencia

Relatos & Experiencias

descubriendo el sexo

El paso de niña a mujer a veces sucede de una forma sucesiva según vas creciendo y te vas interesando en temas de sexo, unas antes y otras después, y en otras ocasiones se produce de forma repentina, de un segundo para otro como una especie de sorpresa.
Este último caso creo que fue como a mí me pasó, A mis 11 años, era todavía muy inocente y todo lo relacionado con el sexo no me interesaba mucho, ni tan siquiera recuerdo haberme tocado como habían hecho otras amigas mías, según decían ellas todas alteradas, pero yo no prestaba mucha atención a lo que decían.Una noche yo dormía como otra cualquiera, cuando de pronto me desperté oyendo una especie de gritos o gemidos que me pareció venían de la habitación de mis padres, que quizás hubiera oído en otras ocasiones, pero esta vez, no sé por qué, me dieron curiosidad, lo que me hizo levantarme de la cama y salir al pasillo para oír mejor lo que pasaba.Al salir, vi a mi hermano mayor, con 14 años en ese momento, que estaba escuchando arrimado a la puerta de la habitación de mis padres. Debido a la oscuridad él no se dio cuenta de que me acercaba a él y le pregunté:.- ¿Qué estás haciendo?Él se asuntó un poco al verse sorprendido por mí y después de un momento de duda, me mandó callar y me hizo mirar por la rendija de la puerta de la habitación de mis padres. Allí estaba mi madre desnuda montada sobre mi padre, moviéndose como si estuviera subida en un caballo, mientras no dejaba de gemir y yo me quedé mirando con la boca abierta, sin entender muy bien lo que estaban haciendo, sin atreverme siquiera a preguntarle a mi hermano, paralizada por la impresión.Luego cambiaron de postura y mi madre se puso de rodillas en la cama y mi padre se colocó detrás de ella mientras mi madre le pedía que se la metiera. Así pude ver por primera vez la pija de mi padre que estaba empalmada, según me decía mi hermano, que estaba detrás de mí tocándose el suyo, según pude ver y también lo tenía así.Yo estaba muy confundida por lo que estaba descubriendo, sin que nunca me hubiera imaginado que mis padres hicieran esas cosas, dentro de mi ingenuidad, y un poco asustada porque los gritos de mi madre eran mayores ahora, cuando mi padre empujaba fuerte por detrás y mi hermano seguía diciéndome al oído:.- Mira, está metiéndosela por el coño. ¿Ves cómo la gusta a mama?Se notaba que mi madre estaba teniendo mucho placer y yo por primera vez sentí como unas cosquillas en mi vagina, y al tocarme, noté que estaba muy mojada, no sabía por qué, como si me hubiera meado, pero era agradable tocármela mientras estaba viendo a mis padres haciendo eso.Mi hermano seguía tocándose su pija, moviéndola por fuera del pijama, por lo que yo la veía perfectamente y me llamaba la atención lo dura e hinchada que estaba, hasta que le salió un líquido blanco que se echó en la mano y se fue para el baño.Mis padres habían terminado y estaban tumbados en la cama, así que yo también me fui a mi habitación, pero no podía quitarme esas imágenes de mi cabeza y yo seguía muy excitada, y por primera vez me puse a tocarme mi vagina, que estaba toda mojada, dándome mucho placer al hacerlo y así estuve un rato, frotándola con los dedos, cada vez más fuerte, hasta que me vino un gusto muy fuerte que me hizo gritar y me quedé temblando en la cama, con los ojos cerrados, agotada del placer que había sentido. Había conseguido mi primer orgasmo, de lo que en ese momento, no era muy consciente todavía.Al día siguiente, cuando vi a mi hermano, sentí un poco de vergüenza, pero no le dije nada ni él me lo dijo a mí, actuando con normalidad. Al ver a mis padres por la mañana, tampoco me atrevía a mirarles a cara, avergonzada por haberlos espiado y con miedo de que se hubieran dado cuenta, así que me fui lo más rápido posible al cole, para no estar con ellos.En el colegio, estuve toda la mañana un poco despistada, todavía con la cabeza pensando en lo que había visto esa noche y poco habladora en casa después, notando como mi madre me miraba no sabiendo lo que me pasaba, pero intenté disimular para que no diera cuenta.Cuando me fui a la cama no podía dormir, y estuve esperando para ver si volvía a escuchar los gemidos de mi madre, y así fue, como tarde ya, volví a escucharlos, me levanté de la cama y cuando salí al