
"Uniforme Parte 2 Deseo y Secretos del Pueblo
Lo que siguió no fue solo erótico. Fue íntimo. Lentamente, su cuerpo se unió al mío. Besó mis hombros, mi espalda, mi cuello. Me giré para mirarlo. Sus ojos estaban llenos de respeto… y deseo. Me hizo el amor con calma

Uniforme Parte 1. Deseo y Secretos del Pueblo
La tela ajustada del pantalón azul resalta cada curva. El cinturón táctico abraza mi cintura, y el chaleco, aunque pesado, no logra ocultar cómo se endurecen mis pezones con el frío de la mañana… o con ciertas miradas.

El amigo de nuestro hijo
Camila y Santiago en el sofá. Una copa de vino en la mano. Las piernas cruzadas con descuido. El vestido de ella parecía más corto de lo usual. Tal vez era la postura. O tal vez era deliberado.

Porristas Parte final
Y justo cuando pensó que no podía más, Sofía se inclinó completamente sobre él, pegando su frente a la suya, con los ojos brillando.

Porristas Parte 1
La que abrió era una joven de piel canela, coleta alta y mirada pícara. Llevaba puesto el uniforme del equipo: falda corta, top deportivo ajustado… y una fina capa de sudor en el escote.

Habitación 604. Parte Final
Él bajó las tiras de su vestido con una lentitud tortuosa, mirándola como si fuera una obra de arte que solo él tenía derecho a tocar. Sus manos, ya conocidas, sabían dónde quedarse y dónde presionar. La llevó al límite sin a...

Habitación 604 2da Parte
Esa frase, cargada de intención, le recorrió el cuerpo como una caricia. Sin más, él deslizó un dedo por su mejilla, bajando lentamente por su cuello, deteniéndose en la clavícula. Marina no podía moverse. Era como si todo el...

Habitación 604. 1ra Parte
Él se acercó un poco más, su mano subió por su cintura, apenas tocándola, mientras le murmuraba algo que ella no logró entender. Solo sentía. Sentía el temblor de sus propias piernas, el cosquilleo en su abdomen, la sensación...

Noches Cruzadas
Los cuerpos se encontraron en un ritmo lento, en miradas que lo decían todo sin necesidad de palabras. No se trataba solo del deseo físico, sino de la entrega emocional, del juego de confianza profunda entre todos ellos.

SILENCIO A TRES VOCES (Confesión de Valeria). FINAL
Respiró profundo, apretando las manos sobre sus piernas, tratando de ordenar el torbellino dentro de su pecho.

SILENCIO A TRES VOCES (La línea que no existía)
No sentí orgullo. Tampoco remordimiento. Sentí algo peor: la conciencia de haber querido lo que no debía, durante demasiado tiempo. Y de que, al final, lo había conseguido.

SILENCIO A TRES VOCES (Donde termina el pacto)
Yo también la recordaba. A ella. Esa noche. Su espalda descubierta al salir del baño. El temblor en sus dedos al sujetar la manta. La forma en que su cuerpo evitaba el mío con una delicadeza que dolía más que un rechazo direc...