Fue un sábado, el día que se casaba mi cuñada, la más joven.

Mari es una chica de 28 años, muy bien parecida. redondita, más bien alta, con tetas talla 39B, y un culo muy respingón.

Ya en plena boda hubo unas miradas furtivas entre Mari y yo... cada uno por separado en diversos momentos de la boda.

Mari iba con un traje descubierto por su espalda, que dejaba ver su hermosa piel, y su estupenda figura. Llevaba un escote enormemente provocativo, que dejaba ver sus enormes pechos... y sin brasier, con lo que sus tetas se marcaban hasta los pezones en su vestido.

Más tarde, y una vez concluida la boda, comenzó la fiestay nosotrosnos sentamos en una mesa con toda la familia, separados de los demás invitados amí metocó al lado de los novioscon la noviaa mi lado y mi esposa enfrente.

En la celebración el murmullo de las mesas era permanente, la familia hablaba fuerte, pues hacía mucho tiempo que no se veía.

La novia por supuesto, era el fruto de las miradas de los hombres... con cuyas miradas la desnudaban, ya que es toda una delicia y una hermosura.

Al rato de estar sentados charlando,  pude notar que una mano se acercó a mi entrepierna... allí se paró a acariciar mi pene  por encima  del pantalón. Sin mirar supuse que era mi mujer, ya estaba excitada de esos besos que habíamos intercambiado antes de llegar a la boda y para disimular procure no mirarla, hasta que después de un par de minutos acariciándome y cuando ya me había puesto la verga bien dura, note como me  bajaba la cremallera y sacaba  mi pene  de un solo intento. Ufffff estaba muy excitado  y se me había puesto tan gorda y caliente.  Las primeras gotas de excitación ya salían de la punta de mi pene  y mojaban la mano que me acariciaba. Imagine que estaba juguetona y gire para mirarla y ver el deseo en sus ojos para aumentar mi excitación.

Pero mi esposa no era, estaba sentada enfrente de mí  y charlaba con su hermano tranquilamente. Me asuste  y al girar hacia el otro lado, encontré la mirada picarona de Mari, que me guiño el ojo como pidiéndome complicidad.

Aquella situación me puso muy nervioso, pero ella parecía no dar importancia a tal descaro... ya que nadie se había percatado. Paso su lengua por el borde de sus labios y aprovecho para apretármela tan fuerte que creí que me iba a estrangular mi verga. Yo ya no sabía qué hacer... por un lado no quería ser descubierto por mi mujer y por otro, estaba disfrutando de la excitación. Así que como vi la situación, no puse reparo a que Mari siguiera masturbándome. Eso creo que excito todavía más a Mari, que empezó a mover su mano con celeridad. La movía de arriba a abajo con un deseo increíble. Mi pene ardía de excitación. Temí que mi mujer se hubiera dado cuenta de todo, pero la mire... y allí seguía ella charlando con su hermano sin percibir nada de lo que estaba pasando. Mire a Mari y ella seguía dándose un gustazo tremendo.

La situación desbordaba de placer... Llego un momento que Mari me miro y en voz baja todavía exhausta... me dijo que había tenido un orgasmo solo de sentir mi leche en su mano. Eso me excito muchísimo y ya no pude aguantar más ... mientras me venía , ella aprovecho para agacharse , buscando algo quesupuestamente se le había caído y meterse mi verga en la boca ... para que le descargara mi leche ... me bien ... llenando su boca ... cuando termine la saco, la froto ... y volvió a subir ... con la boca cerrada y todavía tragando la leche que corría por su garganta.

Aquella situación me volvió loco de placer y ese morbo de sentirme deseado de esa forma por la hermana de mi esposa, la novia de la boda, me excito de forma bestial.

Terminado todo esto... metí cuidadosamente mí verga dentrodel pantalón, cerré la cremallera y comencé a charlar con mi mujer... para que no echara en falta mi atención a ella, aunque por las copas, el cansancio y la amena charla con su hermano no se había percatado de nada.

Con el paso de las horas... llego el baile del vals, la música y la fiesta con música bailable. Allí aproveche para darme gusto con mi mujer... le comía la boca y le acariciaba su culo y sus tetas entre la semi oscuridad. Aunque no podía dejar de ver que Mari me miraba desde su sitio de baile, sentada con su esposo. El jugueteo llego hasta el punto de que los dos estábamos muy calientes y entre la oscuridad... le subí el vestido por detrás estando bien pegado a ella y le metí mi dedo en su culo que estaba muy mojado. Entro suave... ya que resbalo hacia dentro de la humedad que tenía. Me la estaba dedeando en plena pista de baile, aprovechando la oscuridad de la noche y la poca iluminación de la miniteca.

Ella, gemía y jadeaba, y se mordía los labios de placer y deseo. Al tiempo que me decía... rico amor, no pares cielo, que me tienes excitadísima.... como me gusta que m metas el dedo ... soy toda tuya... solo tuya ... así que no pares ... amor ya casi me vengo ... se lo empuje más adentro y lo moví girándolo en el ano, hasta quenote como se venía y se mojaba toda, en un rio de jugos .... Yo seguí dedeandola hasta que ella me pidió que parara, que debiera irse al baño a secarse. Lo cierto es que con nuestra mirada miramos a todo lado... vimos que nadie había visto lo sucedido.

Al rato Mari me hizo señas de irse al baño y yo la seguí, y allí estaba ella esperándome en la puerta... se sentó en la taza... se abrió de piernas... saco la lengua y me dijo..., métemela de una vez. Me tienes súper excitada desde que te masturbe y me trague tu leche en la mesa.

Le metí la lengua en su boca , me acerque a ella y empecé a metérsela despacio ... Gemía como una puta , Te deseo te deseo ... dame más ... mas fuerte ... siempre te he deseado ... me masturbo pensando en ti ... por favor no la saques. Soy toda para ti... hoy y cada vez q quieras... así así... mas fuerte tesoro... sigue dándome... no pares; Mientras hablaba la notaba venirse una y otra vez... estaba teniendo un orgasmo múltiple y yo se lo estaba provocando. La tanga tuve que metérsela en la boca para que no gritara y nos pillaran.

La puse de espaldas a mí, de pie contra la pared... ella me abrió sus nalgas... se flexiono un poco hacia delante y me ofreció su culo.... cosa que no rechace. Cuando se la empecé a meter por el culo, ya ella temblaba del placer y el deseo.

Mari se puso en cuatro en el suelo y yo me subí encima para cabalgarla... mmmm. Mi verga estaba tan dura y gorda que creí que se me iba a reventar. Que polvo rico me estaba dando.

Cuando ya note que me venia, le dije a Mari... inunde su culo... haciendo que su culazo también probara mi leche.

Nuncarepetí estasituación pues mi cuñada y su marido se fueron a vivir a cañada…pero eso si jamás lo olvide