pasillo, ya estaba otra vez mi hermano allí detrás de la puerta mirando y cuando me vio me puso delante suyo, para ver mejor los dos.En esta ocasión, mi madre estaba sentada en la cama con la pija de mi padre en su boca chupándosela. Al verlo, sentí un poco de asco, porque no sabía que eso se metiera en la boca y que fuera rico chuparlo, pero a mi madre parecía que la estaba gustando mucho hacerlo y a mí papá también que se la chupara metiéndosela toda dentro de la boca, asombrándome un poco de que pudiera caber entera, pero al verlo, a mí me estaban dando ganas también de chupar eso y sin darme cuenta, me había metido un dedo en la boca chupándomelo.Mi hermano me tenía abrazada detrás de mí y su mano se metió dentro de mi pijama para tocarme la vagina. Quise quitarle la mano de ahí, pero él no me dejó y con sus dedos empezó a masajeármela haciéndome estremecer otra vez como cuando me la había tocado yo la noche anterior. No sé si él había tocado la vagina de otras chicas, pero sabía cómo hacerlo para hacerme gemir, por lo que tuve que taparme la boca para que no me oyeran mis padres, hasta que finalmente llegué al segundo orgasmo de mi vida, mientras mi hermano había puesto mi mano en su pija y así por primera vez pude agarrar una y ver lo que se sentía al moverla.Mi padre se había puesto encima de mi madre que estaba con las piernas abiertas, dejando que él se la metiera y se moviera sobre ella. Yo mientras tanto, estaba masturbando por primera vez a un chico, que además era mi hermano, y aunque eso yo siempre pensaba que no se podía hacer, en ese momento sólo pensaba en lo rico que era agarrársela y lo grande que se le había puesto en mi mano, hasta que volvió a echar ese líquido blanco que me mandó la mano y fui corriendo al baño a limpiarme y luego a mi habitación, antes de que mis padres pudieran verme si salían al baño.Ya en mi cama, otra vez tuve la necesidad de volverme a tocar y volver a sentir lo rico que era eso hasta que tuve otro orgasmo provocado por mis dedos.En alguna ocasión también sucedía de que después de tener sexo mis padres, mi madre le pedía que siguiera, pero a mi padre ya no se levantaba más, a pesar de que lo intentaba y mi madre tuviera que decirle:.- Déjalo, que no puedes ya.Entonces ella sacaba del cajón un pene de plástico y se lo metía o la ayudaba mi padre para que tuviera un nuevo orgasmo y me di cuenta de lo ardiente que era mi mamá en la cama y de como la gustaba tenerla dentro para correrse muchas veces.Pasaron las siguientes noches y esto se había convertido en un vicio para mí. Había días que tenía que masturbarme varias veces y por las noches ya había visto hacer de todo a mis padres, hasta que una de esas noches, cuando volví a mi habitación, mi hermano vino detrás y se metió conmigo diciéndome que se la chupara a él.A pesar de las ganas que yo tenía de hacer eso, en un principio no quise hacerlo porque creía que eso estaba muy mal hacérselo a un hermano, pero él me dijo que muchas chicas se lo hacían a sus hermanos en secreto y que por eso no se sabía, pero que alguna chica se lo había dicho a él.Un poco más convencida, dejé que me la pusiera en la boca y le di algunas lamidas con la lengua, notando que estaba rico hacerlo y ya me la empecé a meter en la boca para chuparla como había visto hacer a mi madre, haciéndoselo a mi hermano, cada vez con más ganas y con menos vergüenza, porque me estaba gustando mucho chupársela y mi vagina se estaba mojando otra vez y él me dijo:.- Enséñame tu coñito a ver como lo tienes. A mí me daba mucha vergüenza enseñárselo, pero él insistió:.- Ponte en la cama con las piernas abiertas, como mamá.Le hice caso y abrí las piernas dejando a su vista mi rajita que estaba sonrojada por habérmela tocado tantas veces últimamente. Mi hermano la miraba con mucha atención, tocando con sus dedos y separándome los labios para ver en su interior y fue acercando su boca hasta que empezó a lamerme y ya le dejé hacer todo lo que quisiera.Nos tumbamos en la cama yo con su pija en mi boca y él con la cabeza entre mis piernas para chuparme la vagina. Era la primera vez que sentía una lengua ahí y lo que imaginaba al ver a mi madre como se la chupaban, empecé a sentirlo, teniendo que parar de chuparle la pija a mi hermano por el placer que su lengua me hacía sentir entre mis piernas.Los dos nos acabamos corriendo y le dije a mi hermano que saliera de la habitación, no nos fueran a encontrar allí juntos.De esta forma fueron pasando las noches, viendo a nuestros padres como tenían sexo y continuando luego nosotros en mi habitación, masturbándonos y chupándonos hasta que en una ocasión, él quiso metérmela. La verdad es que yo tenía muchas ganas de que lo hiciera, pero tenía miedo de lo que pudiera pasar, de que me hiciera daño o de que me embarazara, pero él me dijo:.- ¿Pero qué dices? Si todavía no tienes la regla, no te puedes embarazar. No te preocupes, la meto un poquito solo y despacio.Me puso la pija en la entrada de mi vagina y empezó a frotármela por la entrada, introduciendo su glande dentro, pero cuando lo hacía me dolía y le decía:.- Ay, ay, para, para.Él la sacaba pero la volvía a meter y cada vez me iba doliendo menos, porque estaba más mojada y mi vagina se iba abriendo cada vez más y él la metía cada vez un poco más adentro hasta tener casi la mitad de su pija dentro de mi, pero si apretaba más, ahí si que me dolía mas, pero a la vez, cada vez iba sintiendo más placer y me encantaba sentir como se deslizaba dentro sintiendo mucho calor hasta que no pude más y le pedí que empujara más fuerte.De pronto, mi hermano la metió de repente y me hizo gritar de dolor, pero él también estaba sintiendo mucho placer y continuó cogiéndome fuerte hasta que ya no sentí dolor, solo placer y él siguió hasta que sentí como me echaba algo dentro caliente que hizo que yo también llegara al orgasmo. Me asusté un poco al ver que me había metido el semen dentro, pero él siguió tranquilizándome..- Que no pasa nada, hermanita, , que hay una chica en el cole que se la metemos todos y se lo echamos dentro porque no tiene la regla todavía y todos quieren hacerlo con ella..- ¿Y te gustó más con ella que conmigo?.- No, contigo me gustó mucho más, porque a ella se la meto cuando ya se la metieron los demás. .- ¿Es muy puta esa niña?.- Sí, los chicos se la llevan a la parte de atrás del cole para hacérselo y ella hace de todo, chupa pijas y se la deja meter.A la semana siguiente de esa primera vez, me vino mi primera menstruación y yo me asuste bastante, porque creía que me salía sangre por haber estado haciéndolo con mi hermano todos esos días, pero mi madre me tranquilizó con la típica charla de las mamás a sus hijas cuando ven que ya están en peligro de embarazarse:.- Mira, ahora ya eres una mujercita y tienes que tener cuidado con los chicos. Van a querer meterte sus pijas y tú no tienes que dejarte porque te pueden embarazar.Poco se imaginaba mi madre que ya me la estaban metiendo, además en mi propia casa, pero sí que debió de notar mi cara de preocupación, penando en como lo haría ahora con mi hermano lo que recién había empezado y que tanto me gustaba, pero ella añadió:.- Cuando tengas un novio tienes que cuidarte y hacer que se ponga el condón, pero tú todavía eres chica para eso, ya tendrás tiempo de tener novios más adelante y cuando te pase ya te los compraré yo para que no tengas peligro.Mi hermano estaba delante escuchando y le dice a él:.- Ahora tienes que cuidar a tu hermana en el cole para que no se vaya con chicos y la hagan lo que les hacen a alguna desvergonzada..- Sí mamá, la cuidaré. (mirando para mí sonriendo).Luego, cuando nos quedamos solos mi hermano y yo me dijo:.- No te preocupes, yo tengo condones, de los que tiene papá en el cajón, que ya ves que muchas veces ni los usa con mamá.Así que en las siguientes ocasiones que estábamos juntos, mi hermano se ponía el condón, pero a mí me gustaba más cuando me lo hacía sin él puesto, y a él también, así que a veces me la metía sin él, pero se corría fuera de mí.Cuando cada vez estábamos más confiados, haciéndolo sin miedo, una noche que se levantó mi madre para ir al baño, debió de oír ruido en mi habitación y abrió la puerta y allí nos descubrió metidos en la cama, pero sin ver exactamente lo que estábamos haciendo, y gritando:.- ¿Qué hacéis? Desgraciado, ¿no se la estarás metiendo a la niña? Y tú, tonta, ¿por qué te dejas?. Madre mía, sal de aquí ahora mismo, que me la vas a desgraciar.Mi hermano salió de la habitación y allí se quedó mi madre conmigo, siguiendo echándome la bronca, diciéndome de todo:.- A ver, enséñame el coño, para ver como lo tienes.No tuve más remedio que abrirme de piernas para mi madre para que me revisara con los dedos:.- Esto lo tienes muy abierto ya, ni siquiera eres virgen. ¿Desde cuando lo estáis haciendo?Yo la engañé diciéndola:.- Desde hace poco, mamá..- ¿Y te gusta, no? Sí, claro, yo que preguntas te hago. Pero con tu hermano no está bien, hija. Si tienes ganas, puedes echarte un novio y así no andas con todos, como una golfilla. No sé que voy a hacer con vosotros ahora, tendré que estar vigilándoos. Tendré que decírselo a vuestro padre.Al día siguiente tuvimos reunión familiar intentando arreglar las cosas, diciéndonos nuestros padres:.- No podéis seguir así. Hacer esto entre hermanos está mal. Vamos a hacer una cosa. Tú dormirás en nuestra habitación hasta que tu hermano tenga una novia y se le pase la calentura.Las siguientes noches mis padres me tuvieron en su habitación, en una cama pequeña pegada a la suya. Ellos esperaban a que yo me durmiera para tener sexo como solían hacer antes, pero yo muchas veces me hacía la dormida y podía verlos, pero desde más cerca que detrás de la puerta, donde seguramente seguiría mi hermano viendo.Y lo único que podía hacer era masturbarme mientras los veía, notando que mi padre me miraba mucho mientras cogía con mi madre y debió de darse cuenta de lo que yo estaba haciendo y de que no dormía.Una mañana que mi madre tuvo que levantarse temprano para hacer unos recados, nos dejó solos en la cama y mi papá me dijo:.- Debes de echar de menos cuando te cogía tu hermano.Aunque no contesté nada, él se dio cuenta de que me pasaba eso y me dijo:.- Ven, pásate a mi cama.Señalándose su pija y enseñándomela me dice:.- Esto es muy rico para las mujeres y ya la dije a tu madre que tú después de probarla, tendrás muchas ganas de seguir teniendo una.Yo creía que me estaba engañando al decirme:.- Yo la convencí para que te dejara estar conmigo en la cama y puedas satisfacerte con la mía.No me creía lo que me estaba diciendo. Iba a poder tener en mi mano esa pija tan gorda que tantas veces había deseado, y ante mis dudas , él mismo me llevó la mano para que se la agarrara:.- Chúpala si quieres, que ya sé que te gusta.Yo, con las ganas que tenía de tener una pija de nuevo, me la metí en la boca rápidamente, pero casi no me cabía, comparada con la de mi hermano y él tuvo que decirme:.- Con calma, hija, hazlo despacio con la lengua.Mi vagina empezaba a mojarse nuevamente mientras él me la acariciaba metiendo los dedos suavemente, haciéndome sentir en al gloria.Yo no me atrevía a decirle que me la metiera, pero lo estaba deseando, después de todo el tiempo que llevaba sin que me lo hicieran, pero él me colocó con las piernas abiertas y puso su pene para penetrarme. Lo hizo poco a poco, como si tuviera miedo hacerme daño y cuando intentó meterlo un poco más me quejé porque la tenía muy gruesa y se me había cerrado un poco la vaginita en ese tiempo, pero yo le decía que siguiera y así fue como consiguió penetrarme totalmente, sintiéndome como si me ahogara al estar tan llena y estuviera dándome mucho más placer que mi hermano.Esto se repitió en alguna ocasión más, hasta que una noche, mi madre nos dijo que nos dejaba dormir solos, y que ella dormiría con mi hermano. Al principio pensé que era muy generosa por dejarme a mi papá para mi sola, pero luego él me dijo que ella quería irse con mi hermano porque se lo estaba cogiendo también.Con el tiempo acabamos haciéndolo los cuatro juntos, disfrutando de una familia muy unida ya que lo que significó el descubrimiento del sexo para mi hermano y para mí, también lo significó para nuestros padres en cierto modo. El descubrimiento del auténtico sexo total.
fernando4040

Soy hombre heterosexual

visitas: 5246
Categoria: Amor filial
Fecha de Publicación: 2020-03-08 13:56:04
Más Relatos Por fernando4040
Compartir en:

5 Comentarios

Cuanto me gustaría conocer una mujer para formar una familia asi

2020-07-20 13:32:57

delicioso relato sea real o no algo que me hubiese gustado hacer

2020-03-24 21:08:59

Me encantó, quede toda húmeda. Besos Isa

2020-03-16 20:50:12

Super... Y muy bien narrado hasta el punto a se me paro

2020-03-08 22:12:38

Super excitante, mas aun que nos confiezas que ya tuviste en esas épocas encuentros con el profe etc .... Gracias y sigue contándonos.... Saludos

2020-03-08 16:50:32